5. Oh no, este es el fin de Ava La Perezosa

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Ava Collins

Cerré la puerta tras de mí, apenas regresaba de mi "cita" con Nicolás. Me había divertido muchísimo con él, había sido una muy hermosa velada y había olvidado por completo el hecho de que había un mundo lleno de asesinos.

Cuando me giro, con mis tacones en la mano izquierda, me quedo paralizada. Me incorporo y formo una fina línea en mis labios, quedando totalmente quieta en el lugar. Como si eso fuera a evitar que me notara.

-Me reclamaste que regresaría de casa de Padme sola, pero aún así saliste y regresas a... - ve su reloj en su muñeca - casi media noche - reclama Eris.

No podía contraatacar aquel argumento, le había reclamado el hecho de que saliera sola de casa aún sabiendo que podía estar en peligro de ser cazada por esos miembros del rito. Pero curiosamente yo salí, siendo una hipócrita total.

-Lo lamento - digo, cubriendo mi rostro con mi mano libre - en serio lo siento, pero por un momento me sentí... normal - explico con culpa - sé que fui una hipócrita total, pero lo siento.

-No tienes porque disculparte, Ava - dice Eris, levantándose del sofá donde estaba sentada - pero quiero que entiendas, por tu propia experiencia, que de todo esto solo ha cambiado que ahora sabes que hay un mundo con asesinos, pero... siempre fue así y siempre lo supiste, nada ha cambiado- me explica, me siento una idiota por no haber entendido esto en su momento.

-Lo sé, lamento haber exagerado las cosas, pero me costaba entender lo queme contaste, supongo que el mundo siempre fue peligroso y ahora solo se le suma otro peligro más - digo con sencillez, mi voz sonando algo rendida, como si no hubiera otra opción.

-Exacto - dice Eris, luego camino a las escaleras, ella también - ¿Dónde estabas? - consulta con interés.

Tal parece que ahora nuestra relación amical regresa a lo que era antes de todo esto.

-Fui a una... ¿cita? - dije dudosa, mis pies desnudos subiendo los escalones, Eris a mi lado en su pijama negra y sus pantuflas básicas.

-¿Cita? - pregunta con curiosidad y en modo chisme.

-Si, creo - digo aún dudosa, ella ríe.

-¿Lo conozco? - pregunta Eris con curiosidad.

-No lo sé, me lo presentó Alicia - comentó, ella rodea los ojos.

-¿Quien es? ¿Uno de los chicos que se tiró? - dice con "diversión".

-No lo sé, pero si así es, no hay problema - digo con sencillez, llegando al segundo piso.

-Si tú lo dices - se encoge de hombros.

-Bien, me voy a dormir - dije, tomando la perilla de mi habitación y la giro, abriendo la puerta - que tengas buena noche.

-Ava - escucho decir a Eris, me giro para verla.

-¿Si?

-Lamento la forma en que te traté, lamento haberte alejado, sé que te sentiste confundida por mi pronto cambio de conducta, solo no quería exponerte - dice, siento la sinceridad en su voz, Sonrío por ello.

-No te preocupes, gracias por querer protegerme, pero ahora nos protegeremos mutuamente - digo, ella sonrie tiernamente - no volverás a estar sola - añado con una sonrisa.

-Te quiero - me dice, siento como mi corazón se estruja - aunque no lo creas, eres una parte importante de mi vida, eres parte de mi familia - añade, siento como los ojos se me humedecen por sus palabras.

-Yo también te quiero - digo con un nudo en mi garganta - siempre fuiste parte de mi familia - admito, ella sonrie mucho más.

-Qué descanses - me dice con una sonrisa.

InverosímilWhere stories live. Discover now