In The Dark

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Albus.

    Mi último día en Hogwarts parece ir de maravilla, reunido con amigos y los profesores en el gran salón, con su característico decorado de velas encendidas flotando por el lugar, acompañado de un cielo nocturno esplendido y un gran banquete servido en los grandes comedores de cada una de las respectivas casas de aquel colegio de magia y hechicería: Gryffindor (mi casa), Slytherin, Hufflepuff y Ravenclaw. La cena transcurre con calma mientras me dirijo a mi amigo Elphias Doge, quien ha sido de gran ayuda para mí desde que lo conocí ya que muchos habían estado juzgándome desde mi llegada al colegio debido a un incidente en mi pasado, un incidente que honestamente prefiero evitar recordar. Los profesores me saludan y felicitan por mi excelencia académica y que esperan gustosos de escuchar sobre mí en un futuro, pues según ellos y todos los magos y brujas cercanos a los asuntos de Hogwarts, soy un gran mago e incluso mejor que cualquiera; eso me enorgullece ya que es un honor inmenso y de mi agrado de escuchar, incluso para mi hermano Aberforth Dumbledore, quien va en su cuarto año en el mismo colegio y casa que yo.

    Al término de la velada acompaño a todos a los dormitorios de Gryffindor con calma y tranquilidad al menos por última vez como prefecto de dicha casa, pensando en aquel plan que tengo con Elphias de viajar por todo el mundo desde que empezamos a ser amigos y que por fin podremos realizar gustosos; al ingresar vamos a los dormitorios a preparar un poco y descansar ya que mañana temprano tenemos que estar en la estación 9¾ y volver a nuestros hogares lo más pronto posible. Para sorpresa de mía llega una lechuza al dormitorio de los que estamos en último año, tomo la carta para entregarla pero me percato de que esa carta tiene como destinatario mi nombre y la dirección de mi hogar en el Valle de Godric; sin pensarlo más tiempo me siento en mi cama y abro el pergamino con bastante confusión, leyendo el contenido de la hoja.

Albus y Aberforth Dumbledore:

Sé que están en sus últimas horas en el colegio, mayormente tú Albus, Graduándote con los máximos honores en Hogwarts, pero esta carta no es solamente
Para felicitarte por tu graduación y a tu hermano menor por pasar al siguiente año, es
por un motivo lamentable y desastroso.

Esta carta es para comunicarles que, por desgracia, su madre ha fallecido el día de hoy,
en la tarde debido a un accidente en su casa, su hermana Ariana fue a comunicarme de lo ocurrido, por lo que estoy escribiendo esto desde su casa y estando al cuidado de la joven Ariana. Por lo que me ha comentado la joven Dumbledore ustedes pueden volver mañana, así que estaré esperando su llegada para hablar con ustedes y despedir a su madre en el cementerio del pueblo.

Mis mayores deseos y saludos cordiales.

Bathilda Bagshot.

En este momento siento que el tiempo se ha detenido, que nada existe más que yo en ese instante, y lo primero que hago es buscar a mi hermano menor para contarle lo que pasó, abrazándolo mientras pienso una y otra vez que ahora yo soy la cabeza de la familia y que cuidaré de ellos con nuestro padre en Azkaban y con mi madre lastimosamente fallecida; y abrazados nos consolamos de la trágica perdida por la que estamos pasando. Me separo de él y dejo un beso en su frente, prometiendo que todo tal vez esté mejor en la mañana.

Al día siguiente, lo primero que hago es mantener mis cosas en orden y guardo todo lo antes posible, reuniéndonos todos para poder irnos a abordar el tren de regreso a nuestro hogar, donde aquella reconocida historiadora de magia ya nos está apoyando demasiado cuidando de nuestra hermana menor, quien ha retenido su magia por culpa de tres niños muggles (no magos) y que mi padre, tratando de tomar justicia por mano propia terminó en la cárcel de mayor seguridad del mundo mágico y ha permanecido ahí desde entonces. Llegamos al tren a tiempo y dejamos que suban nuestras cosas mientras Aberforth, Elphias y yo ingresamos al tren, viendo que mi hermano menor va con los chicos de su año, yéndome con Doge con un poco más de calma y tranquilidad; al ingresar a una de las secciones del transporte nos sentamos uno frente al otro, tratando de pretender que al menos yo estoy en orden.

House of Memories [Grindeldore] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora