El Tiempo Que Me Debes (EN PAUSA)

C A P I T U L O 6

(Canción de multimedia: All I Want -Kodaline [Ha Hyun San/ cover])

Continuando en el pasado…

La señora Min había organizado una fiesta por su cumpleaños, varios empresarios asistían aprovechando la ocasión para crear algún proyecto o asociarse a la gran cadena hotelera que manejaba Misuk.

—bienvenido Yoongi —lo recibió Eva, haciendo una reverencia.

Yoongi sonrió y sin importarle que lo vieran, abrazó a la señora que lo cuidó desde que tiene memoria —¿cómo estás Eva? —besó la frente de la mujer que rondaba los cincuenta —extraño tanto tus comidas —hizo un puchero.

—lo se —se soltaron y caminaron a la cocina —por eso he preparado viandas para que te lleves —apuntó con su mano la heladera, donde varios tappers estaban apilados en la mesada.

—¡ah! —gimió el chico de cabello banco, juntando ambas manos en su pecho —¡eres la mejor! —le guiñó el ojo —¿y Jungkook?

—debe estar en su habitación, sabes que no le gustan las reuniones que hace tu madre.

—si —asintió cruzando sus brazos —seguro es porque madre siempre intenta emparejarnos con las hijas de sus socios —dijo con una sonrisa sarcástica —somos su moneda de cambio.

—no hables así —lo regañó —sabes que ella los ama… a su manera —acarició su mejilla.

—si bueno —le restó importancia, encogiendo los hombros —iré a ver a Kook.

Salió de la cocina y subió el segundo piso, tocó dos veces la puerta de su hermano y al no obtener respuesta ingresó. El menor estaba tirado en la cama con unos audífonos y su celular por lo que Yoongi sonrió con malicia. Se acercó con sigilo y comenzó a hacerle cosquillas. Jungkook demoró un segundo en darse cuenta de quien era y cuando vio al mayor lo empujó lejos, dejó sus auriculares con cuidado y se levantó poniéndose en posición de ataque.

—¡hyung! —dijo emocionado y lo tacleo. Ambos cayeron en la cama de dos plazas y comenzaron a reír —lo extrañaba mucho —abrazó al de cabello blanco.

—y yo a ti mocoso —respondió al abrazo.

—¿y Jimin hyung? Creí que vendría contigo.

—él tiene mucho que estudia, hablamos un poco en la mañana pero está ocupado —se encogió de hombros.

Un puchero se formó en sus labios —y yo que pensaba molestarlo —refunfuñó.

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Todos estaban en el gran salón, disfrutando de los aperitivos y las bebidas. Conversaban animadamente mientras una banda de jazz tocaba canciones tranquilas.

Dayeong tomó una copa de champaña y se dirigió a sus hermanos, los cuales estaban en una esquina hablando entre ellos. Sin que ninguno la vieran, aprovechó que el peliblanco tenía su celular en la mano y lo empujó, haciendo que el aparato cayera.

—¡noo! —gritó histérico y lo levantó, comprobando que la pantalla estaba partida —¡ash puta madre! —insultó.

—perdón Yoon, no te vi —actúo apenada, como toda una profesional.

—necesito llamar a Jiminnie —dijo triste —no puede dormir sino le digo buenas noches.

—no seas exagerado —rodó los ojos —no se va a morir porque una noche no lo hagas.

El teléfono del despacho de la señora Min comenzó a sonar y la única que lo escuchó fue Eva que, justo pasaba por el pasillo. Tomó el aparato y contesto.