Los Ángeles existen

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Amores hay 13 borradores antes que este pero cuando la termine de leer dije "esto lo tiene que leer ya!" Y bueno acá está espero que les guste

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Estaba buscando entre los libros de ofertas, cuando vio entre los estantes de novedades, un libro que decía: "HISTORIAS DE AMOR, BASADAS EN LA NOVELA YO SOY BETTY LA FEA", lo tomó y leyó la contraparte: "Al cumplir los 15 años de la novela, el autor Fernando Gaitán, recopiló alrededor de unos 2.500 Fansfic, que daban vueltas en la red, las condiciones eran 3: Originales, con finales alternativos y que estuvieran finalizados. Contactó a los autores, muchos de ellos personalmente, y trató de recopilar la mayor parte en Latinoamérica, pero también se dió el trabajo de viajar a Europa, concretamente España e Italia, donde se reunió con clubes de Fans, escritores anónimos y maestras de psicología que tomaron la novela como ejemplo en sus clases sociales. Al final de este recorrido, se tomó fotografías con muchas de esas personas, y plasmó en este libro la mayoría de ellos, desde los más populares, hasta aquellos que nadie había leído."
No preguntó el precio, simplemente lo pagó y salió de ahí, en un parque cercano se sentó en una banca, dejó las cosas que traía junto a ella, abrió el sello y fue directo hasta el final a buscar las fotografías. No podía creerlo, ahí estaban, ellas, sus amigas de niña, de hace 15 años atrás. Las acarició con suavidad, y con reverencia sonrió, para algunas no habían pasado los años, todas tenía entre 28 y 30 años. Buscó entre las páginas y leyó la sección de ellas era: Las historias de Amor, de las alumnas del Liceo Técnico No 2 Madame Curie. Con dulzura leyó la referencia que Gaitán había escrito para ellas: "Durante los 4 años que estuvieron en el Liceo se reunieron cada descanso, para contar historias de amor, sus autores: Conchi, Ivón, Mary, Lorena, Rita, Zoila, Catalina, Ariana y la joven que se retiró en el segundo año de secundaria, Jessy. Estaban todas, incluida ella. Sonrió. Apoyó la cabeza en el respaldo de la banca y evocó, evocó su vida, un poco complicada, solitaria, triste los primeros años de su juventud, ahora sabía o por lo menos ahora entendió porque se casó con él. Lo que nunca va entender es porque dejó a su hija con él. Quería libertad, y la consiguió, a fuerza de perder mucha de su vida antigua, ahora su hija era una extraña, y ella una vagabunda, sin rumbo fijo, sin hogar y solo con una cámara en su mochila, donde plasmaba su vida y la de los demás. Abrió nuevamente el libro y sonrió, la primera historia, era una de las suyas. Comenzó a leer, y volvió a esa glorieta, rodeada de sus amigas, de sus compañeras y algunos muchachos.
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El hombre estaba sentado en su cama, esperando, los últimos casi 4 años de su vida, se le iba en esperar la ayuda, de parte de los otros. Ya se abriría la puerta, y entraría su pequeño ángel, su amiguita, que había llegado de no sabía donde y que le había dado una nueva vida, a pesar de su amargura y soledad. Como todos los días repasaba un día con ella, con su niña, con su amor. Ese día era el día que llegó a la empresa, con ese vestido, azul, con su carpeta y sus conocimientos, a todos les extrañó su aspecto, a él también, pero su inteligencia, su dulzura, su disposición a aprender, lo conquistaron, pero era tan inmaduro, tan niño, tan estúpido que no entendió que esa ternura que le inspiró desde el principio era eso...AMOR, un amor único, dulce, entregado y eterno. Aún sonríe cuando le dijo a Marcela que la contrataría y la cara de Patricia, fue épica...rió fuerte. Casi 4 años , habían pasado casi 4 años, desde que ella desapareció de su vida, una y otra vez leía su despedida, a tal punto que se lo sabía de memoria. Fue después de la junta directiva, ella había hecho lo posible para que no se supiera sobre el embargo, sobre que Ecomoda le pertenecía, pero no hubo caso, Daniel informado por su amigo, tenía el informe con el embargo de la empresa.
