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Llegó a la academia temprano, había descansado y comido bien y pudo despedirse de su madre, lo cuál la hacía feliz, se sentó en su pupitre siendo la primera y revisó su celular, revisó los mensajes que tenía y vio uno de Toga alegré, era una foto del vestido que usaría en la competencia, color rojo lleno de diamantes en el escote y abdomen, la falda era redonda de un color negro, tenía una sola manga, la espalda era descubierta y sus guantes eran rojos con pedrería en las orillas.

Le mandó unos emojis diciéndole lo linda que se vería con el y comenzó a pensar sobre qué llevaría puesto.

Pronto lo sabría, la curiosidad la estaba matando entre tantas opciones. Al rato comenzó a ver fotos de su galería, los demás alumnos llegaron de a poco y los saludaba con amabilidad.

La campana sonó y las clases iniciaron, día tranquilo junto a Todoroki y sus amigas, el chico realmente esperaba el momento y trataba de irse, pero Izuku no lo dejaría, quería conocerlo más a fondo.

Obviamente Bakugou se interpuso entre su buen día.

-Oye, Deku.

-Dime así otra vez y te lanzó de la ventana. -amenazó sin voltear a verlo-.

-Tú y yo tenemos una charla pendiente.

-¿Ah sí? ¿Sobre qué? Si se puede saber.

-Ya sabes a que me refiero.

-Dilo con tus propias palabras, te reto.

Se comenzó a enojar y jalaría a la chica afuera, pero esta en un movimiento rápido le jaló el cabello en venganza y le golpeó el tobillo obligando a soltarla, en un intentó de Iida por detener la pelea recibió un grito por parte del Rubio, quién al voltearse tuvo un codazo en las costillas propinado por la peliverde y una cachetada.

-Una más tonkatsu, una más y pierdo la paciencia contigo.

Se sentó dejando a los alumnos asombrados, la chica ambla con cara bonita y tierna era fuerte, no había que meterse con ella o de lo contrario sufrirían las consecuencias, eso quedo más que claro para todos.

El receso acabó volviendo a clases, prestó atención a la explicación del profesor mientras imaginaba como podía alegrar a su nuevo amigo y cambiarlo su rostro serio aunque fuera por un segundo.

Ya había pasado una semana en clases y todo estaba bien, faltaba menos de dos meses para la competencia y sentía que debía practicar más.

Le daba unas pulidas a sus saltos cuidadosamente, teniendo la precaución de no tener una lesión, eso seria fatídico.

Cuando terminó el día, al estar en la salida pudo ver a Dabi en la entrada con una bolsa de ropa, se despidió de sus amigos y corrió hacía él, lanzándose de frente a sus brazos dejando a medio colegio sorprendido, luego besó su mejilla y se bajó para caminar junto a el.

-¿Será su novio?

-Es lo más probable.

Puso al día a su amigo, quien la sujetaba de la cadera con un brazo, ella comenzó a hablar sobre los saltos acercándose más a el y llegaron a la estación de metro.

-Me gusta tu lutz triple, se te da excelente.

-Gracias, pero prefiero más tu loop cuádruple, lo haces como si fuera lo más simple.

-Años de práctica dan frutos.

Llegarían a la zona de la pista e irían a los vestidores, se colocarían sus trajes de práctica y empezarían a estirarse ayudándose uno al otro, Izuku ataría su cabello en una cola de caballo alta y se colocaría los patines, Dabi revisaba los suyos por si acaso y luego se los colocaría.

El pelinegro encendió un parlante y le colocó el USB de su música mientras configuraba el aparato. Izuku sin dudarlo fue a la pista, practicaba un salto de vals tranquilamente hasta escuchar la música, Dabi se acercaría al centro de la pista y retrocedería la pista para iniciar con un control remoto.

La chica se acercaría y quedaría frente a él, dejaría la música fluir y comenzarían a bailar la canción ejecutando su programa, harían el molinete a la mitad y luego volverían a la posición patinando por la pista como si estuvieran bailando.

Al finalizar, Dabi la tomó de la cadera y ella se hizo hacía atrás sujetándose tras su cuello con una mano, las respiraciones agitadas de ambos se mezclaban, le sonrieron al otro, era una buena escena para un beso.

-Vamos por agua antes de que lleguen los demás.

Recuperaron la postura y juntos fueron a la orilla por sus botellas de agua, Izuku estaba un poco distraída, sentada en la banca pensando en si hubiera ocurrido ese beso.

-¿En que tanto piensas Zuzu?

-En el programa en solitario -mintió ávidamente-, estoy pensando que tal vez los saltos no son suficientes y debería agregar más al programa.

-Si agregas más te agotaras muy rápido y se notará en los saltos finales, poniendo en peligro la puntuación.

-Lo sé, pero ¿Y si los jueces esperan algo más?

-Por favor, Zuzu, tu programa es completo y he visto como te esfuerzas para lograr algo tan asombroso, logras un cuádruple y sigues derecho luego del aterrizaje, es imposible que no ganes.

-¿Puedes prometerme una cosa?

-Dime y haré lo que este a mi alcance.

Se acercaría a ella quedando de frente y se agacharía a su altura, juntando ambas frentes.

-Prométeme que vas a estar ahí, gane o pierda, y me darás un abrazo como consuelo.

-Lo prometo, conejita lunar.

Besaría su frente y el puente de su nariz, se sentó junto a ella apoyando su cabeza en la banca, la chica se quitaría los patines para descansar un rato y practicar su solitario.

Las horas pasaron y ya era un poco tarde, dejarían el lugar en manos del maestro y se irían a sus hogares, cansados. Mañana no había práctica y era sábado, podrían descansar y dormir todo el día si querían.

- Al fin puedo descansar un poco.

-Mañana voy a visitar a mi madre, así que no estaré por aquí.

-¿Quieres que vaya contigo?

-Tú descansa como se debe, te llamaré por la tarde para saludar.

-Suena bien para mi, vete a dormir pareces un zombie.

-Este zombie solo come cerebros verdes como el tuyo.

Le mordería la oreja sacándole una sonrisa, ambos rieron. Se despidieron al llegar a la separación, debían descansar correctamente.

Hielo Rosa Para DekuWaar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu