Capítulo 7

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Marcela quedó muy sorprendida, no entendía por qué Betty la estaba besando, pero aún así no tuvo la intención de apartarse, por el contrario le correspondió el beso y aumentó su intensidad mientras rodeaba con sus manos la cintura de Betty.
Ambas disfrutaban de un apasionante beso cuando de pronto Betty empezó a desabotonar el saco de Marcela e intentó quitárselo hasta que lo logró por completo, la situación iba entrando en calor rápidamente, hasta que de pronto tocaron la puerta:

- Betty mija ¿puedo pasar? - dijo doña Julia.

Ambas se asustaron y se apartaron rápidamente la una de la otra.

- Claro mamá, pase. - dijo Betty agitada.

- Espero no interrumpir pero es que me imaginé que no iban a dormirse tan rápido entonces quise traerles un tecito y unas galleticas para la plática. - dijo doña Julia sonriendo.

- Gracias mamá pero no era necesario. - dijo Betty agradecida.

Marcela y Betty estaban nerviosas por la presencia de doña Julia.

- Tome señorita, se cayó al suelo su saco. No se le vaya a ensuciar. - dijo mientras lo levantaba del suelo y se lo entregaba.

- Gracias doña Julia. - dijo Marcela muy nerviosa.

- Perdónenme la pregunta pero ¿están ustedes bien? Las noto algo tensas.

- Estamos perfectamente. - dijo Marcela.

- Sí mamá, creo que solo estamos algo cansadas, es todo. - dijo Betty

- Ah bueno, entonces yo ya las dejo para que puedan descansar. Buenas noches. - dijo doña Julia mientras salía del cuarto.

- Buenas noches. - contestaron Betty y Marcela.

La situación era incómoda para ambas hasta que:

- Perdóneme Betty, creo que me hizo efecto el whisky que me dio su papá mientras me mostraba sus títulos.- dijo Marcela avergonzada.

- No Marcela, quien le debe una disculpa soy yo, yo fui quien inició todo. No sé que me pasó, solo fue un impulso. - dijo Betty muy apenada.

- Betty no se preocupe. Creo que es mejor que yo ya me vaya a dormir. Hasta mañana.- dijo Marcela yéndose.

- Hasta mañana. - contestó Betty.
Betty se quedó en su cuarto aún muy sorprendida por lo ocurrido, así que decidió escribir en su diario:

"No puedo creer que hice eso, no puedo creer que besé a doña Marcela.
Nunca pensé que diría estas palabras ya que ella y yo siempre fuimos de alguna manera enemigas, además se trata de una mujer y por si eso fuera poco es la prometida de don Armando, él hombre del que aunque no me guste admitir aún estoy enamorada.
Algo que me tiene muy impactada es que no sé que hubiese ocurrido si mi mamá no nos interrumpe, creo que todo hubiera ido mucho más allá de un simple beso y eso me asusta, me asusta saber que no me sentía incómoda por la situación sino por el contrario me sentía muy cómoda y ella también parecía estarlo. Ahora mismo me siento muy confundida."

Mientras tanto Marcela en el otro cuarto:

- ¿Pero qué acaba de pasar? ¿Cómo pude besar a Betty? De verdad no entiendo lo que pasa y mucho menos lo que sentí. No sé que voy a hacer. - dijo Marcela preocupada.

La noche pasó rápidamente y ya era la mañana, Marcela y Betty ya estaban listas para irse a Ecomoda:

- Doña Julia, don Hermes muchísimas gracias por permitirme pasar la noche aquí. - dijo Marcela agradecida.

- Fue un placer. Pero que no se le olvide su promesa por favor.- dijo don Hermes

- Por supuesto que no don Hermes, yo voy a volver.

En ese momento llegó Nicolas:

- ¿Qué hubo Betty? ¿Ya se va para Ecomoda?

- Sí Nicolas, pero no sea grosero.

- Una disculpa. Yo soy Nicolas Mora, mucho gusto. - le dijo a Marcela.

- El gusto es mío, yo soy Marcela Valencia.

- Bueno Nicolas, mamá, papá ya los tenemos que dejar o vamos a llegar tarde a la empresa. - dijo Betty riendo.

- Nos vemos. - dijo Marcela mientras salían de la casa.

- Marcela, yo creo que no deberíamos de llegar juntas a Ecomoda podría parecer extraño. - dijo Betty mientras se dirigian hacia el carro.

- Es cierto puede parecer extraño, pero no la pienso dejar aquí. Además ¿qué es lo peor que podría pasar? ¿Qué Armando nos vea? Estoy segura de que se nos ocurrirá alguna excusa. - dijo Marcela.

- Está bien. - dijo Betty mientras se subían al carro.

Cuando iban de camino a la empresa a Marcela le surgió una duda:

- Betty será que ¿puedo hacerle una pregunta?- dijo Marcela mientras manejaba.

- Claro que sí. - dijo Betty.

- Mire es que en la carta Mario habla de Nicolas como una amenaza para la empresa porque parece ser que él es muy cercano a usted y bueno usted le ha dicho a las del cuartel que él es su novio, mi pregunta es ¿usted realmente tiene algo con él? - dijo Marcela preocupada.

- No, para nada. Nicolas es como un hermano para mí. La razón por la que yo les decía que era mi novio a las del cuartel era para que no sospecharan de lo que realmente pasaba... con Don Armando.

- Ah ya lo entiendo todo. - dijo Marcela aliviada, mientras dejaba escapar una pequeña sonrisa.

- ¿Por qué la pregunta? - dijo Betty.

- Por simple curiosidad, solo eso. - dijo Marcela nerviosa.

Luego de unos minutos llegaron a la empresa. Ambas entraron juntas a Ecomoda, por suerte a nadie le pareció extraño. Hasta que subieron por el ascensor y estaba Patricia:

- Hola Marce. - dijo Patricia.

- Hola Patricia.

- Marce ¿te puedo hacer una pregunta?- dijo Patricia mientras la veía de pies a cabeza.

- Dime. - contestó Marcela.

- ¿Tú no dormiste en tú casa ayer, verdad? O sino no traerías la misma ropa. - dijo con curiosidad.

- Patricia eso es algo que no te incumbe, así que ya déjame en paz, ¿quieres?

- Bueno Marce, no te enojes conmigo.

- Betty, después hablamos ¿sí?- dijo Marcela.

- Claro Marcela.- contestó Betty mientras se iba a presidencia.

- Marce ¿vas a dejar qué te llame así? - dijo Patricia indignada.

- ¿Así cómo?

- Te dijo Marcela en lugar de "doña Marcela" ¿Qué es esa confianza Marce? ¿ Y esa quién se cree qué es? - dijo enojada.

- Ay ya Patricia, ni yo me preocupo tanto como tú.

- Pues para que veas que yo si soy una buena amiga Marce.

- Bueno bueno. ¿Sabes qué? Mejor ven conmigo a mi oficina, que necesito contarte algo muy importante. - dijo Marcela mientras iba a su oficina.

- Ya voy Marce, espérame. - dijo Patricia mientras corría tras Marcela...

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Marcetty: Un amor súbitoWhere stories live. Discover now