Reuniones

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Thony estaba probando la nueva ballesta que había diseñado con su padre mientras su cachorro estaba cazando no lejos de donde estaba cuando Jarvis le avisó que habían visto a lo lejos una extraña caravana acercarse con rumbo al castillo. Le extrañó porque en el Khanate no recibían esa clase de visitas, era un territorio poco conocido y de bajo rango que poco o nada podía interesar a guerreros de alta estirpe. Dejando sus pruebas para otro día, fue en busca de Faras, llamándolo de vuelta pues como el Señor de Magne Lacus debía dar la bienvenida a quien fuese que le visitara. Su pequeño refunfuñó por tener que interrumpir una de sus actividades favoritas, alzando un puchero mientras caminaba junto a su madre de vuelta al castillo, esperando entre suspiros por la caravana.

—¿Y si solamente quieren preguntar por una dirección?

—De todos modos, hay que recibirles, mi señor.

—Tal vez están perdidos, ¿no es el banquete del Gran Khatun?

Aquella era una buena posibilidad, como lo pensó Thony. Ellos no estaban realmente "invitados" por el rango bajo que tenían, solo recibirían algún presente y comida cuando acabara el banquete. Que hubiera extranjeros perdidos invitados de honor no era tan mala idea.

—Puede ser, aunque es un desvío considerable.

—¿Luego puedo regresar al bosque?

El Omega rio, arreglando un poco la pequeña trenza de su cachorro. —Luego.

Faras no estaba tan errado en sus suposiciones, porque la caravana lucía a todas luces extranjera. Esos mantos de colores brillantes, los rostros de pieles oscuras decorados con tatuajes y joyería, fuertes lanzas como panteras escoltando un grupo nutrido gritaban el nombre de Wakanda. Thony frunció su ceño, no era instruido en las costumbres ni aspecto de otras Naciones, pero le pareció que estaban viendo el arribo de una caravana importante. Su corazón latió aprisa cuando entre todos esos guerreros -y mujeres también- vio un rostro pálido de ojos azules que también le divisó, llevándose una mano al pecho.

—¿B-Bucky?

Había cambiado sin duda, cuidados de un Omega de alto rango lo habían hecho madurar bien. Llevaba su cabello largo como él en trenzas pegadas a la nuca que terminaban unidas tras la espalda con piedras preciosas, usando los mantos en color que solamente el Alfa padre de la Nación podía usar, revelando su rango como Consorte Regente, con el collar negro decorado con pequeñas garras de plata que mostraba orgulloso, entre pulseras, anillos y otros obsequios propios de una pareja atenta. Bucky sonrió, dejando ese capullo protector donde estaba nada menos que el Gran Khatun, desmontando de un salto su caballo para correr hacia él en un gesto impropio de cualquier Omega, pero que a Thony le dio la sensación estaba permitido nada menos que por el mismo Pantera Negra a quien vio sonreír complacido ante el emotivo encuentro.

—¡THONY!

—¿Madre? ¿Le conoces?

Thony dejó sin responder la pregunta de su hijo, corriendo hacia Bucky sin poder evitarlo con los ojos húmedos por la emoción. Luego de años no de saber nada entre ellos, verse frente a frente era casi como un milagro de los Dioses. Ambos Omegas se sonrieron primero, abrazándose con fuerza dando vueltas y dejando escapar una que otra lágrima furtiva por sus mejillas que limpiaron apenados. Thony se separó, mirando a su viejo amigo antes de intentar hincar una rodilla en el suelo. Bucky lo detuvo, negando rápidamente al sujetarle por los codos.

—Tú no. Nunca tú.

—Pero... eres Consorte Regente.

—Soy tu amigo, ¿o he dejado de serlo?

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