Steps - Meanie

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La semana pasa un poco más ligera una vez que se ha quitado aquel inmenso peso de los hombros, es consciente que tantos años de una relación tan tensa con su madre no van a solucionarse de un día para otro. Pero han dado el primer paso y WonWoo está más que dispuesto a seguir intentando. 

Se siente incluso tonto porque parece disfrutar aún más al despertar junto a MinGyu, sin que parezca un adolescente que acaba de escapar de la casa de sus padres y espera a ser descubierto en cualquier momento. 

El trabajo sigue igual de rutinario y ve a MinGyu más estresado ahora que tiene que ponerse al corriente con los casos que dejó pausados durante su recuperación, pero él siempre le devuelve una sonrisa como si no fuera el único culpable y continúa en lo suyo tras tranquizarle. 

El viernes es Hansol el que se pasea por su escritorio presumiendo las entradas que consiguió con algunos días de anticipación y es un maldito niño emocionado con aquellos monstruos gigantes y no pierde la oportunidad de burlarse de él, aunque no se sienta muy diferente. 

WonWoo pasa el resto de la tarde observando el reloj en la esquina del monitor. Aquella sensación familiar asentandose en su estómago porque la última persona con la que ha salido es MinGyu y sigue un poco perdido con todo eso de los nuevos amigos.

Pero cuando llega su hora de salida sabe que no puede simplemente cancelar la invitación y quedarse en casa para siempre y, que tarde o temprano, debería intentar retomar aquellas cosas de las que disfrutaba. 

WonWoo se dirige al elevador y llega al piso de MinGyu, hay más personas que de costumbre, más serios de lo que demuestran al registrarse por las mañanas y cree que es el trabajo del día que los tiene hartos. Tampoco puede culparlos. 

Al menos la recepcionista lo recibe con una sonrisa cuando lo reconoce de aquellas visitas que le hace de vez en cuando a su novio. No tiene que mostrar su identificación o dar algún pretexto tonto como las primeras veces, así que solo la saluda de vuelta y avanza por el pasillo. 

Ya no necesita ir viendo los nombres en las puertas, pero tiene el cuidado de acercarse con cautela a la oficina cuando escucha algunas voces saliendo de ahí. Es incómodo que no pueda ser más discreto y es una suerte también que todos los que están ahí dentro sean personas que conoce. 

— MinGyu, vienen a verte —Eunwoo le anuncia jalando una de las sillas que están obstruyendo el pequeño pasillo y le invita a pasar con esa sonrisa suya— 

— No quiero interrumpir —WonWoo se disculpa— 

— No te preocupes, MinGyu nos estaba diciendo que va a invitarnos a cenar así que llegas en el momento justo —JunHui miente y no puede ocultar una risita juguetona cuando MinGyu le dedica una mirada acusadora— 

— La última vez se les cayó una botella de vino por el balcón — 

— Y por eso llevaré cervezas esta vez —SoonYoung levanta una mano, ahí donde se mantiene hundido en el sofa que comparte con su compañero y MinGyu le dedica una mirada de súplica al menor que se encoge de hombros— 

— Es la final de la liga, creo que será divertido —El trío contiene un grito de victoria y MinGyu sigue preguntándose si el encargado del condominio aún recuerda el accidente— 

— Pero no voy a cocinar —WonWoo le sonríe cuando se da por vencido y MinGyu lo invita a acercarse a su lado. Tiene que maniobrar un poco entre el archivero y el escritorio pero logra alcanzarlo y MinGyu deja un beso en su frente para no llamar demasiado la atención de sus amigos— 

— ¿Saldrán tarde hoy? —MinGyu se desinfla en respuesta—

— Debemos avanzar en algunos detalles, es lo que toma más tiempo. El jefe nos citó para la siguiente semana—