CAPÍTULO 3 - "Que rara manera"

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Enjuagué mi boca y me miré al espejo —No sé a quién odio — dije dejando que las lágrimas rodaran por mis mejillas — ¿la maestra?, ¿a mi padre?, ¿a su hija?, ¿a mi madre? O a... ¿o a mí?

Luego de años de ayuda, estos ataques no me pasaban seguido. Pero lidiar con trastornos alimenticios no era fácil, con un segundo que te descuidaras, volvías a caer en ese hoyo oscuro.

—Thea — oí la voz de Luck detrás de la puerta — por favor, ábreme.

Él sabía que había tenido un ataque, pero no quería que me miraba ahora.

—Luck, yo... no me siento bien — dije, sosteniéndome del lavamanos.

—Thea — su voz era grave pero siempre mantenía ese tono cálido — no te hagas esto. No estás sola y no necesitas afrontar esto sola, por favor — tocó nuevamente la madera.

Suspiré, y caminé lentamente hacia la puerta, mis manos temblorosas de deslizaron hasta llegar al seguro y abrirlo. Luck espero pacientemente hasta que yo abriera la puerta. Cuando sus ojos azules con viñetas café me miraron, analizando mi cuerpo en cada rincón para asegurarse de que estuviera bien. Me sentí nuevamente bien, cayendo sobre él.

LUCK — VEINTE AÑOS.

—Exactamente, ¿por qué hacemos esto? — pregunté sin moverme.

Thea, Tommy y yo, estábamos en el patio trasero con mascarillas en la cara que Thea había preparado.

—Porque hoy es nuestra fiesta de graduación — contestó ella.

—Aja, eso lo sé — me quité un pepino del ojo — ¿y el propósito?

Tommy se levantó, mientras se comía los pepinos — Para lucir fabuloso.

—Exacto — Thea, se reincorporó.

No pude evitar reír ante la imagen que teníamos los tres. Batas blancas y con caras llenas de no sé qué mierdas les haya puesto Thea, pero estaba feliz.

—A todo esto — me quité el pepino del otro ojo — yo no voy a ir a esa fiesta, ¿por qué debo lucir fabuloso?

Thea me miró — Porque la universidad te daña el cutis — me sonrió, mostrando ahora sus bellos dientes perfectos, sin brackets.

Nadie podía ver una sonrisa de ella, y escaparse sin sonreír.

—Tienes aguacate en el diente — dije, intentando molestarla.

Pero ella solo me sonrió, tomando mi brazo para seguir descansando. Peiné su cabello, sintiendo como mi cuerpo se relajaba.

— ¿Aguacate?, ¿alguien preparó guacamole? — Tommy nos miró. Tomándome un pepino del ojo y comiéndoselo.

***

La noche de la tan esperada fiesta para este dueto, había llegado.

Mientras ellos dos se cambiaban en el cuarto de Tommy, que ya era más de Thea que de él. Yo estaba en mi antigua habitación, haciendo tarea de contabilidad. Los minutos pasaron y vi mi reloj, creí prudente el ver cómo iba. Así que salí de mi habitación para caminar hacia la de ellos.

— ¿Puedo entrar? — pregunté, tocando la puerta con los nudillos.

Unos pasos se escucharon, acercándose y abrieron la puerta.

No pude evitar que mi boca se abriera ante la imagen de Thea. Me sonrió y su boca comenzó a moverse, pero mi mente no podía procesar nada más en ese momento que ella en ese vestido.

—Thea... — fue la única palabra que pude pronunciar.

Tommy me miró —Bonita, ¿no?

Las palabras eran insuficientes para describirla en este preciso momento.

Until YouuWhere stories live. Discover now