Todos se quedaron en suspenso, él, miró a Mario y este pálido bajó la mirada, cuando escuchó a Daniel. Pero ella, ella inconmovible, tomó el libro y con ironía le dice: ¿Está usted seguro de esto señor Valencia?.-
Daniel desconcertado la mira de hito a hito: Claro que sí...-
-¿Apostaría su vida Doctor Valencia ?.-
Marcela descolocada, lee el informe y mira con ojos extraviados a todos: ¿Qué es esto Armando, por Dios di algo?.-
Ella lo miro con desprecio, entonces debió entender, pero ciego como siempre, solo quería salvarse y como siempre cargó con ella: Beatriz les puede explicar.-
Claro que les explicó, dijo que esa "anomalía ", había sido detectada unos meses antes, que contactaron al Doctor Santa María, y este les explicó que debido al préstamo que les hizo la compañía de Betty, el Banco Libertador mandó este error a la cámara de comercio, como embargo, en vez de préstamo, que había sido el error de un joven practicante. Que se demoraba alrededor de 6 meses en que esto fuera borrado.
-Se Doctor Valencia que usted quiere que se le entregue su capital, pero los estatutos dicen que al cumplir el año de presidencia, y este se cumple el 16 de Octubre, o sea en menos de un mes más. Ahora bien usted sabe que para reunir el 10% de su capital, que son alrededor de $10.300.000(Diez mil millones trecientos mil pesos), o sea que U$ 3.500.000 (Tres millones y medio de dólares), este dinero no está en las arcas en estos momentos, pero si la mitad estará en su cuenta o donde usted lo sugiera, el día 17 de Octubre. Un día después que el Doctor Mendoza cumpla con su gestión. ¿Podemos seguir, o aún tienen alguna duda?.-
Todos negaron. Defendió como nadie la gestión de él, cuando todo terminó y su padre aliviado y feliz lo ratificó como presidente un año más, ella pidió un permiso y salió a su oficina.
Cuando, al fin pudo librarse de su madre y Marcela, casi voló hasta su oficina y de golpe entró a la oficina de ella. No la encontró, preguntó por ella, nadie supo darle razón, angustiado, iba a dejar la empresa para ir a buscarla, pero fue detenido por la voz de su madre y Marcela que lo llamaban para saber a qué hora estaría listo para ir a la entrega de regalos.
-Mamá, tengo un problema en la empresa, Betty se sintió mal y ella tiene un informe que necesito para mañana...- Al salir al lobby ve como Patricia estaba molestando a Sandra, sobre su "nuevo" puesto.
-¿De qué esta hablando usted Patricia ,Tonta, Fernández ?.-
Ella se voltea asustada y le dice: Ay Armando, ¿no sabes?, tu asistente se fue y bueno, por mis capacidades, mi conocimientos y como soy tu amiga, pues bueno ese puesto es mío.-
Sandra furiosa se acerca y le grita: Por sobre mi cadáver peliteñida, jamás usted va reemplazar a Betty, ¿me oyó?...- Luego con mucha tristeza le dice Armando: Doctor, Betty nos dijo que debía irse, porque sus papás se iban de la ciudad...que dentro de unos días, después de su matrimonio, ella le informaría, pero antes le dejó esta carta.-
Tomó el sobre y asintió, pero antes le dice: Escúcheme bien Patricia, jamás usted será mi asistente, lo otro, quiero que suba Aura María...debo hablar con ella.-
Se encerró en la oficina de ella, solo, no quiso que nadie lo molestara, abrió con dedos trémulos la carta y ahí estaba su renuncia, y su adiós.
Don Armando:
Creo que entenderá que debo irme, usted se debe casar con Doña Marcela, yo no tengo ganas de ser su amante, ni verlo a escondidas. Quiero una vida para mí, y usted no entra en ella. No se preocupe por la empresa, que es lo que siempre le ha preocupado, mis abogados y el Doctor Santa María arreglaron todos los papeles y ahora su empresa está en manos de Terramoda, pero dentro de unos meses, volverá todo a la normalidad, yo creo que unos 6 meses, se estabilizará la empresa. No debe buscarme, ni siquiera quiero volver a verlo, si hice lo que hice, fue porque lo amé mucho, pero si lee, la carta que le dejo con esta, entenderá que ninguna mujer podría soportar esto. Le pido, mejor dicho le exijo ,que no se deshaga de Nicolás Mora, es un gran economista, que él sea mi reemplazante, no como su asistente, sino como Economista, además le ruego que sigan con Terramoda, esta empresa, un día volverá a salvarle la vida...bien señor Mendoza, gracias por todo. Hasta una nueva oportunidad.
