CAPÍTULO CINCO

1.1K 161 14
                                    

CAPÍTULO CINCO

Nuevo miembro,

Era un nuevo día y Hayashi terminaba de arreglarse para ir a la preparatoria. Tomando su mochila bajó y tomó una galleta que comería en el camino.

Al abrir la puerta se llevó una gran sorpresa al notar a una albina a punto de tocar la misma.
Sus ojos conectaron por unos segundos sin decir nada.

— ¿Senju? — Akashi sonrió.

— Buenos días, Mirai. — Las mejillas de la albina tomaron un casi imperceptible tono rosa. — Venía a ver si aún estabas en casa.

— ¿Para qué? — Saliendo del sitio, Mirai y Senju comenzaron a caminar mientras la mayor comía aquella galleta.

— Venía a invitarte a una reunión, no creí que fueras a clases ahora mismo.

— Bueno, creo que todo adolescente normal debe ir a clases a esta hora. — La castaña miró a Akashi. — ¿No tienes clases?

— No. — Mirai asintió.

— Bien, que se jodan las clases. — La castaña sonrió. — ¿En dónde es la reunión?

— Por aquí.

El camino no les llevó mucho tiempo, durante el camino ambas conversaron, Senju aclarando algunas dudas a la mayor quien solo asentía. Pronto llegaron a un sitio, Mirai miró extraña el lugar, pero siguió a la albina hasta notar un gran salón que parecía todo un estadio de fútbol.

— Wow. — La castaña rio. — ¿Por qué todo mundo se está agarrando contra otros? — Hayashi se apoyó a una baranda, notando a un par de hombres de gran contextura peleando entre sí.

— Apuestas. — Senju le hizo una seña a Mirai, esta le siguió. — Puedes observar desde aquí si deseas, o acompañarme abajo, nadie te dirá nada.

La mayor observó a su alrededor, varios pares de ojos masculinos le observaban con curiosidad. Una mueca apareció en su rostro, incluso estando todo el tiempo rodeada de hombres le era extraño ser el centro de atención masculino.

— Creo que te acompañaré. — Akashi asintió, ambas bajaron las escaleras llamando la atención de todos los presentes.

Mirai se sorprendió cuando estos comenzaron a alabar a la albina, no creyó que la menor fuera tan reconocida en un mundo como el de los pandilleros.

— Increíble. — Rio Hayashi. — Todos gritan tu nombre.

— Es normal. — Akashi se detuvo, Hayashi imitó su acción.

Mirai guardó las manos en sus bolsillos, escuchando atentamente el discurso que la albina estaba dando. Sus ojos recorrían el sitio notando a los cientos de presentes que había. Eran incontables, Mirai sentía mareos al ver tantos diferentes rostros posando sus ojos sobre ellas dos.

Quizá debió elegir quedarse arriba.

— Mirai. — Senju se giró hacia ella, la castaña se sorprendió al notar un uniforme en las manos de la albina. — ¿Aceptarás unirte a Brahman?

— Senju, esto es... Colosal. — Hayashi observó una vez más al sitio antes de sonreír. — Daré lo mejor de mí.

— ¡El nuevo miembro de Brahman! ¡Hayashi Mirai!

El ruido en el sitio aumentó, Mirai dejó su mochila caer al suelo y se colocó aquel uniforme.

No le quedaba mal.

— Sígueme. — Tomando su mochila Hayashi siguió a la albina, subiendo nuevamente las escaleras.

Sus ojos miraban a cada chico que pasaba a su lado, dándole la bienvenida. Junto a Senju salieron del gran salón, encontrándose con Takeomi fuera.

— ¿Ya es oficial? — El mayor sonrió. — Te queda bien el uniforme.

— ¿Sí? Pensé lo mismo. — Mirai hizo una pose logrando hacer reír al hombre. — Me gusta como se ve, bonito uniforme.

