𝐄𝐥 𝐉𝐮𝐠𝐥𝐚𝐫 (Fremione)

8. El Zorro y El Sabueso

Fred Weasley POV

No sé cuánto tiempo pasó

Creo que me había quedado dormido

Desperté en mi cama, en mi habitación de la madriguera

-¿Gred?.- me llamó mi gemelo

Lo miré de reojo

-Hola Feorge.- saludé con una pequeña sonrisa

-¿Expulsaste a Percy de la habitación?.- preguntó

Hice una mueca pensativa

¡Era verdad!, ¡Empuje a Percy!

-Mierda.- dije llevándo una mano a mi cara

Mi gemelo rió

-Mamá no está feliz.- comentó entre risas

Me incorporé en la cama sentandome

-¿Qué le dijo exactamente el cabeza de foco a mamá?.- le pregunté un poco alarmado

Obviamente él lo notó

-¿Por qué? ¿Vio algo que no debía?.- preguntó arqueando una ceja

Yo mire a un lado un poco incómodo

-Errr... Puede ser.- respondí escueto

-¿Tiene que ver con Hermione?.-

George se cruzó de brazos

-Puede ser.- repetí

-Fred...- me dio un tono de advertencia

Suspiré derrotado

-Puede que... Ella haya querido demostrarme que ya no es una niña... De forma un poco... ¿Sensual?.- respondí en un tono bajo

Los ojos de mi gemelo casi se salen de sus cuencas

-¡¿QUE?!.- chilló él y una voz femenina del otro lado del pasillo

Ambos volteamos a ver el pasillo pero no había nadie allí

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Hermione Granger POV

-¡Ginny por amor a Merlín, baja la voz!.-

le rogué poniendo un dedo sobre mis labios mirando hacia todas partes, esperando que nadie lo haya oido

Gracias a Merlín, la puerta del cuarto estaba cerrada

-¡Lo siento amiga, pero me has dejado de piedra!, ¡Tienes que contarme todo!.- chilló en voz baja

Yo rodé los ojos y me senté frente a ella en la cama

-Cuando el me subió a sus piernas, le dije que debe dejar de tratarme como una niña...-

Ginny asintió muy absorta en mi relato

-¡Y... no lo sé! Simplemente me nació un lado que ni sabía que tenía, Gin... Nunca ni en mis más locos sueños imaginé que podría haberle coqueteado de forma tan descarada.-

Lleve ambas manos a mi cara, totalmente roja

-Me imagino que en tus sueños no sólo era coquetear.- ella hizo bailar sus cejas

-¡GINEBRA!.- chillé al borde del colapso

Ella rió

-Lo siento, lo siento, es que... Él es tan lento y tú tan terca, que no pensé que esto sucedería tan rápido.-

Yo la miré con el ceño fruncido

-¿Y él que hizo?, ¿Cómo reaccionó?.-

Preguntó mi amiga con más ánimo y curiosidad de la que me gustaría.