Beatriz Pinzón Solano.
Al mirar nuevamente el sobre, sacó de el la carta con las instrucciones de Calderón y ahí entendió todo. Fue como si una venda que cubriera sus ojos, se descorriera y la luz apareciera ante él.
Se tuvo que casar con Marcela, y aún hoy se arrepiente, pero de lo que no se arrepiente es de haber contratado a Nicolás para la empresa y que siguiera siendo el gerente de Terramoda. Daniel, esperó las semanas que correspondieron y sacó su capital, con la anuencia de su padre, que consideraba que su niño consentido, lo hacia muy bien. Claro nadie contó que los inversores con los que se asoció Daniel perderían el dinero del proyecto, jugando en la bolsa, fue cuando aconsejado por Nicolás buscó inversionistas en el extrangero, ahí conoció a Alejandra Zing y Gabriela Garza, ambas muy comedidas se ofrecieron a quitarle la pena, pero él no pudo siquiera besarlas, hasta Marcela se extrañó de su comportamiento. Pero las del cuartel no, él las reunió en ese restaurante, unos días antes de irse de luna de miel y les contó toda la historia, al final terminaron llorando su ausencia, las muchachas se compadecieron de su dolor y le juraron que si sabían de ella, le avisarían. La única pista que tuvieron fue, unos dos meses antes de pasar lo que pasó, había estado en Cartagena, con Catalina Ángel, luego...Cata...tan buena, tan dulce, tan honesta, porque tuvo que irse así. Nunca supo que es lo que ella quería hablar con él, pero todo esto pasó cuando estaba en la larga luna de miel, que su esposa planeó por el Medio Oriente, fue a su regreso que Mariana desesperada le dijo que unos días antes que la señora Ángel muriera, le había estado llamando con urgencia, pero la muerte se interpuso en el mensaje que le tenía.
Escuchó ruidos en el pasillo, debía ser él. Era puntual, como siempre.
-Buenos días mi queridísimo ex presidente ¿cómo amaneció hoy?.-
Lo miró con una sonrisa triste: Muy bien Freddy, ¿y usted ?.-
El hombre como siempre comenzó su charla matutina, con los pequeños acontecimientos de su nueva vida, la cual estaba íntimamente ligada a él, ahora con mayor razón. Lo ayudó a levantarse de la cama y le acercó la silla de ruedas, para que fuera hasta el baño, ahí lo esperaría con una toalla y lo ayudaría a vestirse.
Bajaron a desayunar, a pesar de que Aura María enviaba a Freddy desayunado, para que no diera molestias en la casa de su jefe.
Mary, la joven asistente de la casa, preparaba la mesa para ellos cuatro, Mamá Conchi, la cocinera y encargada de la casa, estaba disponiendo el desayuno, con una sonrisa lo ve entrar. Los timbrazos en la puerta, de entrada alertan a las mujeres.
-Vaya si que es puntual, Don Nicolás...- Mary con una sonrisa traviesa mira a Mamá Conchi.
-Ve abrirle, tú sabes que hoy es lunes y él viene a darle el informe a Don Armando.-
La joven le abre la puerta a este hombre alto y elegante que entra con su habitual saludo: Que hubo mijita, ¿mamá Conchi, tiene arepitas de queso?.-
-Claro que sí, vamos a la cocina.-
Armando sonrió, sin ellos su vida sería muy solitaria, demasiado solitaria.
Se sentaron en la mesa a desayunar, fue Mary la que sacó la agenda y comenzó a leer el día que debía tener Armando. Entre risas, entre comentarios y bromas siguieron desayunando.
Al terminar, Armando fue hasta su despacho y sacó la foto de su niña. Al escuchar los suaves toques en la puerta, la guardó. Nicolás entró con la misma sonrisa triste que ponía cuando estaban solos.
