Until Youu

Capítulo 8 - "¿No está bien?"

LUCK

Un rápido resumen de lo que estaba pasando:

Tommy estaba ya sin ropa (a excepción de su bóxer) peleando en el patio junto a Ian por una botella de Corona a medio beber. Matt y Cole estaban cubriendo a alguien (Que por el momento no lograba identificar quién era) mientras le ponían lucecitas navideñas y lo colgaban de una palmera. Mel, Diana y Abby hacía ya un buen tiempo que se habían desaparecido las tres juntas de la fiesta, y claro que no tenía ninguna intención de frustrarles su sexo-plan.

Mientras tanto yo estaba tranquilamente sentando en el sofá de la sala viendo a la gente hacer sus ridículos.

Le di un sorbo a mi cerveza y sentí un cuerpo sobre mí. Agaché mi cabeza, encontrándome con una borracha, sonriente y despeinada Thea.

— Buenas noches — saludé divertido.

— Hey — dijo sonriéndome lindamente.

Lucía increíble y sorprendentemente linda, aun así.

— ¿Has tomado mucho ponche? — pregunté mientras seguía tomando mi cerveza.

Su cabeza estaba sobre mis muslos, y su cuerpo estirado completamente sobre la otra parte del sofá.

—Dos... dos vasos — dijo luchando con el nido de pájaros que se le había hecho por pelo.

—Aja — la ayudé a quitarse el pelo de la cara — dos vasos, supongamos que te creo — hablé incrédulo.

Sonrió y de un movimiento sorprendentemente rápido para su estado, se sentó en mi regazo.

— Espitirus chocarreros — habló muy sonriente.

No pude evitar carcajearme.

— ¿Qué?

Ella también rió y puso su frente sobre el hueco de mi hombro.

— Ya estoy ebria, y fue lo primero que se me vino a la mente.

Acaricié su espalda suavemente.

— Creo que lo pude suponer desde un inicio.

Amaba la reacción que tenía en ella ese simple acto. Cuando mis dedos tocaban la tela de su blusa, temblaba ligeramente disfrutando del toque.

— ¿Quieres saber algo?

— ¿Quieres contármelo? — la miré mientras desenredaba su cabello.

Ella asintió aun con su frente recargada sobre mí.

— ¿Algún día pensaste en que una de las personas que más quieres se olvide de ti? — Preguntó, pero sabía que no buscaba una respuesta — yo jamás lo pensé — rió amargamente — Porque me duele que no me reconozca y me siento como una mierda por sentirme así de egoísta, porque mi abuela está enferma y en lo único que mi estúpida mente se enfoca es que no sabe quién soy.

Suspiré y tomé su cara, acunándola en mis manos.

— Número uno: no eres una mierda de persona, eres extraordinaria — la miré a los ojos, un poco rojos — numero dos: no eres una egoísta por pensar eso, tu abuela te importa y mucho, pero igual te duele que todo lo que hayan pasado juntas se desvanezca sin más — le sonreí — estoy seguro de que pase lo que pase, ella te amará con todo su corazón.

Thea sorbió su nariz y luego me dio una ligera sonrisa.

— Creo que ahora luzco in-besable.

— Créeme — la miré directo a los ojos — quiero besarte hasta las heridas — besé tiernamente la punta de su respingada nariz.