Capitulo 19

86 2 4
                                    

-Rosemary... -murmure.
-¿La conoce Señorito Aidan?
¿Debería decirle a esa extraña mujer? ¿Debería decirle que solo la conocí en un sueño? ¿Me creerán loco?
-No.
La mujer se paro del asiento y se acercó a mi oído. Podría sentir su respiración.
-Le recomiendo que no se le acerque a la Señorita Rosemary. A su padre no le gustaría que alguien como usted, se juntara con su hija. -terminando de decir esto, se salió del cuarto.
Tenía razón. Pertenecía a una clase baja...
Demonios.
En ese momento se abrió la puerta, y entro una mujer delgada, su cabello cafe recogido en chongo, sus ojos azules apagados, su piel palida. Amy, mi "madre".
-¿Como estas? -dijo mientras se sentaba en la silla y me tomaba de la mano. Ella nunca lo hacia, nunca.
-Bien... -lo mire extrañado.
-Me preocupas -me aparto un mechón de cabello que estaba en mi cara.
-Yo se que no te preocupo, así que deja de fingir, no hay cámaras de seguridad. -lo mire enojado.
Su cara cambio por completo. Paso a de ser una madre que se preocupa por su hijo adoptivo a ser la malvada madre de los cuentos de hadas.
Ella iba a hablar, pero antes, tuvo que ver si en realidad no había ninguna cámara.
-Eres un idiota de mierda. -me abofeteo.
Solo pude callar y cerrar mis puños con tanto coraje guardado.
Se paro y empezó a caminar por la habitación. Una mano en su cadera y la otra agarrando fuertemente su cabello.
-¡¿TE DAS CUENTA LA CANTIDAD DE DINERO QUE ME HICISTE PERDER?! -gritó con todas sus fuerzas.
-Perdón. -hable entre dientes.
-¡¿PERDÓN?! ¡¿PERDÓN?! ¡TRABAJA PARA PAGAR LO QUE YO HE GASTADO! -iba a salir cuando yo le dije algo, algo del que me iba a librar de todo:
-¿No la hija del dueño, Rosemary Evans, pago todo?
-¿Q-Que? -Se voltio y se puso dura como una roca.
-Lo se, lo se todo, no me quieras engañar con eso. -reúno el valor- Estoy harto, desde los 12 años me has maltrato y vendido a señores perversos, pero ya no, ya no mas, ahora viviré mi propio mundo.
Amy empezó a reírse como loca.
-Bien, agarra tus cosas y lárgate de la casa, si te vuelvo a ver, le pediré a Matthew que te rompa el brazo como la ultima vez. A partir de ahora arreglare los papeles para dejarte huérfano. Ya se porque tus padres te dejaron. -me miro cruelmente- Eres un desperdicio de persona. -diciendo esto, se largo del cuarto.
Paso unos minutos.
-¡¡¡SI!!! -Libre, estaba libre.
De repente, en ese momento se abrió la puerta.
-¿Aidan? ¿El chico lector Parker? -un muchacho de cabello negro, tez blanca, ojos cafés y su perfecta puntiaguda nariz.
-¿Te... Conozco? -lo mire extrañado, no sabia quien era el.
-¡No puedo creerlo! ¡Si eres Aidan Parker! -se acercó hacia a mi y me abrazo fuertemente. Lo empuje.
-¡¿Que crees que haces?! ¿Llegar y abrazar a un desconocido? ¿Enserio? -lo mire furioso.
-No. -sonrío- no querido amigo, no eres un desconocido para mi, eres mi mejor amigo de la infancia, mi hermano no de sangre. Soy Dylan -Sonrío mostrando sus dientes blancos.
-¿Dylan...? -mi voz se debilitó, mis lagrimas fluyeron y se apoderaron de mi rostro. Dylan, mi mejor amigo del orfanatorio WhiteEvans.
Nos abrazamos muy fuerte, y después, nos separamos.
-Amigo... No te he visto en 4 años... Nadie a sabido algo acerca de ti, tu madre-
-Amy, no es my madre.
-Es una perra, sin ofender.
-Lo se.
-No me dijo nada de ti, solo me dijo que estabas ocupado, solo eso...
-Dylan... Estuve en coma.

El mundo de AidanWhere stories live. Discover now