-¿Cómo nos ha ido Nicolás?.-
El se sentó frente al escritorio y sacó la carpeta extendiéndose a su jefe: Muy bien, usted sabe que esto va de viento en popa...¿vendrá mañana, Estévez ?.-
Armando asintió: ¿Y usted ha sabido algo?-
-Casi nada de ella...lo único que descubrí fue donde se escondió Don Hermes y Doña Julia, pero ni siquiera me quiso recibir...y Doña Julia me dijo que ellos no querían saber nada ni de ella, ni de mí...somos parias Armando, nos expulsaron de su vida-Al mirar el rostro triste y avergonzado de su jefe y ahora amigo suspiró y trató de consolarlo con una mueca, que quiso ser sonrisa: Deja de torturarte...por favor, mira que si vuelves a lo mismo...yo no podría soportarlo...esta vez no...-
Armando lo miró e hizo un gesto asintiendo. Estuvieron esa mañana viendo proyectos, para Terramoda, además de ampliar el área de diseño, no podían creer que con unas pocas ideas, de parte de Mariana, se hicieran un prestigio, y en estos dos últimos años se habían colocado en un prestigioso lugar, no dentro de los primeros 10, pero en un respetable lugar número 15, lo que hacía sentir orgulloso a Armando y sus colaboradores.
Cuando se quedó solo, volvió a sacar la foto y sonrió al recordarla cada gesto, cada palabra que se dijeron, y la ausencia, esa ausencia que lo estaba matando.
Recuerda cuando volvió de la luna de hiel...perdón de miel, no pudo tocar a Marcela, durante ese larguísimo mes, no pudo tocarla, ni siquiera pudo besarla, le daba asco su olor, su presencia, su voz. Todo ella le daba asco, se lo dijo varias veces, las peleas eran monumentales, incluso en uno de los hoteles que estuvieron, unos huéspedes llamaron a seguridad, para detenerlos, porque los gritos asustaron a los niños que estaban con ellos.
Al regresar a la ciudad, a la casa de sus padres, nada cambió, así pasaron 6 meses de matrimonio, mejor dicho de un suicidio asistido, para los dos. El bebía demasiado y ella estaba más amargada que nunca, es más fue tanto su resentimiento, que comenzó a estallar en gritos y agresiones con todo el personal, incluido Hugo, que en uno de esos agarrones que se dieron, el diseñador perdió la poca paciencia que tenía con ella y le levantó la mano, lo peor fue que nadie la defendió ni lo impidió. Ese día Hugo renunció, él al llegar a la empresa se encontró con dos novedades, la primera la ausencia del caprichoso diseñador y de Inesita, además del destape de todo lo que habían hecho con Betty. Daniel tenía pruebas suficientes para quitarle la presidencia, y lo hizo. A él no le importó, no le importó nada. Tomó las llaves de las manos de Wilson y salió con rumbo desconocido, por instinto miró la pantalla al oír el timbre del teléfono, era su madre, pero no contestó, comenzó a acelerar, acelerar. Luego todo fue oscuro, no recuerda bien como despertó, pero lo que más le llamó la atención fue la posición en que estaba, amarrado de pies y manos, en una cama especial, que lo tenía prácticamente colgado e inmovilizado. Al entrar el medico con los papeles, vio en su rostro la preocupación del hombre.
-Vaya joven, ya despertó...¿cómo se siente?.-
-Cansado...con sed...¿dónde estoy?.-
El hombre se sentó a su lado, y suspiró: Chocó contra un árbol, a unos 120 Kilómetros por hora, la alcoholemia dio positivo, gracias a que no hubo más heridos que usted, la ley no pudo echarle el guante. Su auto quedo imposible...y usted salió disparado por el parabrisas, lo que provocó una lesión el la columna vertebral, en los discos intervertebrales...Armando usted quedó paralizado de la cintura hacia abajo...sin recuperación alternativa.-
El dolor que sintió al escuchar esas palabras aún retumba en sus oídos y en su alma. Se hundió en una depresión tan grave, que lo único que hizo, fue quedarse en esa cama de la casa de sus padres, sin moverse, sin comer, sin ver a nadie, solo una persona iba todos los días a verlo, Nicolás. Entraba al cuarto de él, sin esperar permiso, ni autorización y comenzaba a hablarle, sobre ella, sobre su infancia, sobre lo que hizo Daniel a penas él se fue de luna de miel.
