¿Más Que Amigos?... (Slenderman x Jeff)

🕯️🎃 ESPECIAL HALLOWEEN 🎃🕯️

—Jijiji~

Una ahogada risilla femenina se hizo presente en la amplia habitación de colores rosas, en respuesta, un pequeño jadeo asustado recibió. Se notaba la tensión en el ambiente, la clara respiración agitada de la contraria junto a su postura retraída era un deleite para aquella infante de castaños cabellos.
Sus ojos, verdes como la misma esmeralda, acechaban a la otra niña, quien de manera apresurada se destapó para mirar a su alrededor en busca del fantasma que la atormentaba en un día tan esperado por la misma.

—¿Qué quieres?

Tartamudeó, se mordió el labio inferior ante el intento fallido de sonar segura y amenazante.
La ojiverde calló por completo, esperando a que su presa se bajara de su "lugar seguro", siendo complacida en ello por la pequeña al escuchar el gran silencio abrumador. Bajó temerosa sus pies, sosteniéndose con los mismos para caminar lo más cauteloso posible. Apretó entre sus manos la morada tela del disfraz, que no podía estar más arrugada por el constante movimiento y maltrato.

Aprovechando la oportunidad se escabulló entre la oscuridad, y coordinando ambas manos, agarró los tobillos de la menor para posteriormente tirar de ellos, provocando que perdiera el equilibrio y cayera de espalda, rasgando la falda que tanto le había costado conseguir.
Se echó a llorar al ver lo último, probablemente recibiría un regaño por parte de sus padres al ver que su disfraz no duró ni un día, antes de ser dañado.
Aquellos ojos burlones aparecieron frente a ella, causando que el llanto aumentara y en consecuencia, las pisadas apresuradas de los mayores se hicieran cada vez más cercanos.

Antes de retirarse de la zona decidió desearle un feliz halloween, no sin antes rasgar un poco más el bello vestido y llevarse uno que otro dulce. ¡La recolecta de ellos estaba siendo todo un éxito!

—¡Sally!

Llamó animado el rubio, acercándose con rapidez a la menor y mostrarle la calabacita de plástico repleta de golosinas. Todas conseguidas no de una forma muy limpia podría decirse.

—¡Woah, son muchos!

Respondió impresionada observando con alegría el contenido. De la misma manera, le mostró su calabacita, la cual no estaba tan llena de dulces como la de su compañero. Sin embargo, esto no hizo que su ánimo decayera, al contrario, estaba decidida a conseguir más golosinas que cualquier otro niño en este día.
Una fugaz idea cruzó por su cabecita, cosa que demostró al dirigirle una sonrisa traviesa al contrario, que fué contestada con el mismo gesto.

[...]

—¡SLENDER!

La puerta principal fué abierta con brusquedad, causando una grieta de no tan gran tamaño en la blanquecina pared. El chillido agarró por sorpresa a la pobre pareja que descansaba en el sillón. Una Nina entre confusa y molesta se levantó de entre los muertos para mirarle con frustración.

—Lo siento...

Rió de manera nerviosa, disculpándose por interrumpir el milagroso tiempo de sueño que tenían.
Unos cortos segundos pasaron antes de que la alta y delgada figura del líder de la mansión hiciera presencia frente a la infante.

—¡¿Qué pasó?!

Se apresuró a preguntar agitado, su camisa estaba arrugada y mal abotonada de la parte súper, y ni hablar de su sonrojo que poco a poco iba disminuyendo.
La contraria le miró con extrañeza, sin embargo, decidió dejar ese tema aparte para centrarse en el que realmente le importaba. Con una sonrisa se acercaron ambos niños, mirándolo desde abajo con una clara ilusión.

—Nos preguntábamos si...

Inició vacilante la niña, dando lugar a que el rubio continuara con la divertida e interesante proposición.