EL ARTE DEL PLACER

DISPUTA

El relato de mi rubio amigo fue intenso casi tanto como el azabache de colmillos que había puesto sus ojos en mi dulce y pequeño amigo; definitivamente éramos imanes para atraer problemas, la noche fue ajetreada para ambos para mi significo un avance en conocer un poco mas sobre la familia Sano pero para el pobre Chifuyu fue encontrarse con un demonio que lo arrastraría a conocer más allá de sus limites.

Tome la mano del oji verde y lo lleve a rastras al sofá donde lo acomode sentándome a su lado entonces la mirada ansiosa de mi mejor amigo me presionaba a darle una respuesta .

-Chifuyu siempre quisiste que alguien te ayude en tus trasmisiones porque no se lo propones a Baji- jugué mis dedos nervioso -piénsalo es mejor usarlo a ser usado por él- concluí nervioso.

-Me gustaría hacer eso pero es peligroso- se giro estrepitosamente -Baji tiene una mirada tan penetrante que siento que me va devorar; no espere encontrar a alguien que juegue conmigo porque siempre es al revés- sonrió malicioso -podríamos fingir ser pareja así Keisuke me dejara en paz-

-¡QUE! claro que no, pídeselo a alguien más - tome un cojín y lo abrace - podría meterme en problemas- la imagen de Mikey llego a mi mente.

-el día de clases esta a la vuelta de la esquina, no quiero que actúes meloso simplemente haz lo de siempre ve conmigo, pasa tiempo conmigo y si no entiende la indirecta se lo diré de frente así me liberare del feo- sus labios se curvaron - será divertido ver su rostro de decepción al saber que ya tengo pareja- se carcajeo.

Deje a Chifuyu en la sala mientras este seguía haciéndole gracia lo que se avecinaría el primer día de clases, subí a rastras a mi habitación me quite la ropa quedando en solo en la prenda básica y me dispuse a dormir; al cerrar los ojos tuve varias imágenes llegaron a mi mente en ellas dos niños jugaban alejados totalmente de los demás de un momento a otro la escena cambio a un funeral donde el niño rubio se aferraba a su amigo azabache ambos lloraban ignorando totalmente lo que pasaba a su alrededor de pronto los labios del de dorados cabellos pronunciaron: prométeme que siempre estarás para mi Takemichi.

Desperté exaltado con ganas de llorar por el nudo que sentía en la garganta maldije soñar aquello, confundido fui al baño donde tome una fría ducha, me cepille los dientes y baje a ver un programa de TV mientras esperaba que mi roomie despertara ya que mi madre se fue a trabajar dejando el desayuno listo y las cosas que tendría que hacer.

-Buenos días- saludo Matsuno flojamente -¿que vamos a comer?- pregunto descarado.

-aún no lo se, te espere para desayunar juntos por cierto mi madre dejo los materiales para el regreso a clases- señale las cajas -hoy solo nos toca hacer tareas del hogar así que apresúrate y ve al comedor-

-si mamá- se burlo el de ojos verdes -sabes no veo a tu ¨amiguito y modelo de tus novelas calientes¨ acaso pelearon no lo vi en la fiesta de Pah pero al que si note fue a Izana- tomo asiento - ese chico es ardiente al igual que el mayor de los sano y tu eres como una especie de atracción para ellos porque se te pegan al instante a este paso vas a terminar enamorándolos a todos- se mofo jugando con los cubiertos.

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El primer día de clases llego y con ello el plan de Chifuyu quien me tomo del brazo ingresando a la institución ni bien pusimos un pie dentro las miradas se posaron en nosotros e inclusive Kazutora que por la expresión de su rostro sabia que esto era una farsa, caminamos un par de vueltas buscando al de colmillos pero no había rastro aun así llegamos hasta el aula y ahí un muchacho con una coleta y lentes paso por nuestro lado empujándonos haciendo que Matsuno soltara su mochila.