∞ Cap 19 ∞

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Capítulo 19

Un hombre ridículamente alto, que le sacaba varios centímetros, robusto, bastante macizo, y para nada atractivo forcejaba con Gulf. Con una mano llevaba la camita portátil de Hazard con un felino observándolo como si fuera su peor enemigo y con la otra trataba de arrastrar a Gulf hacia donde él quería.

- Oficial, le estoy diciendo que no estaba pidiendo limosna en el aeropuerto – Gulf trataba de zafarse del agarre de un policía del lugar.

- Estaba tocando el violín, muy bien debo admitir – indicó el oficial – y tenía a su gato en una canasta en el piso, no quiera pasarse de listo conmigo joven, vi perfectamente cuando esa mujer dejó un billete de cinco dólares en su canasta – apretó su agarre haciendo que Gulf se quejara de dolor – en el aeropuerto no se permiten los mendigos, así que le pido por favor que abandone las instalaciones ahora mismo –

- ¿Gulf? –

La voz de Mew lo hizo detenerse de contestar al oficial de policía que no quería soltarlo. Mew estaba ahí, a unos cuantos pasos de él mirándolo de manera extraña. Lo cual era lógico por la situación en la que se encontraba. Pero nada importaba, nada salvo que él estaba ahí, que no se había subido al avión y que no lo haría, o al menos no dejaría que lo hiciera sin luchar en el proceso.

- ¡Él! – le gritó al hombre que lo tenía retenido – estaba llamándolo a él – señaló a Mew con la mano que tenía libre - ¡Suélteme! – Gulf hizo un movimiento brusco y pudo liberarse el policía para correr a los brazos de Mew - ¡Mew! – gritó antes de envolver su cuello entre sus brazos.

Lo tenía y no lo dejaría escapar. Por mucho que Mew quisiera huir otra vez, esta vez haría de lado todos los sentimientos negativos y se iba a concentrar en solucionar las cosas entre ellos, eso era lo que quería. Eso era lo que más deseaba.

- ¡Gracias al cielo que no subiste a ese avión! – susurró Gulf al oído de Mew - ¿Me escuchaste? ¿Escuchaste tu canción? –

- Sí, pude escucharte cuando iba por el pasillo de la aerolínea – respondió el mayor correspondiendo tímidamente al abrazo de Gulf – pero... ¿Qué es lo que haces aquí? –

- ¿Conoce al joven señor? – preguntó el oficial a Mew mientras señalaba con la cabeza a Gulf.

- Sí – contestó confundido.

- Ese policía cree que soy un vagabundo y que pido dinero a cambio de tocar el violín – le explicó el menor a Mew – no entiende que todo lo que quería hacer era tocar y que escucharas la canción para que no abordaras el avión, no iba a permitir que te fueras, no otra vez –

- ¿Estás aquí por mí? – la emoción de Mew era palpable en su voz, pero no quería ilusionarse hasta que Gulf le explicara exactamente qué estaba haciendo en ese lugar.

- Espera – pidió Gulf y se encaminó al oficial para quitarle a su mascota y volver con Mew – estamos aquí por ti – señaló a Hazard y a él mismo – queremos unirnos a tu squad Mew, pero antes tú y yo debemos de hablar de lo que pasó aquel día que no te presentaste a nuestra boda, quiero escuchar las razones que tuviste para causarme tanto dolor – sin poder evitarlo empezó a llorar – me ha costado mucho aceptar escucharte, había temido por tanto tiempo que me dijeras que ya no me quieres pero... -

- Eso jamás Gulf, nunca podría dejar de amarte – interrumpió Mew mirándolo a los ojos.

- ¿Aún me amas entonces? – cuestionó el menor la mirada esperanzada.

- Mucho más de lo que te amaba antes – respondió Mew con una sonrisa que afirmaba que sus palabras eran ciertas.

- ¿Y qué opinas de que Hazard y yo semos parte de tu squad? – las lágrimas de Gulf se mezclaban con la sonrisa que adornaba su rostro.

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