Hielo Rosa Para Deku

6

Se arrojó sobre la cama del hotel, suspiró agotada, pero complacida por haber llegado hasta las eliminatorias. Toga, quien dormía en la cama de al lado, saltó sobre el colchón dejando salir un largo suspiro, Jin en cambio se sentó pacíficamente, pero no tardó en recostarse a toda velocidad junto a ella.

-Estoy agotada y aún falta la rueda de prensa. -Exclamó Izuku cubriéndose el rostro-.

-¿Qué es una rueda de prensa comparado a ser el rostro de humectantes para labios cuando ni siquiera los usas? 

Los tres se rieron por la broma de Jin recordando el escándalo que su amigo tuvo unos años atrás. Dejó las maletas bajo la cama antes de acomodarse mejor. Escuchó la puerta abrirse de golpe por Tomura, quien se notaba con una mueca nefasta en el rostro.

-¿Y a ti qué te pasó? -Preguntó Toga, quien recibía mimos de su novio-.

-No es de mi de quien deben preocuparse. -Apuntó a la puerta con el pulgar, avanzó unos metros hasta recostarse a un lado de Izuku, cerrando los ojos-.

Afuera podía escuchar los gritos molestos entre dos personas, una de ellas era Dabi, la otra no le resultaba demasiado conocida. Gruñó con molestia, se levantó de la cama con intención de ver que sucedía. 

Dabi estaba de espaldas, agitaba las manos en dirección a la otra persona, que al parecer era más baja pues su cuerpo le cubría la vista. Giró de repente permitiéndole ver parte del cabello ajeno, alcanzó a ver unos mechones rojos.

-¡Oh, claro, y ahora es mi responsabilidad! -Gritó a todo pulmón-.

-No digo que lo sea, solo digo que-

-¿Qué? ¿Qué vas a decir? ¿También vienes a reprocharme mi elección de carrera? Ni siquiera sé cómo me encontraste en primer lugar, Shouto.

¿Shouto? ¿Cómo su compañero Shouto Todoroki?

-Le saqué la tarjeta al viejo e investigué por mi cuenta, no fue tan difícil si apareces en las noticias cada que ganas un premio o pierdes una competencia, Touya.

-Ese ya no es mi nombre, ahora soy Dabi, y a menos que tengas algo importante que decirme vete de aquí, no quiero tener nada que ver con ustedes otra vez.

-Touya, lo que el viejo te haya hecho no es mi culpa.

-¿No lo es? ¿Estás seguro de eso? 

-¿Por qué preguntas eso?

-Porque a lo mejor no te he dicho bien las cosas, "señor creación perfecta"

-¿Estás resentido conmigo por eso?

-Resentido no, estoy furioso. Superar eso no es tan simple, y menos cuando te tengo frente a mi. Agradecería que te fueras.

-... Te miraré desde las gradas, a diferencia del viejo realmente quiero verte patinar.

-¿Sabes? Haz lo que quieras, ha sido un día agotador y no estoy de buen humor para seguir peleando contigo.

Dabi caminó dando audibles pisotones en el suelo, entró a su habitación y cerró de un portazo. Shouto se dio la vuelta en dirección a otra parte lejos de ese pasillo.

Izuku sabía que el chico se encontraba mal, lo mejor que podía hacer era ir a verlo para ver su estado, conocía parte de la historia de su pasado y estaba al tanto de que no era aprobado por su padre, una de las razones por las cuales debía vivir por cuenta propia con su corta edad y las dificultades que eso traía.

Avanzó hasta llegar a la puerta ajena, tocó tres veces con el nudillo de su mano izquierda intentando mantener su mejor rostro, escuchó un gruñido al otro lado, volvió a tocar la puerta.

-¡Shouto, ya te dije que me dejaras!

-¿Dabi?

Escuchó como corría a la puerta, pero, en contra de todo pronóstico, no abrió. Apoyó la frente desde el otro lado antes de hablar, Izuku posó la mano en la superficie.

-Dabi, dime, ¿Qué pasa? 

-No es nada. -Murmuró-.

-Si no fuera nada no te habrías encerrado, ¿Quieres hablar de ello?

-Si te lo cuento me enojaré más, y no quiero... temo, temo hacerte daño.

-No me harás daño, sé que no lo harías.

Hubo una larga pausa entre ellos, Dabi pensó en lo que iba a decir, aún no se sentía bien como para abrir la puerta.

-¿Te importa si no... abro la puerta? Estoy asustado.

-En absoluto.

Se sentaron en el suelo al mismo tiempo, ambos apoyaron las espaldas contra la puerta. Dabi suspiró haciendo su cabello hacia atrás, río en silencio por un segundo, luego continuó.

-Creo que estoy listo.

-Aquí te escucharé.

-¿Recuerdas que mi padre me echó de casa?

-Sí, lo recuerdo perfectamente.

-Mi hermano es la razón de eso. Mi padre creyó que era mejor que yo luego de perder un estúpido juego de Shogi y eligió heredarle absolutamente todo, antes de eso se enteró que practicaba patinaje y comenzó a joderme, ya había acumulado demasiadas faltas a sus ojos. Ahora mi hermano me encontró y no sé que es lo que está intentando al hablarme de repente, ya pasaron dos años desde que no los veo.

-¿Y qué es lo que harás?

-No lo sé.

-¿Vas a enfrentarlo?

-No quiero hacerlo, ni siquiera tengo ganas de hablarle.