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Valentine Lotus era una chica rara, perversamente inteligente y constantemente dulce. Es decir, a menos que te pongas de su lado malo, lo que sucede cuando James Potter hace cuando arroja un bote de pintura roja sobre la persona equivocada.
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(CAPÍTULO 29: IZQUIERDA AL LEER)
16 de mayo de 1975
Querido James,
Oye. Soy yo, Valentine. Hace tiempo que no hablamos, supongo que es culpa mía. De hecho, es algo tuya. Pero lo que sea.
Lo que le hiciste a Snape no fue inteligente o amable. Fue cruel. Cruel, incluso. No me gusta Severus, no muchos lo hacen, pero el hecho de que no te guste la gente no significa que debas convertirles la vida en un infierno.
Pero no juzgo a la gente por sus peores errores.
Simplemente no hagas otro así ... entonces lo haré.
El punto es, James, que te extraño, ¿de acuerdo? Realmente te extraño. Así que envíame una carta de regreso, ¡y quizás podamos planear algo para pasar el rato durante el verano!
Con mucho amor,
Valentine Lotus
22 de junio de 1975
Querido James,
Soy Valentine ... de nuevo.
Te envié una carta no hace mucho, aunque no estoy segura de que la hayas recibido o no, debido a tu falta de respuesta.
Estoy enviando esto para verificar que tengo la dirección correcta. Que no, ¿Quién está recibiendo esta carta y no es James Potter, lo siento? Pero si es James Potter, ¡escríbeme! He hablado con todos los demás a parte de tí. ¿Que pasa con eso?
De todos modos, ¡espero que estés teniendo un buen descanso! Seguramente lo hice. Mi papá finalmente me dio el trabajo de trabajar en la cocina y ahora me pagan.
Y sé que probablemente estés pasando un buen rato con Sirius viviendo contigo, a pesar de los desafortunados acontecimientos que lo llevaron a ello.
¡Escríbeme o si no!
Besos y abrazos,
Valentine Lotus
5 de julio de 1975
Estimado Cara culo,
Eres un idiota. La próxima vez que te vea, prepárate para probar tu propia medicina. No dudaré en dejarte el culo por encima del Lago Negro y llevarte a nadar un poco.
Seguiré enojado a menos que se le ocurra una excusa elaborada de que se ha roto todos los huesos de la mano, lo que le impedirá responderme. Si eso no es lo que pasó, puedes atragantarte con una teta izquierda de gárgolas, idiota.
Honestamente, sin embargo, no se siente bien. Entiendo que pasamos por una mala racha y nos enojamos el uno con el otro, pero no se siente bien que no estemos hablando.
En este punto, si no me escribes, no me molestaré más.
Eso significa no hablar más contigo. Eso es lo cabreada que estoy.
Molesto. Molesto. Molesto. ¿Redundancia? Solo hago eso cuando estoy enojada. Así que no sinceramente.
