I'll always choose you -Ferran Torres-

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-AL FIN!- gritó Catherine nada más su amiga le contó que tendría una cita con Ferran.

-Cath!- le regaño la rubia a su amiga mirándola mal. -No chilles-

-Jeni, cómo no voy a chillar si me acabas de decir que tienes una cita con Ferran- dijo emocionada. -Lo llevo esperando desde que os conocisteis-

-No exageres, que no es para tanto- le dijo Jennifer a su compañera de habitación.

-Pero emocionate un poco hija mía-

-Si estoy super emocionada- dijo haciendo que se le escapara una sonrisa tonta.

-Esa sonrisa Jenii- rió burlona su amiga haciendo que la rubia se volviera roja de la vergüenza.

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-Qué me pongo Cath?- se quejó Jennifer viendo la ropa de su armario sin encontrar qué  ponerse para su cita. -Es que el muy listo de Ferran no me dice donde vamos y no se que ponerme-

-Ponte este vestido, es monísimo y te queda genial- dijo Catherine sacando un vestido corto rojo y extendiéndoselo a su amiga.

-Vale, voy a cambiarme- dijo para despues entrar al baño y cambiarse, se puso unas botas de tacón blancas y un bolso negro para acompanar el vestido, se puso rimel, gloss, blush y highlight, se peino con dos trenzas de boxeadora y ya estaba lista, se puso un poco de perfume y salio del baño. -Ya estoy-

-Que amiga mas guapa tengo- dijo Catherine desviando la vista de su teléfono y dedicándole una hermosa sonrisa a su amiga.

Cuando Jennifer iba a contestar sonaron un par de golpes a la puerta los que supuso que era de Ferran.

-Me cuentas todo cuando vuelvas- le dijo su amiga a la cual respondió asintiendo con la cabeza y fue a abrir la puerta encontrándose con un muy apuesto Ferran, iba con unos pantalones azul marino cortos, una camiseta blanca y en la mano lo que parecía ser una sudadera también azul.

-Jeni, que guapa estás- dijo el pelinegro haciendo que las mejillas de esta se sonrojaran.

-Tu si que estas guapo- dijo y las mejillas de Ferran se tornaron en un color rosado muy ligero.

-Ven, vamos- dijo el peli negro para agarrar a la rubia de la mano y tirar de ella hasta el ascensor.

-A donde me vas a llevar?- pregunto curiosa la chica mientras salían del edificio de los departamentos.

-Ya veras- dijo el chico mientras caminaban por las calles de la ciudad riendo.

-Que pesado eres- se quejó Jennifer con Ferran.

-Calma, que te va a encantar-

Estuvieron todo el camino hasta donde Ferran la llevaría riendo y hablando animadamente entre ambos, todo fluía con comodidad y en ningún momento alguno se había sentido incómodo.

-Ven, que ya casi llegamos y te voy a tapar los ojos- dijo Ferran tirando a la chica del brazo acercándola a él.

-Que va, no me gusta que me tapen los ojos- dijo zafándose del agarre del chico y alejándose un poco.

-Jeni, van a ser dos segundos, ven aquí- volvió a tirar del brazo de la chica atrayéndola nuevamente hacia el y tapándole los ojos con ambas manos quedando el tras ella.

-Ferr- se quejó colocando sus manos arriba de las del chico intentando separarlas de sus ojos.

-Ya casi- andarán literalmente diez pasos más y ya estaban ahí. Ferran quito sus manos de los ojos de Jennifer y ella volteó al frente al ver la inmensa rueda de la fortuna.

-Ay, Ferris- dio un salto de la emoción volteando hacia Ferran y acercándose más a el para abrazarlo por el cuello. -Me encanta-

-Ya sabia yo- dijo con una linda sonrisa devolviéndole el abrazado a la chica posando sus manos en la cintura de esta. -Ven, vamos a subir-

-Que emoción!- dijo todavía más emocionada la chica cuando ya estaban en la fila para subirse.

-Me hace ilusión estar en el recuerdo que vas a tener de tu primera vez en una rueda de la fortuna- dijo el peligro a su amiga con una sonrisa en el rostro.

-Va a ser un recuerdo muy especial- respondió Jennifer mientras caminaban para subirse a la rueda.

Una vez su turno llegó ambos subieron y se sentaron en los asientos que les había tocado.

-Que guay!- dijo la rubia con una enorme sonrisa en la cara cuando la rueda empezó a moverse.

-Jo, que contento me deja que te guste- le dijo el chico mirándola.

-Como no me va a gustar?- preguntó obvia al chico para después apoyar su cabeza en el hombro de Ferran y este acaricie suavemente el muslo de la chica. -Que bonito se ve todo desde aquí arriba-

-Como tu- le dijo el peligro haciendo que las mejillas de la chica se tornaran en un rojo bastante notable.

-Ferran- se quejó la rubia. -No me digas esa cosas que me sonrojo-

-Eso es lo que quiero- dijo riendo por lo bajo. -Estás monísima cuando te sonrojas-

-Fer- se volvió a quejar con las mejillas aún más rojas. -Calla-

-Tienes frio?- le pregunto mirándola tiritar un poco cuando acabo de reír.

-Un poco, que el cabezota de ti no me has dicho donde íbamos y no sabía que tenía que traer un jersey- le respondió la pregunta a su amigo. -Pero en un rato se me quita-

-Ten mi sudadera, que no la estoy usando- dijo extendiéndole la sudadera a Jennifer.

-Gracias- le dijo con una sonrisa para después coger la sudadera y ponérsela, le quedaba enorme, si de por si a Ferran le quedaba grande imagínate a Jennifer.

-Pero que guapa con mi sudadera- piropeó el peli negro a la chica haciendo que se vuelva a sonrojar.

-Ferran, para- se quejó haciendo reír al antes nombrado.

-Es que eres tan mona cuando te sonrojas que es inevitable- dijo pellizcándole una mejilla a su amiga. -Un poco más y se te pone la cara del color de la bandera de Españita- dijo riendo al ver a la chica tan roja.

-Ferran Torres- lo regaño dándole un leve golpe en el abdomen. -Te voy a denunciar- dijo mirándole mal haciendo al chico reír.

-Si me denuncias te quedarás sin el amor de tu vida- dijo guiñándole un ojo.

-Que pares de decir esas cosas, bobo- lo volvió a regañar la chica dándole otro pequeño golpe en el abdomen.

-Me vas a dejar un moretón si sigues pegándome en el abdomen- se quejo Ferran con Jennifer. -Se que quieres tocar mis abdominales, pero eso pídemelo- dijo chulo y riendo ante lo roja que se puso su amiga.

-Es que yo te mataba, te lo juro- dijo casi enfadada la chica mirándolo mal. -Calla un rato y déjame apreciar el paisaje, que ya casi acaba-

-Lo que tu digas mi amor- dijo Ferran mirando a la chica para ver su reacción.

-Toca pelotas- insultó la chica y volvió su mirada al lado que no estaba el chico para no verle la cara que tenia.

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