Fue a la casa de Betty y les restregó a los padres que ella y Nicolás y su hija se habían quedado con la empresa y no querían devolverla. Don Hermes indignado la llamó a Cartagena donde estaba con Doña Catalina y le pidió explicaciones, ella sin poder dárselas, llamó a Santa María y él resolvió todo. Después de eso, desapareció.
Estuvo ajeno a todo esto, enfrascado en las continuas peleas con Marcela y a su regreso, trató de volver a trabajar, pero no pudo, no era posible, todos lo miraban como se adelgazaba y moría día a día, hasta el accidente.
El día que Nicolás no iba, él se volvía a hundir en ese mutismo. Hasta que un día, Calderón lo llevó hasta esa pequeña casa, ya que sus padres ni siquiera entraban al cuarto donde estaba consumiéndose su hijo. Según las proyecciones que hizo Nicolás, la empresa iba muy bien, en menos de 3 meses las ganancias serían las mayores que en ningún año de proyección. A los dos meses de su accidente, bajo las órdenes de Daniel, la empresa entró en un déficit financiero, que los hizo perder negocios muy grandes. Cuando su padre se dio cuenta de los errores de su niño consentido, ya era tarde. Ecomoda entró en un espiral descendente, que nadie pudo detener. El encerrado en esa casa con una enfermera, solo con las visitas de Nicolás, indiferente a todo lo que lo rodeaba, se consumía. Nico, renunció a la empresa y abrió la oficina de Terramoda, se llevó con él a Mariana y Aura María. Berta al ganarse ese premio en una lotería, se fue con Sofía y abrieron una agencia de viajes, debido a que el esposo de la secretaria de personal, viajaba constantemente por su trabajo y veía que muchas agencias eran demasiado caras y no tenían el servicio necesario para ayudar a trabajadores como él.
Sandra estaba con Mario en Argentina, donde él había abierto una oficina de importaciones, asociado a Fashion Group, por su amistad con Gabriela Garza, que alcanzó a sacar el dinero que habían invertido. Aún sonríe cuando llegó con la gran solución para que Marcela le diera el divorcio, nunca imaginó que la mujer fuera de esa manera. A penas supo que él no se movería de esa silla, se apartó de él, sus padres que no aceptaron sus disculpas y le cedieron su habitación para su rehabilitación, pero como esta no avanzaba, lo dejaron prácticamente abandonado a su suerte. Roberto Mendoza no podía creer al ver las fotos del mejor amigo de su hijo, con su esposa, Mario había hecho tomar esas fotos en el hotel donde estuvieron juntos, ella necesitaba "relajarse " y él la ayudó...claro esto le costó el matrimonio a la mujer, una matrimonio tantas veces soñado, pero que terminó como muchos que empiezan mal. En divorcio. Marcela, al igual que Patricia, en su tiempo, creyeron que podrían atrapar al escurridizo Mario Calderón, pero no pudieron. El con su mejor sonrisa, le dijo que fue bueno, mientras duró. Con los papeles del divorcio, él no se sintió mejor, pero si mas libre. Fue cuando las cosas comenzaron a descender en Ecomoda, que Mario habló con Gabriela y se fue a Argentina, a investigar como podría abrir una oficina de importaciones en el país, al despedirse de todos, le dijo a Sandra: ¿Y bien, nos vamos ?.-
Ella asombrada, asintió de inmediato y se fue con él. Ese cree él fue el comienzo del fin. Antes de irse con la secretaria, le compró esa casa y a los dos días contrató a Mamá Conchi y a Mary. Eran verdaderos ángeles de cariño y paciencia.
