PROTEGER AL HERMANO MAYOR DE LA HEROINA (parte 2)

capítulo 221

C221

Historia paralela 12

Shhh… … .

Entonces, cuando Jin Nix simplemente cerró los ojos, el viento barrió suavemente su rostro desde algún lugar.

"Abre tus ojos."

Un aire extrañamente nostálgico con un sentimiento nostálgico le hizo cosquillas en la nariz.

“Ahora estamos aquí. Mira allí."

La voz de Roxana la empujó hacia atrás y la Nix abrió los ojos por los pelos.

Como si una luz deslumbrante hubiera estado esperando, me interpuse entre ellos.

Lo primero que pude ver fue la hierba que cubría las colinas ondeando frente a mí como un mar verde. Y entonces… … .

"Ah ... ..."

La imagen de una mujer conocida se reflejó bajo la deslumbrante luz del sol.

Su cabello dorado revoloteaba a través de la tela blanca que colgaba del tendedero.

Era su rostro más viejo que su memoria, pero los Knicks no pudieron reconocerla.

Ella es madre.

Realmente madre…….

Nicks miró el paisaje desde la distancia.

Fue como un sueño ver a Sierra parada bajo su cielo azul sin una sola nube.

Han pasado casi 10 años viéndola así.

Solo pensó que el sol le había enfriado los ojos, pero de repente estaba llorando.

Un grito reprimido se escapó de debajo de las cuerdas vocales.

Roxana tenía razón.

Si era Acyl o los Knicks, ya no importaba.

Porque esta tristeza, alegría y anhelo de duelo se han convertido en suyos.

Pero en ese momento, Sierra lo miró como si lo hubiera notado.

Ella la miró a los ojos sin siquiera tener tiempo de escapar.

Nicks se encogió de hombros y se encogió de hombros sin mi conocimiento.

Pero al momento siguiente……. Increíblemente, una sonrisa comenzó a extenderse gradualmente por el rostro de su madre en sus ojos.

Sierra le puso la canasta en la mano y le abrió los brazos. Como solía abrazar a Acil cuando era joven.

Roxana, que ya se había acercado primero al costado de Sierra, también miró a los Knicks.

Pareció instarlo a que se corriera rápidamente.

Los Knicks dieron un paso adelante sin darse cuenta. Luego extendió los brazos para agarrar las manos de los dos hombres que se extendían hacia él.