PROTEGER AL HERMANO MAYOR DE LA HEROINA (parte 2)

capítulo 215

C215

Historia paralela 6

Basrock.

Esa noche, Deon regresó a su habitación, se cambió de ropa y encontró un dulce en su bolsillo.

Pensó que había gastado todo en el jardín del laberinto, pero había algo escondido en la esquina.

Miré los ojos rojos de Deon en su palma.

Luego, en algún momento, lentamente comenzó a pelar el caramelo.

Finalmente, un grano redondo envuelto en un papel rosa brillante emergió afuera.

Deon volvió a mirarlo y se lo llevó a la boca.

Quizás lo hice sin pensar.

Fue tan impulsivo como darle a Roxana en el laberinto este día y darle una respuesta positiva a la pregunta de Asil por primera vez.

Pronto, la dulzura desconocida se extendió por mi boca.

El rostro de Deon seguía sin expresión, no como un niño.

Asil y Roxana eran hermanos tontos igualmente brillantes e indefensos.

Por alguna razón, pensé que los sentimientos de las dos personas se parecían un poco a este dulce.

Era difícil explicar exactamente a qué lado se parecían.

quizás ... ... está bien.

Estaba claro ya que se proyectaba a las profundidades como una cuenta de vidrio redonda, y no sabía si el punto débil se parecía a él para que pudiera romperse sin morder.

A tal tema, incluso para sacar a relucir un grupo que atrae a la gente.

Deon es como intentar masticar y tragar el caramelo en la boca.

Rodé mi lengua con mi lengua varias veces, luego la derretí lentamente y me la comí.

Luego, en lugar de tirar la cáscara del caramelo terminado a la basura, lo puso entre los libros junto a él.

Y lo puse en lo profundo de la estantería, fuera de la vista.

Él mismo no sabía por qué.

Durante algún tiempo desde ese día, Deon no ha tirado los caramelos que Asil encontró por casualidad.

Quizás sin saber eso, Roxana ya no levantaba su hacha cada vez que veía a Deon.

Por alguna razón, Rok Sana solía mirar a Deon con una mirada ligeramente sutil, pero la razón era que ella no lo sabía.

Dijo Roxana y dijo que ya no le daba a Deon sus dulces y que ni siquiera ansiaba acilo.

Aunque estaba avergonzada por los celos de su hermana menor, Asil, quien lo consideraba lindo en el corazón, parecía estar sutilmente triste.