Al llegar ellas, Armando maltrataba verbalmente a la enfermera que lo cuidaba, fue Mamá Conchi que en uno de esos gritos entró a la habitación y sacó a la joven: A ver Doctor Mendoza, ¿qué son esos gritos?.-
El, ante la presencia de esta mujer alta, un poco menos que Sandra, cabellos cortos y teñidos de castaño oscuro, de ojos intensos color avellana, era de contextura mediana, ni gorda, ni flaca. Le llamó tanto la atención su tono de voz duro, pero a la vez la mirada dulce y serena de ella. Tras ella, apareció una muchachita, casi una niña, con los ojos negros más bellos que él haya visto, si, había visto una vez esos mismos ojos negros, dulces, confiados, limpios y sinceros. En una mujer, que también parecía una niña, se avergonzó de su actitud y trató de justificarse: Usted no entiende...bueno yo...no puedo mover...-
Ella se acercó a él y lo miró desde su altura: ¿Mueve las manos?.-
-Si...-
-¿Y mueve su torso?.-
-Si...-
-Y por la voz, veo que habla bastante bien...entonces...¿de qué se queja?.-
El timbre en la puerta, hace que la niña le de una mirada risueña y una dulce sonrisa. Unos instantes después viene con Freddy, que vestía ropa deportiva.
-Buenos días mi querido ex presidente...¿lo ayudo a levantarse?.-
Quiso rebelarse, pero la mirada dulce de Mary lo detuvo y asintió.
En unos meses él volvió a una nueva vida, con una rehabilitación diaria en un centro que estaba cerca donde estuvo Ecomoda, en la zona industrial. Ahora Mary había encontrado otro centro, mucho más cerca de donde vivían, porque se dieron cuenta que cada vez que pasaban cerca de donde estuvo la fábrica de modas, durante 32 años llegaba deprimido y enfadado.
-Don Armando ¿no vamos ?.-
-Si Freddy...vamos...-
Sabía por él que había pasado con el resto de los trabajadores, al cerrar Ecomoda, donde sus padres perdieron mucho de su patrimonio, al igual que varios de los accionistas minoritarios, los Valencia quedaron con lo puesto, claro menos Daniel que aún conservaba su puesto en el gobierno. Marcela consiguió un empleo en la empresa privada, junto a Patricia, que consiguió un puesto de asistente de la ex gerente de puntos de ventas. El momento más dramático se vivió con María Beatriz, que inútil como era, no consiguió trabajo en ningún lado, así que se vio obligada a entrar, gracias a las influencias de su hermano mayor, a una academia a enseñar idiomas, donde con el reducido salario, no podía darse la vida extravagante que llevó durante años. Al dejar la casa de sus padres, estos la vendieron y se radicaron definitivamente en Londres, donde Roberto invirtió su dinero en un fideicomiso, que le daba lo suficiente para vivir y darse pequeños lujos. El hombre aún no daba su brazo a torcer en perdonar a su hijo, creía que él tenía la culpa de todos los males, y la destrucción de su amada fabrica. Margarita en cambio, había cambiado mucho de actitud respecto a todo lo relacionado con sus hijos, sabía que Armando había dejado la empresa en optimas condiciones, fue los malos manejos de parte de Daniel, que a toda costa quería más dinero para invertir en proyectos que, según él, lo harían millonario, pero que siempre fracasaban. Al ver el maltrato de parte de ambos a los empleados, suspiró tranquila cuando uno a uno fueron renunciando y se colocaron en otras empresas, a nadie le contó que en secreto había tomado dinero de la cuenta de su marido y se lo había dado a Nicolás Mora para que invirtiera en la bolsa, ese dinero, gracias a la pericia de este hombre desgarbado y feo se habían triplicado. Con ese dinero fue que tuvo para comprar el departamento en Londres y poder seguir invirtiendo en negocios, que el joven la orientó. A los meses, pudieron tener ese fideicomiso de inversiones y poder vivir decentemente en el país Europeo.
Miraba por la ventana, estaba sola en la oficina, había leído una y otra vez el nombre, después de tres años en ese lugar, escondida de todos, ahora él estaría a unos pasos de ella. Se apoyó en el vidrio y recordó, le dolía recordar, su vida en Cartagena, donde conoció a personas buenas, y otras que disimularon muy bien sus intenciones hasta que fue tarde.
