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Valentine Lotus era una chica rara, perversamente inteligente y constantemente dulce. Es decir, a menos que te pongas de su lado malo, lo que sucede cuando James Potter hace cuando arroja un bote de pintura roja sobre la persona equivocada.
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(CAPÍTULO 44: TIERRA DE DULCES)
"Qué. Mierda."
Las palabras habían salido de los labios de Macey tan pronto como los dos entraron al Gran Comedor. Valentine apartó los ojos de donde se dirigían a la mesa de Gryffindor y se volvió en la dirección en la que miraba Macey, esperando algo malo.
"¿Qué estoy mirando?" pregunta Valentine, confundida, girando la cabeza.
"Cierra la boca." exige Macey, agarrando la barbilla de Valentine y girándola hacia la mesa de Slytherin.
"Oh." murmuró Valentine, con los ojos muy abiertos y aturdidos. "Qué carajo."
En la mesa de Slytherin, Valentine y Macey miraban a Celia, quien tenía su brazo envuelto con fuerza alrededor de Regulus Black, y literalmente se estaban besando.
Como, devorando las caras de los demás. Macey pareció desmoronarse. Había estado aguantando bien desde la ruptura, convirtiendo su tristeza en ira y humor, pero ver a Celia besándose con otra persona, y mucho menos con un chico cuando Celia era lesbiana, la desconcertó.
Celia finalmente se separó, sonriéndole una sonrisa extrañamente real, fuera lo que fuera Regulus. Regulus, con los ojos vacíos, lo devolvió, pasándose las manos por el cabello rizado. Lo que más desconcertaba a Valentine era lo aburrida que parecía Celia. Incluso desde el otro lado de la habitación, su cabello estaba atado en un moño desordenado, como si no se hubiera molestado en hacerlo, con bolsas moradas oscuras debajo de sus ojos. Parecía más pálida también y mucho más delgada, los pómulos y las clavículas sobresalían de la piel.
Macey dio un paso en dirección a los Slytherin, pero Valentine la rodeó con un brazo y la arrastró hacia atrás.
"Más tarde. Nos ocuparemos de eso más tarde. En este momento vas a actuar sin molestarte y como una chica totalmente sexy, ¿de acuerdo? No debería ser tan difícil." instó Valentine, obligándola a sentarse. Macey esbozó una sonrisa falsa, rechinando los dientes mientras básicamente arrojaba comida a su plato, intentando controlar la ira.
Valentine se sentó frente a Macey y al lado de James. Se sentía enferma y nada parecía atractivo. Valentine no podía entender por qué estaría con Regulus Black. Claro, está en forma, y Valentine no ha tenido ninguna conversación con él, por lo que no podría ser juzgado, pero a Celia, en primer lugar, no le gustaban las pollas.
En realidad, esa es la única razón, y es lo suficientemente buena. Entonces, ¿qué diablos estaba haciendo con un chico? ¿Y por qué se estaba besando con él en público? Celia despreciaba el PDA. Ella despreciaba a los chicos. Despreciaba a los Slytherins, a pesar de que era una. James puso su mano sobre el muslo de Valentine, enviándole un vistazo interrogatorio. Ella negó con la cabeza, diciéndole que se lo diría más tarde.
Sirius, sin embargo, se había dado cuenta. Sus fosas nasales estaban dilatadas y los ojos en llamas, la lengua sobresaliendo de sus labios en concentración mientras su cabeza se movía de un lado a otro entre su plato y su hermano, intentando mantener la calma.
