Nueva Vida

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Hogar parecía un globo a punto de explotar sintió que una poderosa fuerza que la comenzaba a empujar, como si quisiera echarla de su propio universo, aunque por unos segundos pareciera haberse detenido, pero cuya fuerza volvió atacarla, y cada vez se hacía más insistente y violenta hasta que le pareció pasar por un túnel y al final del camino todo se iluminó para su vista gracias a un gran farol que la sacó de su eterna oscuridad, ve personas con ropa y mascarillas de un color verde, no había humanos... al menos eso pensó, solo  espécimen que la iban pasando de mano en mano, como si se tratara de algún objeto que precisaba precaución, la habitación donde estaba la sintió helada... le costaba respirar, la vida prometida por la luz que sabía hablar acababa de terminar. Mas empero a pesar que ese momento no fue fácil, algo asombroso acababa de ocurrir. Estas personas no parecen tener malas intenciones, la tratan de una forma cariñosa y todos parecen alegrarse de verla aquí, aunque no comprende muy bien lo que dicen, pero por sus voces aterciopelada y la delicados que eran al tacto, Ana supo que no eran personas malas, sobre todo una mujer que por su rostro parecía expresar dolor al mismo tiempo felicidad de verla, esta húmeda, esta bañada en su propio sudor, es muy hermosa y tiene las manos suaves, para acariciar, se le acerca un hombre que hasta ahora solo se limitaba a quedarse al fondo del cuarto y seguirla con una máquina,  besa en la boca a la mujer, luego se voltea a ver  Ana quien la ve con delicadeza y por la expresión de los ojos era como si la estuviera esperando de hace mucho tiempo para poder conocerla y había como si una especie de satisfacción que ella estuviera allí, luego la coge en sus brazos y al igual que la mujer la comienza a besar, junto con decirle palabras benévolas  es muy amable, además de guapo y luego de algunos minutos  se acerca de  esas personas con la ropa de verde la pone en un lugar lo que parece ser como una especie de cama con murallas de vidrio y le colocan  un brazalete color rosa, lo que se supone que llevaban algunos datos que serían útiles recordar luego la sacan de la sala, para ser conducida algún otra habitación siente que esto lo ya lo había vivido. hasta que llegan a una sala y hay gente esperando y la multitud se le acercan; hombres, mujeres, niños, pero quienes están más cerca de ella son unos par de señores mayores que al igual que el hombre que la seguía con una maquina y la mujer que parecía haber sufrido una especie de dolor estaban felices de verla, ese día parecía que a Ana finalmente le habían cedido  la virtud de   devolverle las sonrisas a las personas aunque las personas hubieran pasado por algún tipo de martirio pero de solo ver a Ana ella le podía regresar la alegría de la vida o al menos eso era lo que a ella le parecía, porque ese día no había persona quien pasara por su lado sin antes sonreír, no recuerda un día donde su presentía pudo haber curado alguien del dolor ya que ella siempre ha sido la decadencia humana en persona, como solían jugar en colegio si alguien la llegara a tocarla o sentarse donde antes se sentó Ana, entonces se había contagiado de una enfermedad muy grave llamada la peste Ana Juana era todo, menos la alegría de un grupo de personas, esta tan sorprendida y se siente alagada por estas personas, mientras una enfermera la acomoda adentro de otra habitación que la separa solo un muro de cristal de las personas que tanto ovacionaban  que ella estuviera en este lugar, aun puede ver sus sonrisas y la ternura que con que la miran. 

Todo aquí era muy acogedor pero finalmente un tanto extraño, al parecer no es a única sin saber en donde esta  todos los que estaban en ese cuarto , estaban en la misma situación de Renata parecían no saber donde estaban y por sus caras parecían desorientados , sin saber nada de nada. mientras son observados por sus familias cada bebé en ese cuarto había recibido una visita que lo miraba desde afuera del muro de cristal.

Es de noche, las luces esta apagada y todos en el cuarto están dormidos a excepción de Ana con los ojos pegados hacia el techo, además, hacia calor como para dormir mientras asimilaba como había sido arrojada al exterior como habían sido las cosas desde hace un tiempo,  aun el impacto  que tuvo al ver esas caras, ya que desde mucho tiempo no había visto a nadie y no había  terminado de asimilar la sensación de como había sido empujada fuera del mundo que la sostuvo por algún tiempo en donde había vivido tan tranquilamente como nunca lo había hecho y había conocido la felicidad al menos eso era la idea de felicidad de Ana Juana.

El nuevo amanecer de Ana JuanaWhere stories live. Discover now