Y como era de esperarse se enamoro de sus ojos dorados y su larga cabellera de hilos cual oro, Garrett jamás pensó en el amor, la guerra y sus infinitas luchan habían hecho un pozo vacío en su ya muerto corazón...
Pero al presenciar a aquel puro ser...
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Mire como Alice y Jasper fueron tomados bruscamente, como si de criminales se tratase.
-Alice, Mi querida Alice- menciono Aro con devoción. -Que gusto me da verte aquí, después de todo
Fruncí el ceño al escucharlo, sabia que estaba loca por Alice, que sus planes eran utilizarla para su conveniencia, era el hombre más repulsivo que había conocido en toda su larga vida.
-Tengo evidencia de que la niña no será un riesgo para nosotros- dijo Alice aun siendo retenida junto a su pareja, mire como movio su delicada mano hacia Aro, era como ver la creación de Adán, otorgando la vida como un siervo y no pude sentir mas miedo que ese momento, mi familia siendo subyugada y juzgada por aquel hombre tan vil, sus ojos rojos mirándola con desconfianza y temiendo que en cualquier momento pidan decapitarla, aunque en lo más profundo de mí, sabía que no pasaría, Aro moriría antes de que dejara que la matarán- Te mostrare
- Hermano – Susurro Cayo con desconfianza latente en su voz
Mas sin embargo Aro hizo caso omiso y extendió ambas palmas aceptando a la vampira, Alice se soltó bruscamente de los hombres con capucha, avanzando al Pelinegro, dejando atrás a Jasper, siendo abofeteado en consecuencia, solo logrando enfurecerlo aún más.
Aro tomo con desesperación la mano de mi hermana, deseoso de ver el futuro que se acercaba, fijo sus ojos rubís en la nada, perdido en su mente con una sonrisa y estupefacción enplasmada en su rostro.
-No importa lo que te haya mostrado, aun viéndolo todo – menciono con enojo y quitando con rapidez su mano – no cambiaras tu decisión – volteando rápidamente, me miro con preocupación- Ahora- murmuro y ahí lo supe, ya había comenzado.
Gire a ver a mi pequeña bestia y note en sus ojos la confusión
- ¿Qué está pasando mamá Stella? - pregunto con su tierna voz
-Es hora cariño, no olvides cuanto te amo
Pose mi mano sobre el suave pelaje del metamorfo a mi lado y mirando sus ojos cafés con decisión – Jacob, cuídala por mí.
