Alice la vidente de la familia había encontrado en Jasper al compañero que no tenía, el que pensaba ya no lograría encontrar. Acostumbrada a él, su familia y a la vida pacífica que llevaban no esperaba un cambio y, por el contrario, si lo había, no...
—No fue mi elección, ¿Crees que tu esposo y familia de vampiritos me dejarían vivir si fuera así?
—Aún lo estoy pensando—Murmuró Edward divertido, ¡por fin! gritaba en su mente saltando como niño chiquito
—Solo la he cargado una vez, ¡una vez! ¿Y ya crees que tienes un estúpido lobuno derecho sobre ella?
—¿Si?, digo no...
—¡ES MÍA!
—Bella, pero... ¡Bella, con calma! ¡Somos amigos, hablemos! ¡BELLA! ¡BELLAAAAAAA!
—Edward detenla...—Susurró Esme algo preocupada al ver como la neófita sostenía a Jacob de un pie boca abajo
—Dijo que estaba bien... ¡ESO! ¡DALE! ¡CON EL ÁRBOL AMOR!
— ¡Edward!
—Ya voy mamá...
Susurró resignado el cobrizo yendo a tratar de que su esposa se calmara para escuchar al meta morfo y se prepare para saber que sus otras dos hijas también tienen compañeros.
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—No puedo creerlo—Se quejó indignado—, no golpeaste ni a Leah ni a Jasper, pero a mí sí y se supone que soy tu mejor amigo.
— ¿Qué clase de mejor amigo se imprima de tu hija?
—Touché...Pero sigo indignado— Se quejó adolorido el moreno tomando asiento al lado de su amiga
—Leah es mucho más limpia, inteligente y responsable que tú.
— ¿Qué? Yo si me baño, tonta... ¿Y el rubio?, Él que tenía pareja —Empezó a hablarle bajo, no había nadie en casa y susurraban inaudible (para los humanos) por si alguno estuviera cerca, en esos momentos agradecían su audición súper desarrollada.
—Es más maduro y fuerte que tú y sobre lo segundo...No sé qué pensar.
La joven castaña dejó ir un suspiro frustrado, observando algo preocupada a sus hijas descansar plácidamente
— ¿Pensar qué? ¿Ya dejó a la elfo vampira o qué?
—No, no lo ha hecho, tengo entendido que Jasper pidió el divorcio y Alice le pidió un tiempo para procesar todo. Honestamente siento pena por ella, se ve que no la está pasando nada bien...
Jacob frunció el ceño, no le agradaba del todo Alice cuando se trataba de su mini cuñadita, el veía las miradas venenosas que le lanzaba a la bebé, ni siquiera la tomaba en brazos o le sonreía, solo pasaba de ella.
—Yo que tú me empezaba a preocupar, Bella.
— ¿A qué te refieres?
—Mira he estado muy pendiente de todo y Edward también sospecha que se vienen problemas con ello, el resto de imbéciles se hacen los tontos. Es una chupasangre, ha pasado décadas con ese otro y por más que lo intentaran todos sabíamos que eran como una especie de amigos con derechos, se querían mucho, se divertían y tenían de eso, pero no estaban destinados. Ahora ella lo ve con ojos de perro degollado, mientras un aura oscura la rodea al verlo con mi mini cuñada...
