El secreto de mi dulce omega

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No reprima su vida sexual por tabúes, sólo cuídense. - Mara<3 

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Un omega debe limpiar, cicinar y complacer a su alfa...

Emilio estaba comprometido con Joaquín incluso desde antes de nacer.

No se quejaba y nunca lo hizo, la única vez que los Osorio permitieron las nupcias por amor, acabaron con un ejercito de abogados intentando salvar su capital de una omega despiadada que consideró oportuno aprovecharse de la inocencia de un alfa idealista y soñador.

Emilio consideraba que si su futuro esposo no hacía algo similar, ya sería contada como una victoria a su favor.

No esperaba nada, no tenía espectativas más allá de no ser estafado descaradamente por su omega, pero la sorpresa que se llevó al ver a Joaquín por primera vez, no se la podía quitar de la mente.

Joaquín había nacido unos cuantos días antes que él de una adinerada familia con la cual sus padres compartían salidas y cocteles.

Cuando ambos omegas de la relación quedaron preñados, consideraron una exelente idea cometerlos si eran omegas y alfas.

Para suerte de los cuatro, Emilio había nacido para ser un alfa fuerte y grande como su padre, y Joaquín se había presentado como un omega continuando con el linaje predominante de los Bondoni.

Como de ambas partes estaban de acuerdo con la idea del matrimonio arreglado, se les permitió algo que normalmente no se hacía en esas circunstancias; presentarlos formalmente y dejarlos mantener una relación real muchos años antes de la boda en cuestión.

Ese día tenían tan solo quince años.

El día previo al cumpleaños dieciséis de Joaquín fue el elegido para que se conozcan.
El omega tenía el pelo castaño en ese entonces, casi miel. Llevaba un traje semi formal blanco en honor a su día especial y una sonrisa tímida que alteraba a todos los alfas del recinto.

Emilio se dijo en ese momento, con el corazón a mil por hora en su pecho y tragando duro para no sentir lo seca de su garganta, que era el alfa más afortunado del mundo.

Esa noche invitó a su omega a bailar entre las demás parejas, tomándolo de su diminuta cintura y respirando hondo el aroma dulzon que desprendía el mayor.

-Hueles raro- Había dicho Joaquín escondido en su hombro mientras bailaban al son de la lenta balada.

-Vino- Respondió tranquilo Emilio. -Tu hueles dulce-

-Gelatina- Respondió sonriendo al sentir como el menor se pegaba más a él.

Sin embrago, como cualquier cosa regida bajo el ojo vigilante de figuras de autoridad, esta relación tenía regalas y muy estrictas.

Para empezar, prohibidas las citas en lugares privados; debían salir con algún chapaperón que los observe desde lejos pero se encargue de que no se alejen de la vista pública.

Segundo, totalmente prohibido el sexo prematrimonial sin excepción; aunque Emilio tenía permitido por parte de ambas familias mantener relaciones con otros omegas, por respeto a que Joaquín no tenía la misma libertad, nunca siquiera pensó en hacerlo.

Y tercero, jamás debían hacer algo que ponga en riesgo la vida del omega; Emilio fue criado para soportar los golpes con la barbilla alzada y el pecho hinchado, pero Joaquín no, por lo que el alfa debía considerar siempre el peor de los casos antes de invitar a salir a su prometido.

Euphoria ||•Emiliaco /Libro ||Where stories live. Discover now