sex addicts [l.s] ADAPTACIÓN

Le tocó el culo

En el momento en que Harry había vuelto a la cocina con dos botellas de agua en la mano -que le había llevado bastante tiempo encontrar, ya que lo único que le ofrecían era cerveza-, vio la cara de Joshua a pulgadas de la de Louis.

Pero no fue sexual de cualquier manera. Podía decir por la mirada en el rostro de Louis que se sentía incómodo y asustado, como una especie de perrito acorralado por un león.

-¿Hay algún problema aquí? -preguntó casualmente, fingiendo que él no tenía ni idea de quién era Joshua. Puso su mejor cara de desconcierto -todavía- inocente cuando Joshua le lanzó una mirada.

-¿Quién es él, Lou? No me presentaste adecuadamente -Joshua sonrió, mirando la expresión de miedo -y también ligeramente molestia- de Louis.

-No hay manera en la que te presente a él. Él no necesita un imbécil como tú en su vida -dijo simplemente, provocando la risa de Joshua.

Harry sonrió, divertido por la mirada que Joshua llevaba. -El siempre bromea de esto conmigo. Soy su novio, Joshua. Es un placer conocerte -dijo Joshua con una sonrisa que Harry podía decir que era notablemente falsa. Balanceó el brazo por el hombro de Louis y él se estremeció, tratando de encogerse de hombros.

-Es gracioso que menciones eso. Estoy seguro de que ustedes dos son muy felices juntos -Harry sonrió mientras Louis frunció las cejas en manera de molestia o confusión-. También es curioso, porque yo soy su novio real. Así que si quitas amablemente tu puto brazo de él, eso sería fantástico.

El brazo de Joshua inmediatamente cayó a su lado mientras sus ojos se abrieron en sorpresa. -Louis, ¿quién es este tipo?

-Mi novio -respondió suavemente, alejándose lentamente de Joshua y acercándose a Harry.

-Bien, ¿por qué no puedo saber su nombre?

-Porque él es demasiado bueno como para que un idiota como tú lo sepa.

Con eso, Louis tomó el brazo de Harry y lo apartó de Joshua. Escaparon de nuevo hacia la sala de estar, donde fácilmente podrían perderse entre la multitud. -¡Es un cabrón! -Harry gritó, asegurándose de mantener un firme control sobre la mano de Louis.

Literalmente podía sentir la adrenalina nublando su mente mientras se daba la vuelta y se encontró con los ojos tristes de Louis.

-¿Estás bien? ¿Quieres salir? -preguntó humildemente, mientras Louis asintió con la cabeza.

Se abrieron paso hacia el frente de la casa, y Harry tropezó accidentalmente una persona o dos en el proceso. Se aseguró de que Louis seguía detrás de él y los dos no hablaban ni una palabra el uno al otro hasta que estaban sentados uno junto al otro en el metro.

Louis no sabía que hacer, así que comenzó a llorar en su lugar.

Haciendo caso omiso de los otros tres en el vagón de metro con ellos, Harry pasó un brazo alrededor de sus hombros mientras sollozaba en sus manos. Él lo atrajo en un abrazo, acariciando su pelo suavemente y tarareando en su oído.

-Respira, respira, respira -repitió, y se mostró satisfecho cuando su respiración se ralentizó notablemente y se secó los ojos -que ahora se mancharon enteros.

-Lo siento -susurró, enterrando la cara en su pecho una vez más.

Harry besó su cabello. -¿Por qué?

-Por arruinar tu noche por ser tan marica cuando pequeñas cosas como esta me suceden a mí y…

-Tú no arruinas mi noche, y tú no eres un marica -Harry interrumpió, dando a Louis una sonrisa vacilante, aunque no podía verle la cara-. Si yo estuviera en tú lugar, me gustaría llorar demasiado ya que está bien llorar de vez en cuando; Incluso hasta las personas más fuertes lloran hasta quedarse dormidos a veces.

Louis asintió, y ahogó un suspiro al final.

Y esa es la historia de cómo dos adolescentes solitarios fueron encontrados acurrucados uno junto al otro en el metro a la medianoche. Dos adolescentes solitarios que estaban locamente enamorados y todavía tenían que darse cuenta de que no estaban tan solos como pensaban que estaban.