POLIAMOR MILITAR [+18]

| Capítulo 33 |

Roma.

— ¿Duele? —  Pregunta Raven mientras delicadamente pasa un pedazo de algodón con alcohol por mi mejilla.

—  Arde —  Susurré cuando terminó de limpiar mi mejilla. Cada una de las cortadas de mis brazos tenía una bandita de diferentes animales.

Raven me miró serio después de botar el algodón.

—  ¿Sabes que eres muy valiente? Y estoy orgulloso de ti —  Dijo haciendo que mis mejillas se sonrojaran y mis ojos se cristalizaran.

No llores, no llores.

—  Lo haría por cualquiera de ustedes —  Me encogí de hombros mirándolo directamente a sus hermosos ojos.

Suspiró mirándome y agarró mi mentón para plantar un beso en la comisura de mis labios. Me ayudó a bajar del lavabo donde estaba sentada. Luego de bañarnos nos habíamos puesto pijama, ya que ninguno había dormido en la noche y teníamos el día libre para descansar, en estos momentos es donde agradezco que exista el Kuit.

Salimos del baño y caminamos hasta la sala donde ya todos mis chicos estaban sin sus uniformes. Queso estaba durmiendo en el sofá y cuando me vio se levantó siguiéndome.

Sonreí y dejé un beso en los labios de cada uno para luego sentarme entre Wes y Jack con Queso en mis piernas. Wes se removió incómodo por la cercanía de Queso y yo sonreí.

 — ¿Te duele algo? —  Pregunté a Wes mientras entrelazaban mis dedos con los de Jack.

—  No cielo, ya me tomé un medicamento y Dan me ayudó a ponerme pomada en los hematomas —  Dijo mirándome con ternura y yo asentí comprendiendo.

—  Mujer —  Habló Ángel.

—  ¿Ummm? —  Susurré.

—  ¿Ya comiste? —  Preguntó.

—  No tengo hambre —  Dije bostezando de cansancio.

—  Ve a descansar, pareces un oso panda con esas ojeras que tienes —  Burlón sonrió y yo fruncí mi ceño mientras hacía un puchero mirando a Dan.

—  Deja de molestarla —  Gruñó Dan y yo sonreí mientras miraba a Ángel enarcando una ceja. Sabía que le encantaba que yo lo retará, pero casi siempre terminaba perdiendo yo.

—  Te ves fea —  Levantó una ceja y me dio una mirada de las suyas que casi me obliga a apartar la mía de sus ojos.

—  Pues... Tú te ves... Tonto —  Sonreí con superioridad y él siguió sin quitar su mirada característica.

—  Tú eres una llorona —  Gruñó.

—  Y... Y... Tú eres —  piensa, piensa —  un gruñón —  Sonreí.

¡Toma esa!

—  Y después los niños somos nosotros —  Le dijo Dan a Wes.

—  Pues Queso es feo —  Habló con superioridad sabiendo que había vuelto a ganar.

Mi sonrisa fue desapareciendo y volteé a mirar con el ceño fruncido a Queso que estaba dormido hecho bolita en mi regazo. Apreté la mano de Jack y volví a mirar a Ángel sin decir nada.
Su sonrisa ya no estaba y me miraba nervioso a la expectativa de mi respuesta. Agarré a Queso con mi mano izquierda levantándome del sofá y con mi mano derecha tiré de Jack para qué se levantara.

—  Mujer —  Dijo en un bufido —  Solo estaba jugando —  Refutó.

Lo sé, soy dramática, pero a mí me puedes decir lo que quieras, pero con Queso no te metas.