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QUINN SE LAVÓ EL CABELLO, los rizos de deshicieron pero no le importó, se dejo el cabello suelto. Estaba hablando con Ally y Susan cuando la ducha del bañó de hombres salió haciendo sonreír a Quinn.
── Hey, Danny quieres- ── pero su frase se cortó cuando Daniel se frenó un poco y con una sonrisa dijo.
── Viene de vuelta.── se siguió derecho a la salida Y segundos después Johnny salió del baño, y Quinn no pudo evitar ponerle el pie en su caminó causando que él y sus amigos cayeran haciendo reír silenciosamente a la chica.
── Arriba. ── gritó el rubio, y corrió como pudo a la salida. Quinn entró en razón, estaban siguiendo a Daniel, le dio su bebida a Ally y siguió a las calaveras.
Corrió por la calle hasta un jardín cerca del gimnasio. Alcanzó a ver como Bobby era el último que bajaba por la cerca y corría por el área verde, Quinn, como pudo escaló la red y cayó de rodillas del otro lado.
Corrió a través del lugar pero las calaveras ya tenían a Daniel entre la reja.
── Johnny déjalo en paz, ¡Ya tuvo suficiente! ── escuchó decir a Bobby.
── Yo decidiré cuando tuvo suficiente. ── demando el rubio.
── ¿Qué te pasa Johnny?
── El enemigo, no merece piedad.
── ¡Johnny ya basta! ── Quinn gritó con todas sus fuerzas llamando la atención del nombrado.
── No tuviste suficiente con ver la paliza del otro día, ¿o no, pulga? ── Johnny negó lamiéndose los labios. ── Todo esto se lo merece, Quinny.
── ¡No!── Quinn caminó hasta su hermano. ── Solo...por favor ya déjalo en paz.── Johnny se giró y tomó velocidad, ── ¡Estas loco!
Pero una sombra a los ojos de la rubia interrumpió el golpe y Daniel salió disparado de lado. Quinn corrió hasta el chico para verificar que estuviera bien pero los golpes que la sombra les daba a Johnny y sus amigos eran más impresionantes.
── ¿Danny, estas bien? ── susurró Quinn tomando la cabeza del chico en sus manos, pero estaba desmayado. La sombra se acerco a Quinn, pero resulto ser un señor quien se hinco hasta ellos. ── Esta- él esta bien señor, gracias.
── Daniel-san. ── murmuró este tomándole el pulso, lo levantó del suelo.
── Déjeme ayudarlo, señor. ── dijo Quinn pasando un brazo de Daniel al rededor de su cuello.
── No. Tú regresar a fiesta. ── respondió este quitándole el brazo. ── Yo cuidar Daniel-san.
── Pero...de verdad, no es molestia. ── replicó Quinn negando.