— Desde ahora eres parte de Brahman, Mirai. — Senju le miró, Hayashi se sorprendió al notar la mirada seria de la albina sobre ella. — Deberás de estar alerta y enfrentarte a miembros de otras pandillas si es necesario, y serás parte de negocios un poco ilícitos. Este es mi mundo.

— Bueno. — La castaña se encogió de hombros. — Creo que los juegos y apuestas clandestinas a las que he asistido con mi equipo no son muy legales tampoco. Me esforzaré.

Los tres juntos comenzaron a caminar, Mirai sonrió acercándose a Akashi y pasando un brazo sobre sus hombros, un extraño hábito obtenido por sus compañeros jugadores.

— ¿Qué les parece si vamos por un helado? — Hayashi sacó un par de billetes del bolsillo de su pantalón. — Yo invito.

— Claro. — Aceptó de inmediato la albina, Takeomi les miró por unos segundos, elevando una ceja con curiosidad.

— Debo de hacer algo, será otro día.

— No hay problema. — Mirai se despidió del mayor. — Ve con cuidado.

— Hasta pronto.

Juntas las dos chicas caminaron hasta un puesto de helados cercano. Mirai pidió dos de vainilla, entregando uno a Senju y otro para sí misma tras pagar.

— Vamos al parque que está a la vuelta. — Propuso Akashi, Hayashi le siguió hasta el sitio en donde buscaron una banca libre y tomaron asiento juntas.

Todo era silencio, un silencio agradable disfrutando de la compañía de la otra. Senju miraba a los niños jugar de un lado a otro, recordando como había conocido a la chica a su lado, mientras que la mayor solamente se dedicaba y concentraba en comer su helado.

Era un mal que tenía, concentrarse demasiado en algo.

— Mirai... Mirai. — La castaña salió de su trance, mirando a la albina quien sonrió. — ¿Estabas dormida?

— Lo siento. — Hayashi terminó con su helado. — ¿Qué pasa?

— Ten. — La ojiazul pasó una servilleta a la mayor quien limpió los pocos rastros del dulce en sus comisuras.

— ¿Quieres hacer algo? — La castaña rio. — Tengo todo el día libre.

— ¿Hay algo que quieras hacer? — Mirai negó.

— No en especial... ¿Qué haces cuando estás aburrida? ¿Buscas pelea?

— No hago nada. — Hayashi se encogió de hombros. — Pero podemos ir a dar una vuelta si quieres.

— Oh. Ya sé. — Mirai revisó su mochila, sacando un par de billetes después. — Olvidaba que tenía esto... ¿Vamos a la feria?

— Me encantaría. — Las dos se pusieron de pie, Akashi notó a la mayor comenzar a calentar. — ¿Qué haces?

— Hagamos una carrera. — La castaña rio. — Suelo hacer una todos los días con Kenji ¿Crees poder vencerme?

— Te venceré. — Akashi comenzó a imitar a la mayor.

Una vez ambas estuvieron listas, Hayashi dio la señal, dando inicio a una larga carrera hasta la feria. Senju se sorprendió al notar la rapidez de la mayor, no era broma cuando decía que era rápida, demasiado. Sus piernas debieron de esforzarse de más para poder alcanzarla un par de veces, y no fue suficiente pues la castaña siempre terminaba adelantándose más.

Su carrera terminó llegando a la feria, Akashi estaba agotada, no había corrido tanto desde hacía unos días atrás, mientras que Mirai parecía como nueva.

Debía de ser toda una costumbre hacerlo para no querer lanzarse al suelo y morir.

______________________________

🌸Un voto y un comentario se agradece.

𝐑𝐚𝐢𝐧𝐲 𝐃𝐚𝐲 [𝐒𝐞𝐧𝐣𝐮 𝐊𝐚𝐰𝐚𝐫𝐚𝐠𝐢 𝐱 𝐎𝐜]حيث تعيش القصص. اكتشف الآن