La Legitima Reina Consorte (Errores) Reinas Del Clan Cameron 2

Capítulo 17

Pasaron varios días desde que hable con mi hermana, no para en su totalidad en Cameron. Lo último que supe fue que llevo al príncipe a Duncan. No la he podido ver en persona. Escuche a los concejales decir que estaba visitando las aldeas del reino. Pero eso hacía casi dos semanas. De la reina he sabido porque he ido a verle, a veces quisiera ser fuerte como mi hermana. Ian y Salomón son mis escoltas. La condesa esta mejor.

—Alteza... —dice ella haciendo una inclinación en modo de reverencia. Le hago señas que se puede acercar sus sirvientes se acercan con ella pero, los detengo.

Le indico que tome asiento. ¿En qué puedo ayudarle condesa? — le pregunte ella sonrió nerviosa.

—Espere que no estuviera en la sala del trono, y mire que es difícil. Le sonreí porque es cierto. — Quiero que anule mi matrimonio y despoje al conde de las propiedades de la casa real de Cameron. Sus palabras me sorprenden que una mujer pida el divorcio en una sociedad donde los dominantes eran los hombres —No mire a mi sirvientes, ellos no son leal a mí. Ellos en realidad son espías de mi esposo. Hagamos de cuenta como que estoy pidiendo que quiero regresar al mi casa.

—Condesa no puede regresar el médico de la casa real dice que todavía no es tiempo. —dije lo suficientemente alto para que escucharan los espías.

—Pero... —No es una sugerencia condesa es una orden no se olvide que soy el rey, y estoy siendo benevolente con su casa. Acompañen a la condesa a que descanse.

Una vez se fueron Sali hacia el despacho que pertenece al rey convide a los eruditos de la ley

—Alteza nos mandó llamar... —si quiero su mayor discreción en este asunto. Quiero la anulabilidad del matrimonio de la condesa con el conde... todos se quedaron en silencio

—Alteza conoce las leyes...— por supuesto que las conozco, no debería de estar cuestionándome, pero sé que es vuestro trabajo. Quiero la anulabilidad del matrimonio de los condes Abhainn y la condesa Armstrong.

—Una de las partes... —La condesa Armstrong puso la demanda. Y retiren todos los bienes que están a nombre del conde. No cabe recordar que si esto sale de estas paredes habrá repercusiones, por parte de McKenzie que estaría encantada de alimentar a sus víboras en ese pozo. Lo vi palidecer a todos. Ellos afirmaron y salieron. Tengo la misma vena que mi hermana, solo que la mía es más pasiva. Mis padres salieron a la aldea de donde era madre así que prácticamente estaba solo en el castillo, solo mi hijo y la reina en las mazmorras

Cuando estaba a punto de cenar solo se escucharon unos pasos por las puertas entraron McKenzie y su esposo me puse en pies.

—No pensé verlos hoy... —Ewan no pudo aguantar más sin verme dijo riendo McKenzie. — ¿Cómo? ¿No estaban ustedes juntos?

—No mi esposo estaba en Duncan. — Asiento cenamos en un silencio cómodo. Ewan se despidió alegando que estaba agotado se despido y nos dejó solos.

—Vamos a sus alcobas alteza —dijo mi hermana. Llegamos a esta Salomón estaba en estaban frente a las puertas al ver a su general le sonrieron.

—Izan y Salomón, la guerra está a punto de dar inicio quiero que vayan a Duncan a ver a sus familias. Tienen una semana ellos sonrieron.

—Gracias mi general. —Pueden partir al alba si así lo quieren vayan a preparar sus cosas y pasen por la cocina.

—Por eso te aman, todos te aman. Los rumores que el rubí estaba visitando las aldeas se esparció.

—Era el rubí, pero en realidad la carroza iba con las doncellas. —La condesa pidió la anulabilidad de su matrimonio.

—La reina...— iba a decirle lo que la reina había dicho pero no lo hice