Catalina y ella llegaron al hotel donde se haría el concurso de las bellezas nacionales, le disgustó estar ahí, pero la llamada de su padre recriminándole las maniobras para salvar Ecomoda, la dejaron desconcertada, cuando Santa María le dijo que él se encargaría, estuvo más tranquila, a la semana de terminar su trabajo en el lugar, se dio cuenta de algo, que su periodo no bajaba, miró una y otra vez el calendario y se dio cuenta que era la segunda falta. Fue con Cata a un medico que le confirmó su embarazo, tuvo rabia, las ideas asesinas en su cabeza comenzaron, debía buscar a alguien que la ayudara con este problema, aunque perdiera la vida en ello. No podía tener un hijo de un hombre que la despreciaba, que estaba casado con otra mujer, que no confiaba en ella. No podía tener ese hijo. Como si de una madre se tratara Catalina la ayudó a comprender que el niño o niña no tenía culpa alguna de los errores de sus padres, lo primero que debía hacer era hablar con sus padres. Fue casi al me de volver de Miami, donde acompañó a Cata hacer unas gestiones, para una empresa extranjera, que la señora se comenzó a sentir mal, ella misma la llevó hasta la clínica privada que le dieron el diagnostico. Cáncer, terminal al cerebro. No alcanzó a soportar los dolores, ni las terapias, se fue en el sueño a la semana de su diagnostico. Se quedó sola nuevamente, y acudió a sus padres, primero y ahí descubrió que ellos, envenenados por Daniel Valencia, le cerraron la puerta de su propia casa. No quiso acudir a Nicolás, si sus padres, conociéndola como la conocían, le habían vuelto la espalda, ¿qué podría esperar del hombre que la había traicionado por un par de piernas, que eran las de Patricia?. Ahí volvió a Cartagena, donde se reencontró con Michel Doinell, el galán dulce y tierno que había sido tan gentil y amable con ella. No supo que solo era una fachada, para un hombre egoísta, duro y de alma oscura. No olvidaría cuando la invitó a cenar y a la salida, la invitó a su departamento, ahí le sirvió un trago, ella lo rechazó, pero ante la insistencia bebió un sorbo, comenzó de inmediato a sentir algo en la lengua, chasqueó dos veces, adormilada fue conducida hasta la habitación, le quitó el vestido y comenzó a besarla, suavemente, primero, luego la pasión se apoderó de él, ella trató de rechazarlo y en un haz de lucidez grita: ¡Déjeme, estoy embarazada!...- Nadie en toda su vida hizo lo que este hombre, llevado por la ira al no poder satisfacer sus instintos, la golpeó duro en su mejilla, ahí la joven reaccionó y tomó la lámpara que estaba en la mesita de noche, lo golpeó con ella y salió casi desnuda del departamento. Cuando estaba en la calle, chocó con la mujer que venía a ver a una amiga, la abrazó fuerte y trató de calmarla, le puso un suéter abierto que llevaba y la subió a un taxi que pasaba por ahí.
-Tranquila, yo la ayudaré...-
La llevó hasta su hotel, donde la ayudó acostarse y la cuidó, a los días volvieron a Bogota, ahí ella le consiguió empleo como contable, donde ella era la administradora, supo después que esta clínica de rehabilitación era co propiedad de ella y de su compañera de universidad. Vivió su embarazo en la más completa indiferencia, no quería saber nada del bebé que crecía fuerte y sano, cuando lo tuvo en sus brazos, el día 14 de Abril del año 2002, sonrió triste, era el mismo día que nació el padre del niño. La mujer, cuyo nombre era Jessica Santa María, su socia, Ialme Castillo adoptaron a la pequeña Amada Ángel, porque de pronto ella Beatriz Aurora Pinzón Solano, se pasó a llamar Aurora Ángel Medina.
La niña tenía 4 meses, cuando sufrió ese pequeño malestar; estaba roja, y luego se puso morada, ella no podía creerlo, corrió por el largo pasillo donde vivía, cerca a las jóvenes, Ialme como buen medico, tomo a la niña en sus brazos y la llevó hasta una cama y la revisó, la niña tenía lo que comúnmente se conoce como cólico. Con la ayuda de unas gotitas en su boquita durmió toda la noche. Ahí entendió que era parte de su ser y ella debía cuidarla, para siempre.

Historias de Betty, la fea. IIOnde histórias criam vida. Descubra agora