Capítulo 1

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Erika

Me encamino al centro de Berlín para una junta de negocios.  Me adentro al centro de la ciudad rodeada de departamentos lujosos, tiendas, restaurantes y calles limpias, me concentro en la música del auto y en mis hombres que vienen detrás escoltando a su líder.

Pensé en que no he tenido una pausa hace mas de tres meses por lo que necesito un descanso así que estoy dejando todo al día para irme de viaje y despejarme un momento.

Al salir del auto todos se me quedan viendo, yo hasta con trapos me vería una diosa pero con este vestido ajustado gris largo, escote en la espalda baja y una cola de caballo que hace resaltar mis rasgos lujurioso. Me veo elegante y sexy, simple y hermosa requiere esta ocasión.

Entro al edificio acompañada de mis Ubytsy y no se hace tardar los tropezones por lo embobados que quedan, recuerden siempre con el mentón en alto... Postura recta y caminata sensual. Ya afuera del ascensor me encamino a la oficina donde nos reunimos las organizaciones más peligrosas, hay que cubrir la imagen y que no me descubran, siempre estoy en acción saboteando algo por lo que cada vez que salgo de la mansión Albrecht mi personal desactiva las cámaras de todos los lugares por los que voy, por ahora solo tenemos al enemigo de las fuerzas armadas y una que otra diferencia con los italianos pero nada pasa a mayores.

Al abrir la puerta todos se me quedan viendo, en la mirada del Don veo un toque de odio pero no me interesa, se fijan hasta en el mínimo detalle al sentarme y mis Ubytsy les dan una advertencia para que dejen de mirarme, a la mayoría les molesta que una mujer lidere, colocándose a mi lado al igual que los demás guardaespaldas de cada cabeza. En medio de la mesa hay tragos y una bandeja para degustar.

Pasan veinte minutos y no entiendo que pasa que el ruso se demora, como me empiezo a aburrir de casualidad hago contacto visual con el mayor de los italianos, es muy guapo, ellos se caracterizan por su elegancia y su poder aunque no se esfuercen en demostrarlo, tienen esa mirada peligrosa que te dan ganas de tirarte sin paracaídas y entrar a un lugar sin salida, le observo todas sus facciones y termino mi mirada en su boca lo que hace que se pase la lengua por sus labios. Podría encantar a cualquiera que se proponga pero yo no soy igual que las demás.

- Come va amore mío - le digo en su idioma, con tono sensual.

* que pasa mi amor*

- Niente che non si possa aggiustare amore mío - me responde de la misma forma.

* nada que no se pueda arreglar amor mío*

- En que estas pensando - lo provoco, cuidadosamente.

El italiano abre la boca para responder pero se abre la puerta dándole paso al ruso el cual inmediatamente se fija en mí y nos da una mirada de desaprobación e indiferente que me hace alzar las cejas y sonreír.

- Bien comencemos - dice en tono seco el ruso.

- Ya era hora - digo en tono frío, provocando que me mire levantando las cejas. Porque actúa tan inmaduro ¿Quien se cr

- Le pasa algo señorita Blut - pregunta uno de los miembros.

- No para nada - le resto importancia - pero sí el ruso tenía algún problema con llegar a la hora hubiera avisado, la impuntualidad es algo que nos cierne a todos.

- Todos informen las estadísticas del dinero y los tratados para distribuir las negociaciones en los porcentajes acordados - me ofrezco para empezar esta reunión.

- En Venecia y Florencia a aumentado en gran cantidad las acciones del tratado con armas y de prostituta. El clan de Calbaria a estado un poco desaparecido pero ya nos contactamos con ellos y todo está como siempre - habla el Don de la mafia Italiana, Luciano Leggio.

Incontrolables Deseos ( En Proceso)Where stories live. Discover now