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Jannifer se encontraba preparándose para ir a su primera clase, su clase era una de las dos primeras de la universidad los lunes, va a estudiar diseño de moda, quería estudiar eso desde que tenía 7 años y al fin lo iba a lograr, su tía era modelo y siempre la veía como un ejemplo a seguir.

Se puso unos pantalones anchos rectos color beige anaranjado, una camisa de manga larga blanca y un chaleco beige tirando a blanco, se puso unas converse blancas con un poco de plataforma y fue al baño a ponerse un poco de rimel y gloss. Cogió la bolsa que usaba como mochila y salió de la habitación silenciosamente sin despertar a su amiga. Se  dirigió por el pasillo al ascensor y lo llamó, una vez llegó se abrieron las puertas y la rubia sorprendida al ver a Ferran dentro de este entro y le saludo.

-Buenos días Jeni!- saludo Ferran dedicándole una sonrisa a la rubia. -No sabia que tu clase era de las dos que empezaban primero-

-Buenas, yo tampoco sabia que la tuya también- le dijo también con una sonrisa. -No es justo que nos toque la primera clase los lunes- se quejó.

-A que si, son unos sinvergüenza- dijo bromeando.

-Gentuzos- dijo riendo también bromeando. -Pondrán a los mas guapos a primera hora-

-Osea que soy guapo?- dijo alzando la ceja con una sonrisa burlona.

-No me refiero a ti, me refiero a mi- dijo con las mejillas un poco rosas por la vergüenza intentando arreglar lo que había dicho.

-Ya, haré como que te creo- contestó riendo por lo bajo mientras miraba a la chica un poco sonrojada.

El ascensor llegó y las puertas se abrieron, fueron juntos al edificio ya que sus clases estaban casi juntas.

-Qué vas a estudiar?- le preguntó el pelinegro a la chica.

-Diseño de moda, tu?- respondió y preguntó también.

-Actuación- contestó con una sonrisa sin dientes la pregunta de la chica. -Después de la clase quieres ir a desayunar algo?-

-Claro, mi clase acaba a las 11:05- respondió contenta por la invitación.

-La mia a las 11, te espero fuera de tu clase- dijo para después ambos despedirse e ir cada uno a su clase.

La chica llegó a su clase y se sentó en una de las mesas que estaba vacía, las mesas estaban por parejas así que espero a que alguien más se sentara junto a ella. Llego un chico el cual parecía bastante simpático y fue hacia la rubia, pregunto si se podia sentar junto a ella a lo que la rubia respondió con un si, el chico era bastante guapo, tenía los ojos verdes y el pelo marrón oscuro, lo que hacía que sus ojos resaltan aún más. El chico se sentó y empezaron a hablar.

-Me llamo Blake, por cierto- se presentó después de estar un rato hablando.

-Yo Jennifer, pero todos me llaman Jeni- dijo con una sonrisa también presentándose.

-Chica bonita, nombre bonito- dijo el chico mirándola haciendo a la chica sonrojarse.

-Calla, que me sonrojo- le dijo dándole un suave golpe en el hombro.

Estuvieron un rato más hablando hasta que la profesora llegó y le dio inicio a la clase,  la clase no fue tan entretenida porque fue la típica primera clase de siempre para presentarse y esas  cosas. Una vez la profesora dio por finalizada la clase la chica recogió su bolsa en donde tenía todos los libros y salió de clase, vio que Ferran estaba fuera como le había prometido y se dirigió a él.

-Ferran!!- dijo la chica casi en un grito el la oreja del chico el cual se sobresaltó, él estaba con el móvil por lo que no vio cuando se acercó a él.

-Jennifer, qué susto hija- dijo guardando el móvil y mirándola mal mientras está solo reía. -No ha tenido ninguna gracia-

-Claro que sí, deberías haber visto tu cara- dijo calmando un poco su risa sin dejar de mirar al pelinegro.

-Que no te llevo a desayunar, eh- amado en broma a su amiga.

-Que no, que no- dijo dejando de reír y agarrando al chico de la mano para tirar de él hacia la cafetería. -Vamos-

La chica no soltó la mano de este hasta llegar a la cafetería, una vez llegaron ambos pidieron lo que querían.

-Pago yo, que yo te he invitado- dijo Ferran sacando su tarjeta del monedero.

-Te dejo hoy, pero otro día te invito yo- accedió la rubia mientras agarraba lo que había pedido.

-Hecho- dijo el chico a la chica sobre que ella pagaría el siguiente día y después de pagar cogió sus cosas y fueron a una mesa.

-Gracias- agradeció la chica por el desayuno al pelinegro y le dio un mordisco a su croissant.

-No es nada- respondió el chico dedicándole una sonrisa sin dientes mientras bebia de su café. -Y qué tal la primera clase?-

-Un poco aburrida porque ha sido lo típico de presentarse y eso, pero guay, he conocido a un chico que se ha sentado a mi lado, era bastante simpático- respondió la pregunta. -Tu que tal?-

-También ha sido lo mismo de presentarse y eso, pero bien- respondió dándole ahora un mordisco a su tostada de tomate y jamón.

-Que bien- le contestó a su amigo para después seguir comiendo.

Estuvieron por ahí de media hora desayunando mientras hablaban animadamente y reían juntos. Al acabar de desayunar ambos decidieron ir a dar una vuelta por fuera de la universidad ya que les quedaban quince minutos hasta que sus clases volvieran a empezar.

-Mira esa rueda de la fortuna- dijo la chica al pelinegro señalando la rueda de la fortuna que había a algunos kilómetros de ellos, pero se veía perfectamente.

-Nunca has subido a una?- pregunto el chico dirigiendo su vista a donde la chica señalaba.

-La verdad no, en Bilbao no hay, y las veces que me he ido de viaje mis padres no les prestaban atención a las ruedas, no nos dejaban a mi hermano y a mí subir- dijo sin dejar de mirar la enorme rueda.

-Un día te llevo- le dijo el chico desviando su mirada a la chica con una sonrisa.

-Vale!- dijo feliz acercándose a Ferran y dándole un corto abrazo haciendo al chico sonreir tontamente.

Estuvieron un rato más hablando hasta que tuvieron que volver a sus clases de la universidad. Cada uno fue al aula que les tocaba y se pusieron a estudiar. La chica se volvió a sentar junto al chico que había conocido la clase anterior y hablaron siempre que la profesora lo permitía.

Después de unas cuantas clases a todos les asignaron sus casilleros, a la chica le dieron el 13, que buena suerte. Les dejaron decorarlos, la chica iría a la tarde después de clases a imprimir unas fotos para ponerlas en este, también obviamente pintaría por todos lados las smiley faces de louis tomlinson, sería su casillero por tres años, así que cuando se tenga que ir ya los borrara.

Volvieron a clase después de que les asignaran los casilleros y siguieron a lo suyo. Una vez habían acabado las clases volvió a su habitación y escuchó el agua de la ducha correr, por lo que supuso que Catherine estaba en esta. Espero un rato a que su amiga salga de la ducha para proponerle ir a comer al restaurante que había a unas cuantas calles de las habitaciones. Su amiga aceptó y ambas emprendieron rumbo al restaurante, comieron bastante bien y después volvieron a las habitaciones para descansar un rato.

💖✨

I'll always choose you -Ferran Torres-Where stories live. Discover now