Alicia esboza una gran sonrisa al percibir el olor a té de lavanda y pan con mantequilla.
¡Estoy cerca!, piensa, y apura el paso dejando atrás el camino de sangre azul. Los árboles desaparecen conforme avanza y se convierten en hierba muy alta. La joven no se percata de ello hasta que se encuentra con la cabaña del sombrerero, la cual es del tamaño y altura de una montaña.
—Soy tan pequeña como un ratón. ¿Qué debería hacer para que me note?—se pregunta.
La puerta de la cabaña se abre. Alicia alza la mirada y ve salir a una liebre que camina en dos patas. Usa una corbata de moño y sostiene una tetera enorme.
—¡Oye!—exclama Alicia—. ¡Oye! ¿Me escuchas? ¡Ayúdame, por favor!
La liebre mira a todas direcciones con sus pupilas dilatadas. Le tiemblan las manos.
—¡Ayyy no, son las voces otra vez!—grita. Su voz es muy chillona.
—¡Soy yo, Alicia! ¡Estoy aquí abajo!—la chica forma un megáfono con sus manos—. ¡Necesito que me lleves con el sombrerero, por favor!
El animal se arrodilla y sus pupilas se contraen en cuanto nota a la joven.
—¡Oh cielos!—exclama—. Eres la muñeca del rey, ¿qué haces aquí?
¿Por cuantos nombres se me conoce?, piensa Alicia. Suprema, esclava, muñeca...
—Necesito regresar a mi tamaño normal para ir al reino—dice—. ¿Sabes dónde está el Sombrerero?
—Justo voy a tomar té con él—la liebre extiende una de sus patas delanteras frente a ella—. Súbete.
Alicia obedece al instante.
—Gracias.
La liebre se dirige a una larga mesa de pino frente a la cabaña. Está repleta de teteras, tazas y pasteles. El sombrerero se encuentra sentado en un extremo bebiendo té. Tiene una amplia sonrisa y le tiemblan las manos.
—Tienes un olor muy extraño—le dice a la liebre cuando ésta toma asiento a su lado—. ¿Estás bien?
—Sí, estoy bien. Huelo así porque traje esto—el animal deja a la chica sobre la mesa con cuidado—. Mira. Una muñeca del tamaño de una muñeca.
El sombrerero abre los ojos a toda su expresión. Alicia contempla su sombrero: es amarillo y tiene muchos listones y botones de diferentes tamaños. Jamás había visto uno así.
—Hola, muñeca del rey—dice el sombrerero—. ¿Por qué estás tan chiquita?
—Porque...umm...
Alicia aprieta los labios. No sabe por dónde empezar.
—Porque entré por la puerta equivocada—responde.
—Pero las muñecas del rey nunca se equivocan de puertas.
—No soy eso que dicen. Esto es un malentendido.
—No es un malentendido.
—Sí lo es. Necesito ir al reino para...
—¿Para volver a casa?
—Sí. ¡Por favor, ayúdame!
—Sí, ayúdala—dice una voz femenina detrás de Alicia. La joven da media vuelta y se encuentra con una sirena de su tamaño en una pecera circular. Está sentada sobre una roca y sostiene una taza.
¿Está bebiendo té?, piensa Alicia. ¿Cómo es posible?
—Te ves muy asustada, muñeca—dice la sirena después de sorber su taza—. No te preocupes, volverás a casa muy pronto. Vamos a ayudarte.

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El rey de corazones
FantasyAlicia, una joven curiosa de diecinueve años, es arrastrada a un mundo oscuro y surrealista donde un rey tirano quiere adueñarse de su cuerpo y corazón. ♔ Maravillosa portada por @fearlesston!♔