𝐄𝐥 𝐉𝐮𝐠𝐥𝐚𝐫 (Fremione)

15. El Rey Sabio

Fred Weasley POV

Finalmente toda la incomodidad con mi hermano gemelo es historia antigua

Continuamos un tiempo más practicando en el Ejército de Dumbledore, le enseñé a Harry y los demás a mejorar la postura para algunos hechizos

Tiempo después, pudimos concentrarnos en nuestros proyectos, y en sacar de quicio al sapo rosa de Umbridge

Luego de que se volviera prácticamente insoportable la estadía en Hogwarts, con George decidimos que nuestros estudios ya debían darse por concluidos en el colegio

Así que nos montamos en nuestras escobas, tomamos nuestros fuegos artificiales, creados por nosotros y arrojamos los exámenes de todos por los aires, además de los fuegos artificiales que, provocaron una gran jaqueca en el sapo rosado

De más estaba decir lo molesta que estaba nuestra madre por ello, y peor aún, Hermione

Pero finalmente pude convencerla de que era lo mejor, sabíamos que nos iba a ir mejor en Sortilegios Weasley de todas formas

Gracias a la inversión de Harry y Hermione, pudimos abrir nuestra tan ansiada tienda de bromas

Obviamente ellos nos fueron a visitar, en cuanto tuvieron oportunidad

-¿Cuánto cuesta esto?.- preguntó Ron

-Cinco galeones.- respondimos

-¿Y para mí?.- volvió a preguntar

-Cinco galeones.- volvimos a responder

-Pero soy su hermano...- reprochó

-Diez galeones.- ambos respondimos con una sonrisa

Por supuesto él bufó con exasperación

Luego de ello, me puse a acomodar algunos artículos en unos estantes, cuando unos rizos castaños aparecieron en mi rango de visión

Hermione corrió a mis brazos en ese momento con una enorme y deslumbrante sonrisa

Cómo era usual, la recibí en ellos, la levanté y le di un par de vueltas en el aire mientras la besaba

-¿Cómo estas?.- le pregunté insinuante

-¿Soy cortés o soy sincera?.- me preguntó ella con una sonrisa pícara

-Sabes que prefiero la sinceridad.- le dije, sin bajarla al suelo aún, con una sonrisa igual de traviesa que la de ella

-Extraño que estés en Hogwarts...- ella se mordió el labio inferior mirándome a los ojos

Yo la besé en la mejilla repetidas veces hasta hacerla reír como niña pequeña

-¿Y si te propongo una locura?.- le susurré

Ella rió bajito

-¿Qué clase de locura?.- me preguntó en voz baja, rodeando mi cuello con sus brazos

-Casate conmigo mañana, solos tú y yo en el registro, ¿qué me dices nena?.-

Le sonreí mirándola fijamente a los ojos, para demostrarle que mi broma era bastante en serio

Ella rió pensando que bromeaba, pero luego al ver mis ojos ella abrió los suyos de par a par

-¡Merlín...!, ¿estas hablando en serio?.- más que pregunta parecía una afirmación de su parte

Yo asentí ensanchando mi sonrisa

-Pero Fred... Aún soy menor de...-

-En el mundo mágico la edad para que las brujas puedan casarse, es a partir de los quince años.- le respondí rápidamente sin cambiar mi expresión