"Adrian Haggard, antiguo militar y mercenario, además de gran amigo de la familia Stone, es contratado para cuidar a Morrigan Stone, quién además de sensual, es algo alocada y a veces un poco irresponsable. Adrian no es la excepción y sucumbe ante l...
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-Y esta vez, ¿a dónde iremos? - Preguntó Morrigan abrazando a Adrian, la chica tenía curiosidad por saber a dónde irían ahora, pues Adrian no había comentado nada a cerca de su nuevo destino.
El hombre la contempló y acarició delicadamente las mejillas de la mujer antes de depositar un suave beso en sus turgentes labios. Adrian suspiró y le dedicó una sonrisa. La joven le devolvió la mirada, llena de duda e incertidumbre. A Morrigan ese viaje le parecía una locura, no llevaba a ningún lado, sólo era dar vueltas al universo y enfrentarse a peligros que, de no ser por todas esas vueltas, jamás se habrían enfrentado. La chica pensaba que sólo hubieran necesitado de un par de días después del conflicto para llegar a la Tierra. Pero los días pasaban y el viaje se volvía interminable.
-No tienes una respuesta, ¿verdad? - Exclamó Morrigan frunciendo el ceño - ¡Lo sabía! - dijo molesta - Estamos varados en el espacio y para colmo, nos sigue acechando un gran peligro.
-Tengo una respuesta y no deberías preocuparte, lo tengo todo bajo control. - Respondió Adrian y volvió a abrazarla para besarla nuevamente. Esta vez su beso fue más posesivo y urgente - Nuestro próximo destino es Sokaris - Dijo luego de un largo e intenso beso - En este lugar, Beckett no podrá encontrarnos.
Morrigan no pudo ocultar su expresión de sorpresa, ¡Sokaris era un planeta desaparecido! La chica sabía que hacía muchos años, la constelación Uto, hogar de Sokaris fue devorada por un enorme agujero negro y ni siquiera los Stone habían intentado entrar en una de esas cosas. Si entraban en ese lugar, era posible que jamás pudieran regresar a Nova Terra o dirigirse a la Tierra.
-¿Qué disparates estás diciendo? - Preguntó Morrigan - Si te estás burlando de mí...
-No, no es lo crees - Exclamó Adrian poniéndose serio - Sokaris es un sitio muy seguro, nadie nos va a encontrar, ¡ni siquiera Beckett! - Suspiró - Ya te lo dije, él no se atrevería a poner un pie en ese sitio.
-¡Pero está en un jodido agujero negro! - Gritó la chica - Nadie se ha atrevido entrar a uno de esos, o si lo han hecho, ¡nunca han salido de ahí! - dijo histérica.
Morrigan sabía que los agujeros negros eran peligrosos y que absorbían todo lo que encontraban a su paso. Ni siquiera la luz se salvaba de sus fauces.
-Eso lo dices porque nunca antes habías escuchado hablar de Adrian Haggard - Sonrió el hombre y le besó la frente.
-Mi abuelo nunca me dijo nada respecto a eso... - Suspiró Morrigan - Tampoco mi padre o Liam. - murmuró - Jamás mencionaron que pudiste entrar y salir de un agujero negro. - exclamó la joven mirándolo con los ojos entrecerrados, pensando en que quizá Adrian se estaba burlando de ella - Ellos solo mencionaban tus hazañas en la Gran Guerra y tus victorias bélicas. - suspiró - Pero ninguna de sus historias hizo hincapié en los agujeros negros.
-Porque nunca se enteraron de ese logro - Murmuró Adrian guiñándole el ojo a la joven - Antes de que todo esto sucediera y me uniera a los esmilodontes - Comentó - Yo estaba en un grupo de investigación respecto al tema de los agujeros negros. No sólo he formado parte de la milicia, también me involucré en cuestiones científicas y tecnológicas - suspiró el hombre - Durante varios meses, mi equipo y yo nos dedicamos a construir una cápsula para enviarla directo a uno de estos agujeros negros. - exclamó el hombre - La cápsula fue pilotada a control remoto y logramos adentrarnos en el agujero - Sonrió - Gracias a ello descubrimos Sokaris... - Murmuró y guardó silencio.
