Saiki Kusuo x Tú (Yaoi) || Inventé al novio perfecto

❥ •『 Sayonara heterosexualidad 』• ❥

— El otro día entró en los baños y desapareció, no pudo haber usado la ventana desde tan alto — explicó — .Segundo; como bien dices Aren, parece que todo marcha como él lo desea ¡Tn es parte de la Unión Oscura y esta lavando cerebros para controlarnos!

— Eres tú quien necesita un lavado de cerebro.

— ¡HAHAHAHA! Eres gracioso, pequeñín. Deberías ser comediante.

— Ahora que lo dices, tiene cierta aura misteriosa — Kuboyasu parecía interesado en la teoría — . Ayer cuando peleaba con aquel guardaespaldas, pude ver por la puerta entreabierta de la cafetería como obligaba a Metori a arrodillarse frente a una chica ¡y no fue visto al principio!

— ¡Ah! ¡Movimientos sigilosos como un espía! ¿Lo ven? Yo tenía razón, yo tenía razón.

— ¡No! Podría ser un antiguo yakuza.

— Yare, yare. Dios dame paciencia porque si me das más fuerza, los mato.

Por otro lado en un gran salón con paredes al estilo barroco decoradas sutilmente por pequeñas figuras hechas con el mismo material como una doncella tocando el arpa junto a dos angelitos los cuales cubrían sus partes intimas con la rama de un árbol primaveral. Al frente, dos largos sillones color vino siendo separados por una mesa de té.

— ¿Qué quieres a cambio, joven? — su resplandeciente brillo cegaba a cualquiera, Tn se cubrió con lentes de sol oscuros.

— No hay precio que pueda pagar, señor Saiko.

— ¡Ja! Todos tienen un precio.

— También lo tengo, soló digo que usted no lo puede pagar — se acomodó en el asiento — pero su hijo, si.

El chico de ojos verdes se alejo unos centímetros al oír aquello, le habían prohibido interrumpir hablando mientras mediaban.

— Ofrezco otra generosa oferta — dejó un cheque en la bandeja de plata — millones de yenes, mujeres, vehículos, hasta te puedo obsequiar la isla familiar.

— ¡Padre!

— Callate, esto es tu culpa — regañó severo.

— Los asuntos familiares no me incumben —jamás lo harían, no era como si tuviera una familia —. Sin embargo, los hijos crecen con los ideales impuestos por los mayores y no puede culparlo por eso.

— ¡Deja de defenderme! No te necesito ¡tch! Continúa un poco más...

— Si mi compañero no altera el buen orden público y social, me mantendré alejado. No sé si sea un precio alto o barato — se levantó realizando una breve reverencia —. Lamento quitarle parte de su tiempo siendo un hombre tan ocupado. Me despido.

Un incómodo silencio inundó la sala cuando se marchó.

— Si fuera mujer querría que aquel chico fuera tu esposa — soltó el hombre con aires juguetones.

— ¡Puaj! Necesitarías anteojos.

— ¡El ciego eres tú! Querías estar con esa chica hermosa, amm... — hizo memoria — Teruhashi ¿para qué? El coeficiente intelectual de aquel chico podría ayudarnos a destruir competencias y expandirnos mejor, además de poseer elocuencia.

— Me asustas.

— ¿El género importa? Me enorgullecería un montón si... — pausa dramática.

— ¡No! — comenzó a irse a paso apresurado —. No, no, no ¡claro que no! — y así siguió hasta encerrarse en su cuarto —. No pienso intentar ser su novio para beneficios, eso es sobrepasar límites —dejó caer su cuerpo en la gigantesca cama —. Quizás no sea tan malo, es ligeramente atractivo.