XIII

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-¿Ganarte la confianza de mi nieta?-Preguntó el hombre mayor con intriga mientras mordisqueaba un pedazo de pan.

-Esto, bueno... -Caraspeo nervioso el Agreste frotandose las cienes formulando una buen pregunta al mayor- O sea, ser más cercana a ella. Ya sabe cómo es de reservada y yo quiero ser un buen colega con ella. Y por lo que me ha contado usted es el que mejor la conoce ya que sus padres se la pasaban mayormente trabajando.

-Hm...-Se sobo el mentón pensativo ante este en analizar las palabras que le había dicho el Agreste.

El mayor de los Dupain y el jóven rubio desde hace un tiempo se trataban desde aquel día en que Adrien había accedido en comer junto con la familia Dupain-Cheng.

Cuando aveces salía del trabajo temprano iba a la panadería a comer algún que otro postre sin rechazar aveces la muestra de amabilidad hacía su persona. En verdad los consideraba aveces como una segunda familia por ser muy cariñosos con él. Y ese día no era la excepción siendo acompañado por su perro Plagg.

- La verdad no sé que podría decirte, pero una de las principales cosas que odia es que lleven la contraria y bromeen-

«Que buena noticia porque eso me dí cuenta cuando casi me rompe los cojones...»

-Aunque se llevaba bien con unas niñas... Las únicas que recuerdo con quién se juntaban con ella -Dijó aún pensativo mientras se seguía sobando el mentón y haciendo llamar la atención del blando ante aquello.

-¿Si? ¿Quienes eran?-Se atrevió a preguntar el de ojos esmeraldas con curiosidad en saber el nombre de aquellas femeninas.

-No recuerdo mucho, eran dos niñas. Me falla algo la memoria-Respondió tranquilo, para luego sobarse las cienes- Y también Luka, ¡Si! Lo recuerdo. Y tú me has dicho que es el jefe de ambos ahí, ¿No?

Ante aquella confesión Adrien parpadeo con ligero asombró, no pensó que Marinette y Luka se conocían desde que eran pequeños. Pensó que había esa "leve confianza" al estar ella teniendo tiempo de trabajo, pero no al parecer lo conocía.

Aunque él tampoco quiso indagar de más en la relación que pudiera tener aquel Couffanie y ella, un pequeño suspiro se escapó de sus labios el pensar ante aquello, pero sentía que algo en el fondo no andaba bien.

-¿Y qué pasó con ellos tres? ¿Se siguieron juntando o algo?-

-No Adrien, la verdad es que no. Un día de repente dejaron de venir a la casa y Marinette ni quiso hacer mención de ellos. Supongo que era cosa de niños o adolescentes, creo yo. Ya estoy viejo para estas cosas -Bostezó el anciano con algo de cansancio.

-Oh, ya veo, no se preocupe, ¿Quiere qué lo ayude en algo? Se nota que ya tiene sueño-

-No, no es molestia. Solamente por ser viejo no significa que estos pobres huesos no puedan aguantar más -Sonrio al zagal levantándose con cuidado de su asiento- ¿Quieres una taza o algo, muchacho?

-No, tranquilo, no se preocupe, no quisiera quitarle más tiempo. Dígale a la señora Sabine y al señor Tom que fue también un gusto verlos, yo también debo irme-

-Esta bien muchacho, espero verte pronto y mándale saludo de mi parte a Marinette-Sonrio el anciano con alegría, para luego mirar al perro y acariciar su cabeza recibiendo un ladrido de Plagg- Adiós Plagg, pero... ¿Es idea mía o lo veo más gordito?

-Es un glotón, tengo que esconderle la comida o si no acabaría con toda la repisa -Miro también a su perro frotando su palma de la mano con la cabeza de este. Plagg simplemente ladro contento moviendo su cola- De todas maneras lo llevo al veterinario para asegurarme de que esté bien. Es muy importante para mí.

↳˳⸙;; ❝Bad girl ᵕ̈ ೫˚∗:ᴬᵈʳⁱⁿᵉᵗᵗᵉ ᴬᵘ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora