Capitulo 7: El Expreso de Hogwarts

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Sirius Black no podía considerarse una persona introvertida, en lo absoluto. Tenía cierta facilidad al hablar con personas; dirigirse a adultos de forma adecuada y poder tratar con chicos de su edad (aunque no conozca muchos de ellos). Sin embargo, quizá era la potencialmente energía que emanaba este muchacho lo que lo volvió un ser antisocial, no quiere decir que no le agradará, solo que...no se sentía en confianza del todo. No sabía con quién hablaba, no habían presentado sus nombres, de ser así, quizá la conversación sería más acogedora para él y tal vez para el jóven de lentes. Supuso que debía presentarse en algún momento. Siendo honesto, Sirius sabía que su apellido y su nombre son muy conocidos, no era algo que podía pasarse por alto. ¿Y que tal que se hicieran amigos y el resultará ser hijo de muggles? Pensó en la cómica situación de invitarlo a casa y que su madre se exaspere en cuanto le dijese; Es hijo de muggles, no entiende de que hablas, madre.
Sin dudas la situación sería demasiado divertida.

Podía seguir charlando y tomarse esos ratos para imaginar, pero en un momento todo se detuvo. Una chica pelirroja entro al compartimiento con el rostro cubierto por sus manos y cabello, mientras soltaba pequeños sollozos.

Sirius observó a el chico con lentes, pero éste no le devolvió la mirada. Fue como si sus ojos se profundizarán en la muchacha y quisiese ayudarla. No es que Sirius no quisiera hacer lo mismo...solo...no era muy bueno en este tipo de situaciones, no como debería. No recuerda la última vez que había llorado, y no era algo común en la Mansión Black, a menos que lloren por la muerte de un familiar, que tampoco ocurre, solo su más allegado lo despide de esa forma, los demás se mantienen al margen, podrían considerarnlos irrespetuosos. No importa que tan amigo o que tanto lo querías, solo los más allegados lo despedirán de esa manera tan sentimental y tú, simplemente observas, con respeto, espalda erguida y vista al frente; una vista seria y vacía. Los sentimientos eran así, pues, Sirius solo los conoce de esa forma.

La chica pelirroja noto la presencia de los chicos y se ruborizó como un tomate.

- L-lo siento...- farfullo-. Creí que no había nadie...

- No te preocupes- se apresuró el chico de lentes a decir-. Soy James, James Potter y él...- esperaba que Sirius contestará.

Un Potter...joder, un Potter. Familia sangre pura, casualidad que sea amigable con muggles y squibs, su madre se moriría de un infarto. Los Black nombraban a aquella familia como si fuera una desgracia para la sangre pura, no es a la única familia que insultan, pero si la más conocida.

- Sirius Black- contestó sin más que agregar. Desde su vista periférica intento ver si James podría llegar a hacer alguna mueca.

James simplemente le dedicó una sonrisa cálida y volteó su atención a la chica.

- ¿Por qué llorabas?

La chica pelirroja volvió a romper en llanto.

- ¡No, no, no!- se apresuró James nuevamente-. ¡No hay por qué llorar!

Mientras que Sirius saco un pañuelo de su bolsillo y se lo tendió a la pelirroja.

Ella lo acepto y chifló por su nariz con el.

- Gracias.- Quiso devolverselo, pero Sirius lo amagó.

- Está bien, puedes quedartelo.

James casi suelta una carcajada ante el rostro asqueroso en la cara de Sirius; mientras que éste le dedicó una mirada furtiva.

La chica les relato un poco sobre su disputa antes de subir al tren. Sirius escucho detenidamente y James hizo lo mismo. Poco a poco ella fue tranquilizandose, haciendo que los chicos también se sintieran así. Se calmo del todo y al parecer pudieron proseguir así, en cuanto alguien nuevamente se introdujo al compartimiento. Parecía un hospedaje, según Sirius.

- ¿Estás bien? Vi que estuviste llorando, he comprado algunos dulces-. La chica recordó todo, y se volvió a sumir en su llanto.

- Perfecto, la has hecho llorar de nuevo- dijo James.

- Y volvemos al principio...- acotó Sirius.

El chico, el cuál era muy pálido, se sentó junto a ella ignorando la presencia de James y Sirius. Algo que no se les hizo muy agradable. No entras a un lugar sin presentarte, al menos no de este modo.

Se produjo un silencio infame en el entorno. James acomodaba y desacomodaba sus lentes continuamente; Sirius se dedicaba a abrochar y desabrochar el botón de su camisa; la pelirroja y el muchacho charlaban en susurros, mientras él intentaba calmarla.

El viaje se estaba volviendo relativamente aburrido y silencioso, cosas que incomodaban a James, quien se puso a tararear una melodía.

Finalmente, el muchacho de piel pálida y cabello negro hizo una pregunta que agudizó los oídos de todos (aunque solo estaba dirigida para la chica pelirroja).

- ¿En qué casa piensas quedar?- le preguntó. Ella se limitó a encogerse de hombros y decir que no estaba segura-. Ojalá quedemos en Slytherin, es la mejor casa de todas, deberías...

Una risita interrumpió su diálogo. James camuflaba su sonrisa pícara con su mano.

- ¿Sucede algo?- le pregunto el chico.

James negó-. No sucede nada, solo...- soltó otra carcajada-. Slytherin no es la mejor casa. Si quedará en Slytherin, me iría de Hogwarts.

- Yo igual- apoyó Sirius.

¿De dónde había salido eso? Ni el lo planeo. Pero apoyaba la causa, estar con Andrómeda sería divertido, pero por otro lado compartir la sala común con sus otras primas y tal vez más sumisos al poder del Señor Tenebroso, acabaría siendo una tortura para él.

- ¿Y dónde te gustaría estar?- el chico emanaba irá por doquier.

- Severus, no creo que debamos seguir hablando de este tema...- interfirio la pelirroja.

Él la ignoro completamente y espero ansioso la respuesta de James, quien sin más contestó que amaría quedar en Gryffindor, dónde yacen los valientes y puros de corazón. El chico pálido se rió ante aquel comentario, haciendo que la sonrisa de James dejara por completo su alegría.

- No son más que descerebrados que solo saben usar sus músculos.

- ¿Por eso prefieres ir a la de cerebritos malévolos? No hay más que raritos- fue la primera vez que la pelirroja le enojo un comentario. Porque su rostro se tornó frío y se notaba ofendida.

- ¡No sabes nada de Slytherin! Con tu coeficiente noto que no quedarás allí.

- Está claro que sí quedas en Gryffindor, no serán por tus exuberantes músculos- comentó Sirius.

James y Sirius estallaron de la risa. Severus ardía de rabia y la pelirroja estaba ruborizada.

- ¡Vamos!- espetó Severus, y la tomo de la mano sacándola del compartimiento.

- ¡Vaya!- exclamó James-. ¡Que carácter tan poco educado, señor Black!

- Ten un dato mío, Potter. No me parezco a lo que los diarios dicen de mi familia.- contestó Sirius.













































































- Bien, tarde un poco en este capítulo, y la verdad es que lo escribí tres veces, y como dicen; la tercera es la vencida. No buscaba que fuera un capítulo demasiado largo, pero me gustó poner pequeños detalles en los desarrollos de las personalidades que van a tener. Están claras sus personalidades, pero es obvio que mientras la trama avance y los años, van a ir cambiando. Todos crecemos y ellos también lo harán.

- Por otro lado, quería hacer una pequeña dinámica, no es que deban participar, es algo que quiero agregar y preguntarles si les gustaría. Poner pequeñas presentaciones de los personajes. Ejemplo:

James Potter

Estatus: Sangre pura

Y así, todos datos sobre ellos, incluyendo comida favorita y color favorito, lo típico, ya saben. Si les gusta la idea, pronto estaré haciendo de todos, además me ayudaría a profundizar sus respuestas y reacciones.

D.P


The boys of the 70s: Something newWhere stories live. Discover now