POLIAMOR MILITAR [+18]

| Capítulo 42 |

Roma

Las inmensas ganas de vomitar hacen que me levante rápidamente del cuerpo que estaba debajo de mí, caigo de rodillas frente al baño expulsando todas mis entrañas.

Una mano recoge mi pelo y otra acaricia levemente mi espalda mientras más arcadas me invaden.

—  Yo te dije que no tomarás —  Se burló Ángel de brazos cruzados en el marco de la puerta.

—  Me duele mi cabeza —  Me quejé mientras me levantaba y soltaba la llave del baño. Dan me soltó el cabello y Raven me siguió acariciando mi espalda.

—  Lávate los dientes, voy a buscar un medicamento —  Susurró Raven antes de dejar un beso en mi cabeza y salir del baño.

Caminé hasta el lavabo, me lavé los dientes y lavé un poco mi cara.

—  ¿Quieres dormir otro ratito? —  Preguntó con voz cariñosa Dan a lo que yo asentí mientras salía del baño y veía que todo estaba a oscuras.

—  Mi reina, toma, bebe esto —  Me entrego una pastilla y un vaso de agua los cuales no tardé en agarrar.

—  Gracias amor —  Susurré caminando hasta la cama donde estaba Wes y Jack dormidos.

—  A dormir, mujer —  Dijo Ángel cargándome y arrecostándose en la cama conmigo en su pecho, no tardé nada en caer en un profundo sueño.

—  Cielo —  Susurró la voz de Wes mientras me acariciaba las mejillas –  Te preparé una sopita de pollo para que te sientas mejor.

—  No me dejes emborrachar nunca más —  Me quejé sintiéndome muy cansada, al menos mi cabeza no dolía tanto. Wes rio abrazándome por la cintura —  ¿No hice el ridículo? —  Murmuré contra su pecho desnudo.

—  El ridículo como tal, no, pero si nos hiciste reír, estabas en modo fan con Spider - Man y te excitaste cuando Dan te desvestía solo para darte una ducha —  Susurró divertido.

—  Que vergüenza —  Me escondí sonrojada en su cuello.

—  ¿Quieres sopita? —  Preguntó y yo asentí —  Vamos —  Dijo levantándose y ayudándome a levantar.

Me sentía como un zombi, sin duda debería verme horrible y el llegar a la sala el hombre Don sinceridad me lo confirmó.

—  Te vez horrible —  Dijo Ángel mirándome.

—  Gracias, yo también te quiero —  Dije mientras me lanzaba de cara al sofá.

—  Conejita —  Susurró Dan e inmediatamente mis mejillas se sonrojaron.

—  No me hables —  Dije mientras escondía mi cara en el sofá.

—  ¿Por qué? —  Preguntó en tono aniñado y lo sentí acostarse conmigo en el sofá.

—  Me da vergüenza —  Susurré no tan bajo en el mismo tono aniñado. Dan carcajeó al entender de lo que yo hablaba, no dijo ningún comentario sobre el tema y solo me apretó contra su cuerpo.

—  ¿Dónde está Jack? —  Pregunté ya que cuando entré a la sala no lo ví.

—  Salió con Price —  Reí al recordar el disfraz de aguacate.

—  Toma cielo —  Dijo la voz de Wes, me aparté de mi conejito y me senté en el sofá. Dan recibió la bandeja que traía Wes en sus manos.

—  Yo se la doy —  Dijo mirando la sopa para empezar a cucharearme. A veces me trataban como una niña, pero no era algo que me molestara, al contrario me encanta como me cuidan y se preocupan por mí.