Capítulo 2

9.1K 534 343
                                    

Sasuke Uchiha siempre se había manejado a través de sus metas.

Cuando niño, anhelaba ser tan bueno y talentoso como su hermano. Se había esforzado mucho aunque él no era un 'genio' como siempre lo fue Itachi.

Luego su meta se convirtió en superarlo para acabar con él.

Había entregado su cuerpo y alma en eso, acallando el dolor y vacío que cargaba por su miserable y solitaria existencia.

Sacrificó lo que fuera necesario para conseguir esa meta, buscando cumplirla así sea tomando caminos poco morales. Por su objetivo, valía la pena.

Luego de ver su meta cumplida de asesinar a su hermano, debido a las circunstancias tuvo que crear una nueva y poderosa meta. Acabar con todo.

Sus metas eran claras y eran lo único que le importaban. Siempre se decía eso.

Desde luego, sus metas nuevamente se vieron afectadas por el ser con el cuál yacía en estos momentos.

Entrelazó sus dedos con los de su durmiente mejor amigo. Los observó con la luz matutina que se colaba a través de las ventanas.

¿Se sentía diferente?

No realmente, pero suponía que tras realizar las actividades que él y Naruto hicieron la noche pasada uno podría evidenciar un mínimo cambio.

Quizás se sentía emocionado. Sus entrañas cosquilleaban bajo su piel por los sentimientos que Naruto le inspiraba. No sabía cómo explicarlo. Pero lo que sentía que provenía desde Naruto, y que era dedicado exclusivamente a su persona, se sentía como una constante caricia. Como que sin importar lo lejos que se encuentren el uno del otro se podía sentir abrazado por sus cálidos brazos. Una sensación extraña que lo hacía sentir seguro, a salvo.

Se sentó en el futón y se entretuvo observando sus facciones. Se rió de su boca ligeramente abierta que besó con suavidad tras cerrarla con cuidado.

Sasuke Uchiha siempre definía sus metas. Y en estos momentos tenía a su meta justo frente a sus ojos.

Naruto Uzumaki.

Naruto Uzumaki era todo lo que quería. Desde que lo conoció siempre se vio afectado por él. En algún punto debió percibir que él sería importante en su vida, pero no le prestó la atención adecuada. Sin embargo, ahora por voluntad propia decidía dejar de resistirse para dejarse llevar y hacerlo realmente oficial, convirtiéndolo en su meta.

Se alistó para lo que quería hacer a continuación. Se quitó su kimono con parsimonia. Lo dejó perfectamente ordenado a un lado. Se preparó. Cuando unos minutos más tarde ya estaba listo, su mano se aferró al cinturón del kimono de su amigo y deshizo el nudo que lo restringía. Separó los pliegues de tela y se ubicó mejor.

Tomó en su mano su pene en reposo y lo comenzó a acariciar divertido. Estaba feliz si tenía que admitir. Fue testigo de cómo la sangre comenzaba a concentrarse en esa zona sensible y sonrosada de su cuerpo, que hacía que Naruto se removiera un poco entre pequeños gemidos y suspiros que dejaba libres aún dormido.

No demoró en tenerlo erecto como buscaba. Obviamente no había hecho nunca antes lo que tenía planeado hacer a continuación pero contaba con el beneficio de poder practicar un poco antes de que Naruto finalmente despertara.

Separó las robustas piernas de su amigo y se ubicó arrodillado entre ellas. Admiró levemente la escena antes de seguir. Naruto se veía muy bien de esa forma. Sus músculos, aunque relajados, resaltaban en su abdomen. Su piel acanelada lo tentaba. Acarició su abdomen hasta llegar a su pecho. Curioso, tomó un pezón y se admiró de lo rápido que se endureció. Luego hizo lo mismo con el otro pezón retorciéndolo un poco en el proceso. Era divertido explorar su cuerpo, sus propios pezones se habían endurecido y su pene ya comenzaba a gotear, expectante de más sensaciones. Es que Naruto le gustaba. Le gustaba muchísimo. Su cuerpo tan bien formado y trabajado lo provocaba como nadie más.

Aguas Termales [Naruto y Sasuke]Where stories live. Discover now