𝐋𝐨𝐧𝐞𝐥𝐢𝐧𝐞𝐬𝐬 ❱ Kisaki Tetta x Male Reader

０２

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𝙲𝚘𝚗𝚘𝚌𝚎𝚛𝚗𝚘𝚜

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— ¿Podrías dejar de ignorarme? — preguntó (N) algo cansado de la situación.

No habían pasado ni más de quince minutos y el ambiente ya era tenso.

Kisaki se había dedicado a ignorar completamente al chico, observando la ventana en busca de hacer oídos sordos a las conversaciones que el otro intentaba darle. Por otro lado, (N) ya estaba enterado, gracias a las enfermeras, que el caso del de lentes era especial y no sería un hueso fácil de roer, pero parece que aquellas palabras se las había tomado muy a la ligera.

Los ojos apagados del de orbes (c/o) se iluminaron rápidamente, dando a entender que una idea había aparecido dentro de su mente.

— Sabes, me dieron una hora para estar aquí, pero, si quieres, puedo hacer que por hoy solo sean quince minutos.

Aquello pareció despertar el interés del moreno, haciendo que levemente hiciese un movimiento con su cabeza para verlo de reojo. Esto intentó disimularlo, pero para su poca suerte, el recién llegado ya lo había notado.

— Claro que no será tan fácil — el rubio volvió a girar su rostro hacia la ventana — ¡Hey, solo te iba a pedir que habláramos hasta que pasara el tiempo!

— ¿Y de qué demonios quieres hablar? — habló finalmente con un tono fastidiado, ahora mirando cara a cara al contrario.

— ¿Qué tal si nos presentamos? — preguntó animado al ver que el otro ya dejaba de ignorarlo.

— Ya sabes mi nombre y apellido — contestó fríamente.

— Pero hay muchas más cosas que puedes decir, como, por ejemplo... — colocó su mano sobre su mentón, formando un rostro pensativo — Tu materia favorita del colegio, si tienes mascotas, haces algún hobby o tienes comida favorita — dijo ahora con una cara animada chasqueando los dedos.

— Mi materia favorita son las matemáticas, no tengo mascotas, no hago ningún hobby y no tengo una comida favorita en particular, ¿feliz? — respondió, aunque lo último con tintes sarcásticos.

— Vaya, que frío — soltó (N) con un tono burlón, recibiendo una mirada fulminante por el de ojos azules — Pero sí, estoy feliz. Ahora vamos, pregúntame algo a mí.

— ¿Por qué? — volvió a preguntar con la misma tonada abrumante.

— Para conocerme — contestó con inocencia.

— No me interesa saber nada de ti, no me eres relevante en ningún sentido.

Un silencio incómodo entró a la habitación, incluso llegando a hacer efecto en el moreno. Este último estaba por volver a posar sus ojos al paisaje que le proporcionaba la ventana, pero una voz interrumpió tal acción, siendo esta perteneciente al de ojos (c/o).

— Mi nombre es (N) (A), pero no hace falta que me llames por mi nombre completo. Mi materia favorita en el colegio es historia, me es más fácil que, por ejemplo, matemáticas, materia la cual detesto — dijo con un tono burlón — Mascotas si tengo, un hermoso gato gris, algún día puedo traerte una foto de él. Luego hobbies no tengo ninguno en especial, claro, si leer libros no cuenta — soltó una pequeña risa tímida — Y por último, comida favorita, ¿no? Creo que sería la pizza, no soy muy fan de la comida saludable.

Y de nuevo, volvió a aparecer un silencio, aunque este ya no era uno molesto o incómodo, sino de suspenso por la posible reacción del de arito.

Por otro lado, Kisaki miraba sin comprender al contrario, ¿por qué le había contado todo eso luego de que le dijese explícitamente que poco o nada le importaba?

— Te dije que no me importaba saber nada de ti, no insistas.

— Lo sé, pero de todos modos no iba a aceptar un no como respuesta — soltó una risa, la cual solo hizo aumentar el enojo del teñido.

El rubio estaba a punto de expresar su molestia por este, pero rápidamente el otro habló.

— Ahora que ambos sabemos lo básico de nosotros, dime, ¿te gusta leer?

El de ojos azules, sabiendo que ya para ese punto discutir con él sería una perdida de energía, giró su mirada de forma desinteresada hacia el ventanal, de nuevo volviendo a su propósito desde el inicio, ignorarlo.

— Si no contestas, terminaré por traer una novela de romance cliché — expresó en busca de provocarlo, apoyándose un poco sobre la camilla del chico.

El bronceado giró para verlo molesto. Quería quitarlo de su camilla, ya que estaba a unos centímetros de hacer contacto con su pierna enyesada, pero justamente por esta causa no podía hacerlo.

— Quítate — ordenó.

— Entonces dime algún género de historia que te interese, ¿o realmente te gustan las historias de romance clichés? — sonrió socarronamente, generando que una vena hiciese aparición en la frente del rubio.

Kisaki no quería responder a eso, al revés, estaba esperando a que el contrario se rindiese y no volviera. Si decía que tipo de novelas le gustaban, eso sería una manera de permitirle que vuelva.

Decidió esperar un poco para ver que pasaba, pero esto no funcionó, ya que pasaban los minutos y (N) no presentaba signos de querer moverse, incluso parecía que en cualquier momento se quedaría dormido, causando así que el pobre enyesado se rindiese y contestase.

— Suspenso, ¿ahora puedes quitarte?

El de cabellos (c/c) asintió y levantó rápidamente, dejando también su asiento libre, en el cual estuvo sentado desde que llegó, y comenzando a dirigirse hacia la puerta de salida.

— A que no era tan difícil, ¿o no? — sonrió — ¡Nos vemos mañana, Kisaki!

Acto seguido, abandonó el cuarto, dejando al recién nombrado en un silencio abismal. Estaba por soltar un suspiro relajado hasta que recordó las últimas palabras dichas.

— Espera, ¡¿mañana?!

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