Era la cotidianidad de las clases en la academia PK, cuando los estudiantes se sentaron en sus perspectivos lugares, apareció el profesor aclarando su garganta listo para hablar.
—Buenos días, hoy integraremos a nuestra clase a un nuevo alumno.
En ese momento entró un chico caminando a paso lento, mientras avanzaba sus cabellos formaban una danza entre ellos mostrando cuan sedosos eran, sus ojos brillaban intensamente haciendo su piel con un pequeño sonrojo que resultaba ser de timidez. Detrás suyo podía apreciarse un hermoso fondo rosado con flores blancas demostrando la humildad de su jovial alma, parecía el típico protagonista con estereotipo de “chico perfecto con rostro angelical” sacado de un drama romántico adolescente, pero claro que el protagonista soy yo.
—Ah...que guapo.
—Seguramente se fijará en Teruhashi, dudo tener oportunidad.
—¡Es súper sexy! ¿Tendrá novia?
Podía oír los pensamientos ajenos, esto sin duda es incómodo. Lamentablemente jamás podre acostumbrarme del todo.
—Puedes presentarte —mencionó el profesor.
—¡Buenos días! Por ciertos motivos evitaré mencionar mi apellido así que pueden llamarme por mi nombre de pila: Tn, es un placer conocerlos. No suelo contar mucho sobre mi vida privaba el primer día, espero que nos llevemos bien —mostró una radiante sonrisa realizando una pequeña reverencia.
Quizás esta dedicándose a actuar frente a los demás, fingiendo ser normal cuando verdaderamente por dentro esta sintiéndose diferente al resto y digo quizás porque no puedo confirmarlo ¡no puedo leer sus pensamientos! A menos que Tn deje abierto su campo de conciencia cognitiva, sigo sin entender mucho como puede encender y apagar su mente, aún sin el usar la parte del córtex cerebral donde esta la conciencia continúa funcionando, como si tuviera un modo automático.
—Muy bien, puedes sentarte detrás de Saiki. Saiki, levanté la mano para guiar a su compañero.
—Hoy no es mi día de suerte —levanté la mano dándole una señal —. Llamar la atención es lo último que quiero, ahora el 78% de la clase estará observando nuestros lugares.
El resto de las clases continuaron siendo igual que siempre hasta la hora del receso, la campana sonó indicando que podíamos tomar un descanso.
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—Perfecto, esta es mi oportunidad para verificar si es miembro de la Unión Oscura.
Kaido iba a acercarse al nuevo alumno, pero las chicas de su salón fueron más rápidas impidiéndole el paso y formaron un círculo alrededor del nuevo estudiante haciéndole miles de preguntas, parecía más un interrogatorio.
—¡Oigan! —antes de dar un paso más se le ocurrió una asombrosa idea.
Volvió a su pupitre prestando atención a lo que decía el tumulto de personas, no tenía necesidad de hacerle preguntas al posible infiltrado, ellas ya lo estaban haciendo.
