Semana RadioDust Octubre 2021

Día 2: Fantasía / Kamisama Hajimemashita

Las campanas del instituto sonaron e indicaron que la hora del almuerzo acababa de comenzar. Anthony, sin embargo, no podía enfocarse al cien por ciento en el receso ya que debía terminar de hacer sus deberes atrasados y terminar de completar un par de actividades. Abrió su libro de texto sobre su pupitre, anotó un par de cosas con su lápiz y esforzó su mirada concentrada en las hojas de los ejercicios.

Los murmullos de las chicas en los pasillos lo desconcentraron.

"Sigue llamando la atención de medio mundo."

Anthony miró con cara de pocos amigos a todas las alumnas que miraban a su compañero de estudios frecuente. Alastor era un "nuevo estudiante" en su instituto y se la pasaba pegado a él en los almuerzos y recesos escolares. A pesar de que todas las chicas se habían dado cuenta de lo atractivo y estético que resultaba a la vista y le tenían envidia a Anthony por pasar mucho tiempo con él, ninguna de ellas tenía idea del verdadero trasfondo de su relación.

—Estúpida época de exámenes —susurró el rubio disgustado al hacer sus ejercicios en el cuaderno.

Alastor, el castaño de pupilas rojas y piel canela, se cruzó de brazos sobre el pupitre de Anthony y sonrió como si se tratara de un sabelotodo encantador. El uniforme escolar le sentaba muy bien y lo hacía elegante y masculino.

—Si no puedes con algo tan sencillo como los estudios, simplemente deja de venir a la escuela —el moreno entrecerró sus ojos y dirigió una mirada astuta hacia el rubio, quien lo observó entre aburrido y enojado.

"Acepto que Alastor venga conmigo, pero... Es tan irritante."

—No has estado estudiando ni preparándote mejor para sostener tu lugar como deidad de la tierra —comentó Alastor como un claro reclamo a pesar de sonreír plenamente—. ¿En qué estás tan ocupado si no estás haciendo tu trabajo ni estudiando?

Todas esos comentarios atravesaron uno por uno a Anthony, haciéndolo enojar rápidamente. Claro, para Alastor era fácil decirlo, él no sabía lo que era ser un humano y tener miles de pensamientos y problemas que no tuvieran que ver con dioses, demonios y deidades extrañas de todo tipo.

Si tenía que resumir la historia, podría hacerlo en pocas oraciones. Alastor era un demonio guardián, el cual protegía el santuario de la deidad de la tierra y se desvivía por ser el acompañante del nuevo amo que llevaba ese cargo. Y ese amo era Anthony, el cual había asumido su responsabilidad como deidad debido a una larga serie de eventos desafortunados. Ahora mismo, el rubio vivía en el templo que se resguardaba al fondo del bosque. Se estableció allí luego de que su padre huyó de su casa y los acreedores le quitaron la propiedad. Cuidaba de su nuevo hogar, estudiaba la sociedad de espíritus y deidades y se esforzaba en cumplir su papel a pesar de que todo eso era muy nuevo para él, quién había vivido como un humano normal hasta hace pocos meses atrás.

Desde que conoció a Alastor, su vida había cambiado por completo. Gozaba de su protección y de sus enseñanzas para cumplir adecuadamente con su nuevo rol de Dios, pero a veces se sentía pesado tener que cumplir grandes expectativas y sufrir sobre protección. Alastor empezó a acompañarlo a clases con una apariencia humana porque quería protegerlo, muchos demonios buscaban dañar a la nueva deidad de la tierra o probar su poder.

Fuera de esa apariencia humana, el demonio tenía un cuerpo completamente diferente. Cabello rojo y brillante, orejas, largos cuernos de ciervo y kimonos tradicionales que se utilizaban en muchos templos antiguos.

Naturalmente, en su forma humana lucía menos llamativo, pero seguía siendo increíblemente precioso y por eso todas las chicas parecían enamorarse de él al solo verlo. Anthony se acostumbró a que el moreno llamara la atención, se acostumbró a sus cuidados y a sus severas enseñanzas. No obstante, era muy consciente de que aún le faltaba mucho poder y conocimientos para ser una verdadera deidad. Aún no se sentía a la altura de las expectativas de Alastor y, a pesar de que antes no se lo tomaba en serio, ahora sí quería lograr ese objetivo para enorgullecer al demonio ciervo.