Aguas Termales [Naruto y Sasuke]

Capítulo 5

-Tuve un sueño premonitorio. Y me voy a encargar de hacerlo realidad, ¿sabes?

-¿Ah, sí? -Ino apenas si la escuchó, pues estaba ojeando una revista del País del Fuego donde había una nota exclusiva de su diseñadora favorita.

-Sí y tienes que ayudarme, por eso saca tus narices de esa revista porque tenemos que encontrar mi vestido.

-¿De qué hablas?

-Para eso salimos en una tarde de compras... Te lo dije...

-Pensé que era una excusa para pasar una tarde de amigas.

-No me tomas en serio. -Hizo un ligero mohín.

-Lo siento cariño... -Dejó la revista en la mesa y le dedicó su completa atención.- Bien, un sueño que nos trajo aquí... ¿Qué va a suceder?

-Sasuke-kun... -Dijo soñadora e Ino sólo giró su rostro hacia otro lado.

-No de nuevo... -Murmuró por lo bajo y Sakura no la oyó. Inspiró profundamente y se volvió hacia ella.- Ok, cariño... ¿Y qué tiene que ver Sasuke-kun con que estemos aquí? -Preguntó con paciencia.

-Mi vestido. Tenemos que encontrarlo. Te conté que tuve un sueño premonitorio. Yo vestía un precioso vestido cuando volvimos a vernos y él me invitaba a bailar.

-¿Bailar? ¿Sasuke? -No quiso sonar tan incrédula y enseguida se arrepintió porque la mirada de su mejor amiga se ensombreció.

-Piensas que soy patética, ¿verdad? -Dijo cabizbaja.

-No, Sakura. Nunca pienses eso. Es solo que después de lo que tú y Sasuke-kun hablaron... Bueno, pensé que finalmente ibas a desistir de él.

-¿Cómo podría si él es el amor de mi vida? -Su rostro solo demostraba su fuerte determinación.

-Sakura... -Comenzó a hablar poco convencida pero fue interrumpida.

-Escúchame bien Ino, piensa lo que quieras de mí pero con tu ayuda o sin ella yo lograré que las cosas sucedan. Yo lo amo. Y si no vas a ser de ayuda al menos no quiero escuchar tus sermones esta vez. -De su bolso sacó un poco de dinero y pagó lo que había consumido en el café. Se levantó y se retiró del lugar.

-Sakura... -Ino se apresuró a también pagar lo suyo y a seguirla fuera del local.

Una vez fuera de la tienda la encontró observando un escaparate no muy lejos de ahí. Se puso a su lado y se abrazó a su brazo más cercano.

-Bien, cariño... ¿Qué clase de vestido estamos buscando? -Preguntó interesada viendo hacia el escaparate también.

-Gracias, Ino cerda. -Dijo emocionada.

-Ni lo menciones, Frentona... Hahaha...

Unos días más tarde Shikamaru y Naruto charlaban camino a la Torre Hokage.

-Y resulta que en ese tiempo el Señor Feudal del País del Fuego no se llevaba muy bien con el Hokage, porque una de sus concubinas favoritas se enamoró perdidamente de Tobirama apenas lo conoció. Aunque el Segundo Hokage nunca le dio atención a esa muchacha, el Señor Feudal siempre lo contradecía y le complicaba el camino porque no lo perdonaba-ttebayo...

-¿Eso es lo único que se te quedó de tu clase de Historia Ninja? ¿Un chismorreo?

-¡Aha! -Asintió contento.

-Qué problemático... -Concluyó el Nara mientras caminaba con las manos en los bolsillos rumbo a la tienda.

-¡Naruto! -Recibieron un potente grito lejano.