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— Estoy solo, estoy solo y solo valgo para mí mismo — Se repitió Stiles frente al espejo por cuarta vez antes de sonreír, tenía su cuerpo marcado por tatuajes que se había hecho luego de tantas ventas de objetos que robaba en la calle a cualquier persona que estuviera lo bastante distraída para no darse cuenta. Y era muy bueno, el mejor según el mismo, cada tanto stiles caminaba por la calle y si la suerte le sonreía terminaba con un reloj, un teléfono un brazalete gafas caras. Lo que fuera, era un ladrón con manos rápidas y hábiles, como la gata de la película del gato con botas.

Había vuelto a frecuentar esos sitios donde otros chicos de su edad vendían sus servicios, pero Stiles aprovechaba las distracciones que causaban los chicos para robar.

Estaba demás decir que nunca pensó en volver a venderse, había tenido que aprender de mala forma a defenderse cada viejo moretón era una lección nueva. Stiles ya no era tan Stiles, era más duro. 

Su mirada estaba fija en su piel teñida de verde, su torso desnudo y expuesto frente al espejo estaba algo marcado, se veía bien para si mismo salió del baño y terminó de cambiarse tomó sus cosas y se marchó a "trabajar".

Ese día cambió de zona

Un paseo momentáneo y rápido tratando de descubrir quién sería su primer víctima pero su primer error fue pensar que un hombre tan atractivo seguramente sería un blanco fácil. Lo vio acercándose, unas gafas negras colgadas de la "V" de su camiseta, pero también había un reloj de buena calidad según su criterio, se acercó a él y tropezó a propósito golpeando con su hombro el cuerpo contrario.

— Lo siento, soy muy... WOW... torpe — La mano derecha del joven de pelo castaño se posicionó un par de segundos en el pecho del hombre más alto y una sonrisa ladeada se formó, una sonrisa más bien torcida y llena de pecado por los pensamientos que estaba teniendo cuando decidió apartarse. No lo había hecho antes por dinero, no lo haría en ese momento aunque ese hombre fuera tan atractivo. — Lo siento, mala costumbre — Dijo con una risilla mordiéndose el labio al tiempo que se alejaba, el hombre solo se había mantenido firme y con la vista fija en stiles mientras se iba.

Tenía el reloj, una billetera y las gafas, el como las había tomado mientras el otro hombre estaba distraído era totalmente un misterio. Stiles dio dos pasos y luego doblo en una esquina introduciendose a un callejón unos metros adelante, iba a revisar el botín e incluso pudo ver una foto de la identificación del hombre. "Rafael Taylor" — Australiano, 36 años... Vive por aquí cerca  — Había tomado mucho tiempo para leer la identificación del desconocido y estaba bastante seguro de que no importaba quien fuera ya que solo ocupaba el dinero. Estaba por sacarlo cuando una mano en su hombro le hizo sentir el peor escalofrío de la vida.

— Me devuelves mis cosas? —?Preguntó el joven de pelo rubio y luego stiles volteó sintiendo un poco de terror.

— No se de que hablas — Se defendió

— Tienes mi billetera — Respondió el hombre de manos grandes señalando con la mano derecha.

— Eso no prueba nada

— Mi reloj?

— Evidencia circunstancial

— Mis gafas?

Stiles se dio por vencido, rendido extendió las manos hacia el hombre y devolvió la billetera, el reloj y las gafas antes de caminar de nuevo, chocó con el golpeando su hombro y su mano fue tomada por la del desconocido, casi un temblor escapó de sus labios.

- No soy imbecil, dame el dinero - Ordenó antes de que stiles volviera a mirarlo de mala gana y sacara de su bolsillo sesenta y cinco dólares que fueron puestos en la mano libre de Rafael. — Falta — Un suspiro lleno de molestia de parte de Stiles y a los segundos el resto de billetes estaban en la mano grande del hombre el cual aún no soltaba a stiles.

Antología Sterekhistorias - Amantes (Editando)Where stories live. Discover now