¿La conoces?

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Adora se quedó helada, sin poder moverse de su lugar, porque sabía que si lo intentaba sus piernas iban a doblarse y hacerla caer.
Porque de todas las personas que esperaba ver ahí, justo ahora, de todas las personas que podrían haber estado ahí, debía de ser Catra.
Catra estaba frente a ella.

Una Catra diferente pero igual.
Tenía el cabello más largo pero igual de rebelde, sus mismas pecas y ojos de distinto color, pero ahora enmarcados con delineado que los había ver más felinos, no sabía cuándo Catra sabía comenzado a maquillarse. Su ropa también había cambiado.
Se veía más ella. 
Y ahí estaba, y parecía que había visto un fantasma. 

Había hojas esparcidas por el suelo y Bow se había apurado en ayudar a la secretaria a recogerlas todas.

Se suponía que Catra estaba en San Francisco.
Se suponía que se había ido y que no volvería a verla.

Pero ahí estaba.
Y Adora quería vomitar.

- ¿Adora? - La voz de Glimmer se escuchó lejos.

Adora no supo que hacer, y reunió toda su fuerza en sus piernas para salir corriendo de ahí.

- ¡Adora!

Fué entonces cuándo Catra al fin pudo respirar de nuevo.

....

Adora nunca pensó en cómo reaccionaría si volvía a ver a Catra, al menos no realmente. Después de todo no había forma en lo que eso ocurriera, y sinceramente esperaría que no. Había estado bien durante mucho tiempo sin pensar en ella y no quería que eso cambiara. Se había repetido un montón de veces en que no había forma en la que se tomará con ella en Los Ángeles, sabía que Catra estaba en California pero aún así estaba suficientemente lejos de ella para eso.

No iba a verla de nuevo, se había dicho.
Se rió al pensarlo.

Adora había llorado por noches enteras cuándo Catra se fué. Había pasado semanas sin querer levantarse de la cama no tener la capacidad de dejar de pensar en ella mirando a la nada.

Le habían quitado una parte de ella. Una parte que se había esfumado tan repentinamente como había llegado, pero que había llenado su vida de luz y le había dado una razón por la cuál seguir.
Adora no había creído que podría superarla pero lo hizo.
O al menos eso pensó, pero ahora ahí estaba. Había estado frente a ella de nuevo.

No la había visto desde hace dos años y se veía diferente, diferente en el sentido de que ya no era la chica malhumorada que se alejaba de los demás, la que sólo se abría con Adora y era su mejor amiga en el mundo, ésta Catra se veía diferente.

Se veía feliz, pensó Adora.

Al menos hasta que ella llegó.
Los ojos de la morena cuándo la miró le dijeron fácilmente que ella no quería que estuviera ahí.

Definitivamente, de todos los escenarios que había imaginado en su cabeza de cómo sería su primer día en la escuela, nunca pudo haber imaginado eso.
Intentó tomar aire, masajeando su sien con sus dedos para tratar de dejar de pensar en ella. Estaba segura de que si le daba más vueltas, vomitaría.

- ¿Adora?

Escuchó a alguien gritar.
Adora miró hacia el pasillo de entre los arbustos por el que había pasado para llegar al comedor exterior dónde había llegado a sentarse. Estaba en una banca al lado de un árbol y Glimmer y Bow caminaron hacia ella.
Glimmer, quién la había llamado anteriormente, se sentó al lado suyo con preocupación en su rostro.

- ¿Qué pasó? ¿Estás bien? - La pelirosa tenía una mano consoladora en su hombro.

- Sí, estoy bien - Adora asintió tomando aire - Lo siento, chicos. No sé qué me pasó, es sólo que... Cuándo la ví yo sólo...

All for me... someone to you.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora