Freak.

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Nada interesante pasó después de esa noche en el café.

Si pensaba que las cosas eran frías en la clase de los martes antes, ahora eran aún más frías.
Catra no volteaba a verla ni un sólo segundo, era como si no estuviera ahí. A veces incluso por un momento olvidaba que lo estaba, olvidaba que estaban en la misma clase a sólo tres asientos de distancia.

Habían pasado ya dos semanas y era hora de que Adam regresara a Florida.
Adora jamás hubiera pensado que despedirse fuera tan duro.
Adam cerró la cajuela de su viejo auto azúl y caminó hacia dónde ella estaba parada observándolo.
Miró detrás de Adora hacia la puerta de la entrada dónde estaban Mara y Razz y se despidió.

- ¿Vas a volver?

Adam la miró con una sonrisa cálida.

- ¿Para ver a mi hermana? Por supuesto que sí.

Adora se sintió triste de haber pensado en el tiempo que pasó sin verla.
Lo había hablado con el la noche anterior, se había armado de valor y se lo había dicho. Que lo había extrañado, que aún seguía enojada porque la dejó sola.

Adam sólo la miró con tristeza y le dijo:

- Yo no te dejé a tí - Su voz fué tan sincera - Ojalá que algún día lo entiendas.

Adora de verdad quería que ese día fuera pronto.

- Oye - El golpe en su hombro la devolvió al presente - Contesta mis mensajes ésta vez, ¿Quieres, hermanita?

Adora sonrió.

- Lo haré - Copió el gesto - Tonto.

Adam soltó una risa y la abrazó antes de caminar hacia el auto.

- ¡No hagas tonterías en Florida! - Gritó Mara.

- ¡No prometo nada, sabelotodo!

- ¡Infantil!

- ¡Aburrida!

Adora negó con la cabeza mientras ambos se gritaban.

Después de eso las semanas pasaron rápidamente.

Había conocido a los padres de Glimmer y Bow, incluso a todos sus hermanos y a la primita de Glimmer llamada Frosta, que era medio violenta y aterradora al principio, pero le gustaba verla molestar a Glimmer, se notaba que la pequeña la quería mucho.

Había llegado octubre y había visto a Catra subir historias sobre estar celebrando su cumpleaños junto con sus amigos.
Claro que lo vió desde el teléfono de Glimmer y tuvo que aguantar un gran sermón de tener que hacer algo al respecto porque estaba siendo una lesbiana tonta.

Adora no necesitaba más de esos sermones, no había nada que hacer, había echado a perder cualquier oportunidad que pudo tener de arreglar las cosas con Catra y había aceptado que se había terminado.

Incluso había entrado al gimnasio de Mara y se había hecho amiga de Huntara quién seguía dando miedo.

Eso era lo que tenía que hacer.

Seguir, continuar con su vida sin Catra.

Era lo mejor... ¿No?

- Oh hermanita - Su hermano sorbió del popote de su bebida que claramente ya no tenía nada - No tienes idea de lo que haces, ¿Verdad?

- ¿De qué estás hablando? - Preguntó ofendida.

- ¿Vas a dejar que los días pasen sin hablar con Catra? ¿Cuánto falta para que se vaya? ¿Dos, tres semanas?

All for me... someone to you.Where stories live. Discover now