Y como era de esperarse se enamoro de sus ojos dorados y su larga cabellera de hilos cual oro, Garrett jamás pensó en el amor, la guerra y sus infinitas luchan habían hecho un pozo vacío en su ya muerto corazón...
Pero al presenciar a aquel puro ser...
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Una nitida y suave brisa circulo por la habitacion, en donde solo dos almas habian encontrado su destino entrelazandose la una a la otra, forjando sin saberlo la union mas pura en muchos milenios, dos cuerpos en reposo y sus mentes dormidas, en la penumbra del cuarto entre sabanas, unos brazos delicados y finos se movian sobre él hombre, acariciando el menton, deliniando las marcas recientes del acto cometido hace un par de horas que se encontraban en su grueso cuello
- Je pense qu'il est temps de rentrer, mon coeur (creo que es hora de ir a casa, cariño)- un hermoso acento frances rompio el silencio de la habitacion
-A pesar de que ya amanecio, aun no quiero moverme de la cama, hermosa - hablo el veterano, abriendo los ojos despues de largo rato en descanso, miro a su bella mujer, sus cabellos alborotados por culpa suya, ojos brillantes, la sabana cubria solamente de su cintura hacia abajo, dandole una vista grata de la espalda de la rubia vampira, sus lindos bracitos envolviendolo en un abrazo, solto una risa con solo verla, vaya ....penso, realmente aun no podia creer lo que habia pasado entre los dos, no queria dejarla ir aun, tenian que regresar a la casa de los Cullen, pero eso solo significaba que la atencion de su chica ya no estaria exclusivamente para el, y llamenlo egosita, pero no queria separarse tan pronto de los brazos de ella, despues de la noche desenfrenada que tuvieron, mostrandose cuanto se amaban, sentia que estaba viviendo en una fantasia, en su pequeño cuento de hadas, donde habia encontrado a su princesa, pero ella lo habia rescatado a él
levanto su brazo y metio su mano entre los cabellos rubios, apartando cada mechon de oro de su fino rostro, la miro cerrar los ojos por su toque, sin darse cuenta, sus ojos se posaron en el gracil cuello niveo de su chica, donde marcas rojizas se encontraban adornandola como si fuera un lienzo con pintura y el fuera el mismisimo autor de aquella atractiva obra, acaricio cada uno de ellos, y entre mas baja su mano, noto unos pequeños puntos profundos rosas - oh cariño- exclamo con pena , llamando a la atencion de ella - no pense que fuera a quedarte cicatriz
