Capítulo 13.

2K 100 7
                                    

-Te fuiste -afirmo - ¿Por qué?

-Noah, acabas de decir algo y ahora cambias de tema

-No lo cambio, este tema es muy impórtate para poder hablar de nuestro deseo

- ¿Nuestro?

-Claro, crees que no sé cómo me miras, tus ojos me trasmiten lo mismo que yo, pasión y deseo uno del otro

-No...

-Y no vas a negarlo, agradezco al universo que te hayas caído hoy porque si no, no habría tenido tu mano donde la tuviste

-Fue un accidente...

-Lo sé, y yo amo los accidentes

-Noah...

-Se que te pone nerviosa el tema, lo noto

-Entonces ignóralo -hable fastidiada

- ¿Entonces responderás mi pregunta?

-Si

- ¿Por qué te fuiste? -volvió a cuestionar

-Porque esa mujer me trato como la mierda, y tu no hiciste nada

-Podías simplemente decirme y la sacaba de mi casa

-Y como mierda pretendías que te lo dijera, ¿Telepáticamente?

- ¿Que sentiste cuando paso todo? -cuestiono

¿En realidad me pregunta eso? ¿Qué quiere que le responda? Me puse celosa y me sentí como la mierda por haber sido el punto de sus burlas y que tu no hayas hecho ni un jodido movimiento para defenderme.

-Me sentí incomoda...

-Amelia no me mientas ¿Qué sentiste?

-No miento

-Amelia...

-Joder sentí celos

-Te lo advertí desde el principio, esto sería por acciones intermedio. -expreso duro -Yo no me enamoro y esperaba que tú tampoco

-No estoy enamorada, solo fueron celos amistosos

- ¿Celos amistosos? -sonrió - ¿Volverás?

-Tengo que hacerlo

-Hablo de que si volverás a vivir conmigo

-Y yo te he dicho que debo hacerlo, tu cumpliste con tu parte del trato

-Bien, ahora si me dejas explicarte todo lo que paso

-No tienes por qué hacerlo y tampoco me importa -mentí

-Seré breve -me ignoro -Leyla era una chica con la que me acostaba desde hace mucho, debo admitir que hace unos días lo iba a volver a hacer, pero no pude, ese día por mi culpa ella se enteró que me iba a casar y entonces apareció...

-Pero tú nunca negaste que se acostaron

-Porque ese día si la fui a ver, y si nos acostamos...

Por alguna extraña razón quería que dijera que no había sucedido nada, pero su confesión había hecho que un dolor intenso se adueñara de mi pecho.

- ¿Ella sabe que esto es falso?

-No

-Coméntaselo

- ¿Por qué debería hacerlo? -cuestiono extrañado

-Merece saber que no se acostó con alguien casado

-A ella no le importa eso

-Pero a mi si, no quiero sentirme mal conmigo misma -admití

-No se lo diré, desde ese día ella dejo de ser algo en mi vida. Y no la he vuelto a ver ni lo hare

El Trato Perfecto [#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora