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Pilar.

―Eu amor, ¿Vamos a lo de Agus después?― Le digo a Mateo, que ya estaban terminando.

― Si obvio, ¿Vamos a comer?

Negué ― No, me dijo que era urgente, no sé que onda.

― Y vayan boludo ― Dice Mauro y Tatool le da la razón.

― Si es algo grave me hubiese llamado, supongo, ¿No?

Mateo se encogió de hombros ― Yo digo que vayamos Pilu, por las dudas.

― Ya te podes ir vos, asique tranquis ― Le avisa Tatool al morocho y este le agradece.

Rápidamente los saludamos y pedimos un Uber, mientras tanto llamé a Tadeo, pero no me contestaba.

― Espero que sólo se esten haciendo los dramáticos porque los voy a matar ―Digo mientras esperamos el auto afuera, un poco más de cinco minutos después, íbamos rumbo a casa de Agus.

― Tranquila amor, sino ya sabríamos creo ― Mateo estaba igual de confundido que yo.

Llegamos al edificio, era en departamento muy lindo el que tenían aunque yo vine una sola vez.

Les mandé un mensaje de que estábamos abajo y Tadeo nos fue a abrir.

― Al fin boludo, ¿Qué pasó? Te llamé ― Lo saludo mientras entramos para ir al ascensor.

― Uh, lo tengo en silencio, ni me dí cuenta, perdón.

Llegamos a su casa donde estaba Agustina sentada en el sillón con su hija.

― Hola bebé ― Agarré a la menor y con Mateo le pusimos toda nuestra atención a ella. ― ¿A que vinimos? ― Le digo a sus padres y Tadeo se sienta al lado de su pareja y se miran nerviosos,

Miedo.

― Les queríamos decir que nos vamos a mudar con Tadeo ― Dijo Agus y la miré sería.

― ¿Tanto para eso, la concha tuya? ― La puteo mientras Sofia jugaba con mi collar y tenía una manito agarrada a la de Mateo, tiernos.

― No dejas hablar, pelotuda ― Dice Tadeo y ruedo los ojos, miro a Sofi ― Nos mudamos porque dentro de unos meses no vamos a ser solo nosotros tres.

Abrí grande los ojos, tanto Mateo como yo nos quedamos en shock.

― ¿Cómo? ― Dije apenas, dejé a mi sobrina en su corralito.

― ¿Estás embarazada? ― Le preguntó Mateo.

Asintió sonriendo y mis ojos se llenaron de lágrimas de felicidad, iba a volver a ser tía ― Ay, los felicito, me van a hacer llorar los amo.

Los abracé y después Mateo también hizo lo mismo, felicitandolos.

― Hija de puta todavía no terminé de pagar el cochecito de Sofi, me vas a endeudar.

Rió ― No sólo eso, también les queríamos pedir que fueran los padrinos, osea, te la debemos a vos Pilu.

Es verdad, cuando nació la chiquita, ya tenían a los padrinos, Cali y Santino, los odio.

Lie To You ; Trueno [ˡᵗᵐ²] [Terminada✔]Where stories live. Discover now